Pues fíjate que la diputada Pilar Cisneros, conocida por meterse en bretes que no son los suyos, volvió a intentarlo. Presentó una consulta al TSE sobre el tema del fuero del Presidente Chaves, pensando que así iba a encontrarle la lana al zancudo. Pero resulta que los señores del Tribunal no se dejaron amedrentar y le dijeron clarito que su movida carecía de toda base legal.
¿De qué va la vaina? Que Cisneros quería que el TSE le resolviera algo sobre cómo levantarle el fuero a Chaves, producto de esas denuncias por beligerancia que le han llovido desde que llegó a Miraflores. El TSE, con toda la calma del mundo, le respondió que no anda el rollo porque ella no tiene la legitimidad para preguntar eso, y además, que sus preguntas eran sobre un caso específico, cosa que, según la ley, no se puede hacer. ¡Qué bochornazo!
El Tribunal, pa' dejarlo bien claro, sacó a relucir que solo el Directorio de la Asamblea Legislativa puede pedirle cosas al TSE en esos temas. Y encima, recordaron que las consultas tienen que ser generales, abstractas, no clavándose en nombres ni en expedientes particulares. Esto es pa’ evitar que la gente use al TSE como jueguete político, diay. De hecho, en 1996 ya habían dicho algo parecido, pa’ que aprendan, mae.
Pero ojo, que el TSE no se quedó solo ahí. Aprovechó la ocasión pa' explicar un poquito cómo funciona todo este tema del fuero, recordando que la Constitución protege la independencia de los funcionarios públicos y que ellos mismos tienen la potestad de investigar la beligerancia política. Si declaran a alguien responsable, ¡zas!, pierden el puesto y les prohíben trabajar pa' el gobierno por al menos dos años. Una buena pedrada, ¿verdad?
Además, el TSE nos refrescó la memoria sobre la importancia de la Sección Especializada que crearon en 2016, que sirve para garantizar que todos tengan derecho a apelar las decisiones, siguiendo lo que dice la Convención Americana de Derechos Humanos. La Sala Cuarta, pa' confirmar, dijo que todo esto está bien regulado y no hay nada de malo en ello. Como dicen por ahí, ¡el TSE está apretando cinturones pa' hacer las cosas bien hechas!
Y hablando de cosas bien hechas, recordemos que estamos rumbo a las elecciones nacionales de 2026, y el TSE ya está empezando a poner manos a la obra pa' que todo salga a pelo. Ya han recordado algunos plazos clave y están preparando todo pa' que la ciudadanía pueda participar tranquila y segura. Esperemos que esta vez sí le den al clavo y no haya ningún despiste, porque ya hemos visto suficientes tortas en procesos electorales, ¿no creen?
La verdad es que este caso de la consulta de Cisneros me da mucha pena ajena. Parece que la diputada andaba buscando desesperadamente una forma de meterse con el Presidente, pero terminó comiéndose el pastel. Al final, el TSE hizo bien su trabajo, defendiendo la ley y protegiendo la institucionalidad del país. Aunque algunos dirán que la estaban protegiendo a ella… bueno, cada quien piensa lo que quiera, ¿no es cierto?
Ahora bien, dejando atrás el drama de la diputada y la respuesta del TSE, me pregunto: ¿Es justo que se limite tanto la capacidad de los legisladores para solicitar opiniones legales al TSE en temas de alta relevancia nacional, o debería haber mecanismos que permitan mayor participación ciudadana en la supervisión del poder ejecutivo, incluso si eso significa correr el riesgo de politización? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, quiero saber qué piensan ustedes!
¿De qué va la vaina? Que Cisneros quería que el TSE le resolviera algo sobre cómo levantarle el fuero a Chaves, producto de esas denuncias por beligerancia que le han llovido desde que llegó a Miraflores. El TSE, con toda la calma del mundo, le respondió que no anda el rollo porque ella no tiene la legitimidad para preguntar eso, y además, que sus preguntas eran sobre un caso específico, cosa que, según la ley, no se puede hacer. ¡Qué bochornazo!
El Tribunal, pa' dejarlo bien claro, sacó a relucir que solo el Directorio de la Asamblea Legislativa puede pedirle cosas al TSE en esos temas. Y encima, recordaron que las consultas tienen que ser generales, abstractas, no clavándose en nombres ni en expedientes particulares. Esto es pa’ evitar que la gente use al TSE como jueguete político, diay. De hecho, en 1996 ya habían dicho algo parecido, pa’ que aprendan, mae.
Pero ojo, que el TSE no se quedó solo ahí. Aprovechó la ocasión pa' explicar un poquito cómo funciona todo este tema del fuero, recordando que la Constitución protege la independencia de los funcionarios públicos y que ellos mismos tienen la potestad de investigar la beligerancia política. Si declaran a alguien responsable, ¡zas!, pierden el puesto y les prohíben trabajar pa' el gobierno por al menos dos años. Una buena pedrada, ¿verdad?
Además, el TSE nos refrescó la memoria sobre la importancia de la Sección Especializada que crearon en 2016, que sirve para garantizar que todos tengan derecho a apelar las decisiones, siguiendo lo que dice la Convención Americana de Derechos Humanos. La Sala Cuarta, pa' confirmar, dijo que todo esto está bien regulado y no hay nada de malo en ello. Como dicen por ahí, ¡el TSE está apretando cinturones pa' hacer las cosas bien hechas!
Y hablando de cosas bien hechas, recordemos que estamos rumbo a las elecciones nacionales de 2026, y el TSE ya está empezando a poner manos a la obra pa' que todo salga a pelo. Ya han recordado algunos plazos clave y están preparando todo pa' que la ciudadanía pueda participar tranquila y segura. Esperemos que esta vez sí le den al clavo y no haya ningún despiste, porque ya hemos visto suficientes tortas en procesos electorales, ¿no creen?
La verdad es que este caso de la consulta de Cisneros me da mucha pena ajena. Parece que la diputada andaba buscando desesperadamente una forma de meterse con el Presidente, pero terminó comiéndose el pastel. Al final, el TSE hizo bien su trabajo, defendiendo la ley y protegiendo la institucionalidad del país. Aunque algunos dirán que la estaban protegiendo a ella… bueno, cada quien piensa lo que quiera, ¿no es cierto?
Ahora bien, dejando atrás el drama de la diputada y la respuesta del TSE, me pregunto: ¿Es justo que se limite tanto la capacidad de los legisladores para solicitar opiniones legales al TSE en temas de alta relevancia nacional, o debería haber mecanismos que permitan mayor participación ciudadana en la supervisión del poder ejecutivo, incluso si eso significa correr el riesgo de politización? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, quiero saber qué piensan ustedes!
