¡Ay, Dios mío! Quién iba pensando que el panorama político nos iba a dar semejantes sorpresas. Álvaro Ramos, el candidato del PLN, soltó la bomba de que si el TLC estuviera en juego hoy, él probablemente estaría del lado del 'No'. Un giro inesperado, considerando que el CAFTA se aprobó hace ya casi dos décadas, y que el PLN, en general, siempre ha defendido el libre comercio. Esto ha sacudido la mesa, y vaya que ha generado polémica.
La movida viene a cuento luego de que el Observador publicara un video viejo donde Ramos se declaraba abiertamente en contra del TLC durante el referéndum de 2007, cuando todavía era más joven y militaba en un PLN con otra dinámica. Su campaña se apresuró a quitarlo de las redes, alegando que tenía un error, pero luego lo volvieron a poner, tal vez porque vieron que la jugada les daba más visibilidad. Pero bueno, ¡ya la espinita quedó clavada!
Y ahí entró en escena Óscar Arias, el expresidente que lideró la aprobación del TLC. Pues resulta que, ante la insistencia de los periodistas, decidió hacer caso omiso a las declaraciones de Ramos. "No quiero referirme al tema, yo no estoy en la campaña y no veo nada", sentenció. Una respuesta bastante seca, que algunos interpretan como un mensaje de distancia y desacuerdo con la postura actual del candidato.
Ahora, lo interesante es que Ramos parece estar tratando de reposicionarse, buscando conectar con un electorado que quizás esté cansado de las mismas viejas recetas y abierto a nuevas propuestas. Él dice que el contexto global ha cambiado, que Estados Unidos ahora usa los aranceles como herramienta de política comercial, y que tendría que evaluar una posible renegociación. En fin, intentando justificar su cambio de opinión con argumentos económicos y geopolíticos.
Pero ojo, porque no todos en el PLN están de acuerdo con este acercamiento a posturas consideradas de izquierda. Andrea Álvarez, diputada del partido, salió al paso diciendo que la posición de Ramos es “respetable”, pero que no representa la visión de la mayoría del partido. Álvarez enfatizó que el apoyo al CAFTA sigue siendo una piedra angular para el desarrollo económico del país y que enfocarse en temas pasados solo sirve para dividir al electorado, especialmente en tiempos tan complicados.
Mientras tanto, otros candidatos han aprovechado la oportunidad para criticar a Ramos. José Aguilar, de Avanza, publicó un video destacando los beneficios económicos de las zonas francas, que dependen en gran medida del libre comercio. Y aunque otros diputados del PLN prefirieron guardar silencio –Kattia Rivera, Paulina Ramírez y Montserrat Ruiz— queda claro que el tema del TLC ha reabierto heridas y expuesto divisiones internas dentro del partido verdiblanco.
Ramos, con su discurso pragmático, asegura que este tema trasciende las etiquetas de izquierda y derecha, y que el verdadero problema radica en la falta de atención al sistema de salud, la inseguridad y la infraestructura. Argumenta que el sector empresarial está igual de preocupado por estas problemáticas, así que el debate sobre el CAFTA debería quedar en segundo plano. Pero la pregunta es, ¿logrará convencer a los empresarios con este enfoque?
En resumen, la declaración de Álvaro Ramos ha encendido todas las alarmas en el escenario político costarricense. Ha puesto en tela de juicio la coherencia ideológica del PLN y ha generado incertidumbre sobre el futuro del libre comercio en el país. ¿Será este cambio de postura una estrategia inteligente para atraer nuevos votantes, o una jugada arriesgada que terminará por dividir aún más al partido? ¿Creen que un nuevo debate sobre el CAFTA es necesario, o que debemos enfocarnos en otros temas más urgentes para el desarrollo nacional? ¡Den su opinión en el foro!
La movida viene a cuento luego de que el Observador publicara un video viejo donde Ramos se declaraba abiertamente en contra del TLC durante el referéndum de 2007, cuando todavía era más joven y militaba en un PLN con otra dinámica. Su campaña se apresuró a quitarlo de las redes, alegando que tenía un error, pero luego lo volvieron a poner, tal vez porque vieron que la jugada les daba más visibilidad. Pero bueno, ¡ya la espinita quedó clavada!
Y ahí entró en escena Óscar Arias, el expresidente que lideró la aprobación del TLC. Pues resulta que, ante la insistencia de los periodistas, decidió hacer caso omiso a las declaraciones de Ramos. "No quiero referirme al tema, yo no estoy en la campaña y no veo nada", sentenció. Una respuesta bastante seca, que algunos interpretan como un mensaje de distancia y desacuerdo con la postura actual del candidato.
Ahora, lo interesante es que Ramos parece estar tratando de reposicionarse, buscando conectar con un electorado que quizás esté cansado de las mismas viejas recetas y abierto a nuevas propuestas. Él dice que el contexto global ha cambiado, que Estados Unidos ahora usa los aranceles como herramienta de política comercial, y que tendría que evaluar una posible renegociación. En fin, intentando justificar su cambio de opinión con argumentos económicos y geopolíticos.
Pero ojo, porque no todos en el PLN están de acuerdo con este acercamiento a posturas consideradas de izquierda. Andrea Álvarez, diputada del partido, salió al paso diciendo que la posición de Ramos es “respetable”, pero que no representa la visión de la mayoría del partido. Álvarez enfatizó que el apoyo al CAFTA sigue siendo una piedra angular para el desarrollo económico del país y que enfocarse en temas pasados solo sirve para dividir al electorado, especialmente en tiempos tan complicados.
Mientras tanto, otros candidatos han aprovechado la oportunidad para criticar a Ramos. José Aguilar, de Avanza, publicó un video destacando los beneficios económicos de las zonas francas, que dependen en gran medida del libre comercio. Y aunque otros diputados del PLN prefirieron guardar silencio –Kattia Rivera, Paulina Ramírez y Montserrat Ruiz— queda claro que el tema del TLC ha reabierto heridas y expuesto divisiones internas dentro del partido verdiblanco.
Ramos, con su discurso pragmático, asegura que este tema trasciende las etiquetas de izquierda y derecha, y que el verdadero problema radica en la falta de atención al sistema de salud, la inseguridad y la infraestructura. Argumenta que el sector empresarial está igual de preocupado por estas problemáticas, así que el debate sobre el CAFTA debería quedar en segundo plano. Pero la pregunta es, ¿logrará convencer a los empresarios con este enfoque?
En resumen, la declaración de Álvaro Ramos ha encendido todas las alarmas en el escenario político costarricense. Ha puesto en tela de juicio la coherencia ideológica del PLN y ha generado incertidumbre sobre el futuro del libre comercio en el país. ¿Será este cambio de postura una estrategia inteligente para atraer nuevos votantes, o una jugada arriesgada que terminará por dividir aún más al partido? ¿Creen que un nuevo debate sobre el CAFTA es necesario, o que debemos enfocarnos en otros temas más urgentes para el desarrollo nacional? ¡Den su opinión en el foro!