Bueno, pues ahí estamos, chavistas y no tan chavistas, con la incertidumbre pegándonos en la cara. El Presidente Rodrigo Chaves, el mismo que anda diciendo que va a cambiarle el chip al país, decidió dejar en suspenso su asistencia al Plenario del martes, justo cuando iban a votar su fuerito. ¡Qué manera de poner a todos en aprietos!
La cosa es que el TSE, esos que vigilan que nadie se pase de la raya, le pidieron investigar unas cosas de campaña y ahora, pa' salir del paso, se necesita el voto de los diputados para ver si lo dejan seguir adelante. Parece novela de pura vida, pero esto afecta a todos los comicos del país, ¿eh?
La propuesta de Pilar Cisneros de mover la fecha un día después, para que el Presidente pudiera echar cuentas, quedó en el aire, porque él mismo soltó un comentario que dejó a muchos con la boca abierta. Dijo que no sabía si iba, y si iba, pues ahí le íbamos a escuchar. ¡Imagínate! Como si fuera a ser un espectáculo de circo. Además, calificó todo el proceso como una “payasada”. ¡Pobre gente!
Ahora bien, para los que no estén enterados, el martes se supone que va a haber una sesión especial desde la una de la tarde. Primero, tres diputados que revisaron el caso van a hablar, cada uno con diez minutitos para exponer su rollo. Después, el Presidente, si decide aparecer, tendría treinta minutos para defenderse. Pero claro, ya sabemos cómo es Don Rodri, capaz de llegar y decir cualquier cosa.
Y ni hablar de la agenda que tienen los diputados. Vamos a tener un debate reglado, con tiempos asignados para cada fracción. El PLN, obviamente, tiene el turno más largo, con una hora y dieciséis minutos. Eso sí que es poder, mi pana. El resto de los partidos tendrán que apretar para meter todas sus ideas en el poquito tiempo que les toca.
Para que se haga una idea, se necesitan 38 votos afirmativos para quitarle el fuerito al Presidente. En la última ocasión, cuando intentaron hacerle la vaca, apenas juntaron 34. Así que, si no aparece Don Rodri a convencerlos, la cosa se pone difícil. Esto pinta pa’ una rosca, señores, una rosca bien grande.
Y hablando de roscas, recordemos que este asunto viene arrastrando desde el caso BCIE – Cariñitos, cuando la Corte Suprema también quiso meterle mano. Así que esto no es nuevo, es una telenovela que parece que nunca va a terminar. Y nosotros, los ciudadanos, somos los que nos quedamos viendo el capítulo final, esperando a ver qué sale del brete.
Con todo esto, me pregunto, ¿cree usted que la decisión del Presidente de ausentarse al Plenario es una estrategia para evitar confrontaciones directas, o simplemente demuestra una falta de respeto hacia el Congreso y la ciudadanía costarricense? ¡Déjeme sus opiniones en los comentarios, quiero saber qué piensa la gente!
La cosa es que el TSE, esos que vigilan que nadie se pase de la raya, le pidieron investigar unas cosas de campaña y ahora, pa' salir del paso, se necesita el voto de los diputados para ver si lo dejan seguir adelante. Parece novela de pura vida, pero esto afecta a todos los comicos del país, ¿eh?
La propuesta de Pilar Cisneros de mover la fecha un día después, para que el Presidente pudiera echar cuentas, quedó en el aire, porque él mismo soltó un comentario que dejó a muchos con la boca abierta. Dijo que no sabía si iba, y si iba, pues ahí le íbamos a escuchar. ¡Imagínate! Como si fuera a ser un espectáculo de circo. Además, calificó todo el proceso como una “payasada”. ¡Pobre gente!
Ahora bien, para los que no estén enterados, el martes se supone que va a haber una sesión especial desde la una de la tarde. Primero, tres diputados que revisaron el caso van a hablar, cada uno con diez minutitos para exponer su rollo. Después, el Presidente, si decide aparecer, tendría treinta minutos para defenderse. Pero claro, ya sabemos cómo es Don Rodri, capaz de llegar y decir cualquier cosa.
Y ni hablar de la agenda que tienen los diputados. Vamos a tener un debate reglado, con tiempos asignados para cada fracción. El PLN, obviamente, tiene el turno más largo, con una hora y dieciséis minutos. Eso sí que es poder, mi pana. El resto de los partidos tendrán que apretar para meter todas sus ideas en el poquito tiempo que les toca.
Para que se haga una idea, se necesitan 38 votos afirmativos para quitarle el fuerito al Presidente. En la última ocasión, cuando intentaron hacerle la vaca, apenas juntaron 34. Así que, si no aparece Don Rodri a convencerlos, la cosa se pone difícil. Esto pinta pa’ una rosca, señores, una rosca bien grande.
Y hablando de roscas, recordemos que este asunto viene arrastrando desde el caso BCIE – Cariñitos, cuando la Corte Suprema también quiso meterle mano. Así que esto no es nuevo, es una telenovela que parece que nunca va a terminar. Y nosotros, los ciudadanos, somos los que nos quedamos viendo el capítulo final, esperando a ver qué sale del brete.
Con todo esto, me pregunto, ¿cree usted que la decisión del Presidente de ausentarse al Plenario es una estrategia para evitar confrontaciones directas, o simplemente demuestra una falta de respeto hacia el Congreso y la ciudadanía costarricense? ¡Déjeme sus opiniones en los comentarios, quiero saber qué piensa la gente!