¡Fiufé, qué lío! Resulta que la presidenta del Instituto Nacional de Seguros (INS), doña Gabriela Chacón, decidió que tenía cosas más importantes que rendir cuentas ante la Asamblea Legislativa. Pese a que la estaban esperando con ansias –y con justa razón– para hablar de esos despidos masivos que dieron vuelta al país, ella prefirió ir a una actividad en Liberia, Guanacaste. ¡Imagínate la cara de los diputados!
Todo esto viene de atrás, ¿eh? En abril de este año, cerca de 130 funcionarios del INS perdieron sus trabajos, y desde entonces ha habido un clamor general para saber exactamente qué pasó y quién metió mano ahí. La Comisión de Ingreso y Gasto Público había programado una audiencia para este jueves, precisamente para sacar a la luz toda la verdad detrás de estos despidos. Se esperaba que Chacón y el gerente general, Luis Fernando Monge, estuvieran presentes para explicar la situación y responder preguntas.
Pero no, resulta que la diputada del PLN, Dinorah Barquero, tuvo que anunciar que la presidenta “presentó una nota” para justificar su ausencia con esa actividad municipal. ¡Una nota, mándale! Como si eso no fuera suficiente, también informaron que Monge está “fuera del país en actividades propias de su cargo”. Vaya excusas, ¿verdad? Me da que alguien se jaló una torta bien grande tratando de evadir sus responsabilidades.
La verdad es que la situación es bastante delicada. Estamos hablando de familias que perdieron su fuente de ingresos, de incertidumbre y de la necesidad urgente de aclarar qué criterios se utilizaron para tomar esas decisiones tan drásticas. La transparencia es fundamental en estas situaciones, y parece que el INS está haciendo todo lo posible para evitarla. Esto no da pie a muchas esperanzas, mi pana.
Y ni hablar de la molestia que causó esto en la comisión legislativa. La diputada Barquero tuvo que reprogramar las audiencias, perdiendo tiempo valioso y generando más frustración entre los demás miembros. Parece que la insistencia de exigirle cuentas a los altos funcionarios públicos es más difícil de lo esperado. Uno pensaría que, en una democracia, los representantes del pueblo deberían poder hacer su trabajo sin tanto rodeo.
Este caso no es solo sobre unos cuantos despidos; es sobre la confianza pública en las instituciones. Cuando los funcionarios de alto rango se niegan a rendir cuentas, socavan esa confianza y abren espacio para la sospecha y la corrupción. Además, crea un precedente peligroso para futuras gestiones.
Lo que realmente preocupa es cómo vamos a recuperar esa confianza perdida. ¿Cómo podemos asegurar que estas situaciones no se vuelvan a repetir? Es importante que la Contraloría General de la República investigue a fondo este asunto y que se tomen medidas correctivas para evitar que la gestión del INS se vaya al traste por malas decisiones y falta de transparencia. De paso, habría que revisar a fondo las políticas de contratación y despido dentro de la institución, para ver si hay alguna falla estructural que esté permitiendo que esto suceda.
Esta jugada de la presidenta del INS ha levantado muchísima polémica, y ahora la población exige respuestas. ¿Crees que la reprogramación de las audiencias será suficiente para obtener claridad sobre este asunto o deberíamos esperar otras acciones por parte de la Fiscalía o la Contraloría? Dime tú, ¿qué opinas de la actitud de la presidenta del INS frente a esta crisis?
Todo esto viene de atrás, ¿eh? En abril de este año, cerca de 130 funcionarios del INS perdieron sus trabajos, y desde entonces ha habido un clamor general para saber exactamente qué pasó y quién metió mano ahí. La Comisión de Ingreso y Gasto Público había programado una audiencia para este jueves, precisamente para sacar a la luz toda la verdad detrás de estos despidos. Se esperaba que Chacón y el gerente general, Luis Fernando Monge, estuvieran presentes para explicar la situación y responder preguntas.
Pero no, resulta que la diputada del PLN, Dinorah Barquero, tuvo que anunciar que la presidenta “presentó una nota” para justificar su ausencia con esa actividad municipal. ¡Una nota, mándale! Como si eso no fuera suficiente, también informaron que Monge está “fuera del país en actividades propias de su cargo”. Vaya excusas, ¿verdad? Me da que alguien se jaló una torta bien grande tratando de evadir sus responsabilidades.
La verdad es que la situación es bastante delicada. Estamos hablando de familias que perdieron su fuente de ingresos, de incertidumbre y de la necesidad urgente de aclarar qué criterios se utilizaron para tomar esas decisiones tan drásticas. La transparencia es fundamental en estas situaciones, y parece que el INS está haciendo todo lo posible para evitarla. Esto no da pie a muchas esperanzas, mi pana.
Y ni hablar de la molestia que causó esto en la comisión legislativa. La diputada Barquero tuvo que reprogramar las audiencias, perdiendo tiempo valioso y generando más frustración entre los demás miembros. Parece que la insistencia de exigirle cuentas a los altos funcionarios públicos es más difícil de lo esperado. Uno pensaría que, en una democracia, los representantes del pueblo deberían poder hacer su trabajo sin tanto rodeo.
Este caso no es solo sobre unos cuantos despidos; es sobre la confianza pública en las instituciones. Cuando los funcionarios de alto rango se niegan a rendir cuentas, socavan esa confianza y abren espacio para la sospecha y la corrupción. Además, crea un precedente peligroso para futuras gestiones.
Lo que realmente preocupa es cómo vamos a recuperar esa confianza perdida. ¿Cómo podemos asegurar que estas situaciones no se vuelvan a repetir? Es importante que la Contraloría General de la República investigue a fondo este asunto y que se tomen medidas correctivas para evitar que la gestión del INS se vaya al traste por malas decisiones y falta de transparencia. De paso, habría que revisar a fondo las políticas de contratación y despido dentro de la institución, para ver si hay alguna falla estructural que esté permitiendo que esto suceda.
Esta jugada de la presidenta del INS ha levantado muchísima polémica, y ahora la población exige respuestas. ¿Crees que la reprogramación de las audiencias será suficiente para obtener claridad sobre este asunto o deberíamos esperar otras acciones por parte de la Fiscalía o la Contraloría? Dime tú, ¿qué opinas de la actitud de la presidenta del INS frente a esta crisis?