¡Aguántense, pura vida! Parece que el cambio climático nos está pegando duro, y no solo a los turistas que vienen buscando playas paradisíacas. Las pequeñas y medianas empresas (pymes) acá en Costa Rica están sudando la gota gorda, tratando de mantenerse a flote entre sequías, aguaceros torrenciales y plagas que parecen sacadas de película de terror. Según el Instituto Nacional de Seguros (INS), la cosa está feísima y el bolsillo de los productores está temblando.
Para empezar, durante el 2024, el INS tuvo que desembolsar unos ¢186,8 millones para ayudar a las pymes a recuperarse de los desastres naturales. Pero ojo, porque eso era pa’l año pasado. En lo que vamos de este 2025, ¡la cifra ya rebasó los ¢204,9 millones! Eso significa un aumento del 9,6% con respecto al año anterior. ¡Un buen chayazo para el INS y un calambre para los agricultores!
Y hablando de ayuda, el Seguro Agrícola del INS se ha convertido en el salvavidas de muchas pymes. Esta póliza les da tranquilidad, pues los protege contra esas varas inesperadas que nadie quiere: sequías que secan los cultivos, inundaciones que arrasan con todo, tormentas que destruyen las cosechas, plagas voraces y enfermedades que dejan al ganado hecho polvo. Hasta ahora, unas 468 pymes ya tienen esta cobertura, y vaya que le han venido bien.
“Verás, tener un seguro agrícola es como tener un ángel de la guarda,” me decía Rainer González Molina, jefe de la Subdirección de Cliente Individual y Pyme del INS. “Permite a las pymes encarar mejor estos desafíos del clima y resguardar su inversión, así podemos asegurar que sigamos produciendo alimentos frescos para todos.”
Pero no todas las pólizas son iguales, ahí hay diferentes niveles de protección, pa' que cada quien elija lo que mejor le convenga. Tenemos la Clase Económica, donde tú asumes un poquito del riesgo; la Clase Básica, donde el INS te cubre el 90% de las pérdidas; y la Clase Robusto, donde el INS asume el 100% del daño. Es como elegir entre ir al restaurante chino barato, al restaurante decente o al restaurante de lujo – ¡pa' todos los presupuestos!
Ahora, justo hoy, 24 de octubre, se celebra el Día Internacional contra el Cambio Climático. Un día para reflexionar, ¿eh? Pa’ pensar en cómo podemos todos, desde el mae más humilde hasta el político más poderoso, hacer algo para frenar este calentamiento global que nos está complicando la vida a to’a. No es broma, los efectos ya son palpables en nuestra economía, y si no hacemos algo pronto, la cosa podría ponerse peor.
Esta situación nos lleva a preguntarnos si las políticas actuales son suficientes para mitigar los efectos del cambio climático en el sector productivo. ¿Estamos invirtiendo lo suficiente en adaptación y prevención? ¿Se están brindando incentivos adecuados para que las pymes adopten prácticas agrícolas sostenibles? ¿Es realmente realista esperar que el Seguro Agrícola sea la única solución, o necesitamos medidas estructurales más profundas?
En fin, la situación es complicada, pero no desesperemos. Hay que seguir trabajando, innovando y exigiendo soluciones a nuestros gobernantes. Pero dime, ¿tú qué opinas? ¿Crees que el gobierno debería ofrecer subsidios más amplios para el seguro agrícola, o deberíamos enfocarnos en promover prácticas agrícolas más resilientes al clima? ¡Déjanos tus comentarios en el foro y veamos qué se dice!
Para empezar, durante el 2024, el INS tuvo que desembolsar unos ¢186,8 millones para ayudar a las pymes a recuperarse de los desastres naturales. Pero ojo, porque eso era pa’l año pasado. En lo que vamos de este 2025, ¡la cifra ya rebasó los ¢204,9 millones! Eso significa un aumento del 9,6% con respecto al año anterior. ¡Un buen chayazo para el INS y un calambre para los agricultores!
Y hablando de ayuda, el Seguro Agrícola del INS se ha convertido en el salvavidas de muchas pymes. Esta póliza les da tranquilidad, pues los protege contra esas varas inesperadas que nadie quiere: sequías que secan los cultivos, inundaciones que arrasan con todo, tormentas que destruyen las cosechas, plagas voraces y enfermedades que dejan al ganado hecho polvo. Hasta ahora, unas 468 pymes ya tienen esta cobertura, y vaya que le han venido bien.
“Verás, tener un seguro agrícola es como tener un ángel de la guarda,” me decía Rainer González Molina, jefe de la Subdirección de Cliente Individual y Pyme del INS. “Permite a las pymes encarar mejor estos desafíos del clima y resguardar su inversión, así podemos asegurar que sigamos produciendo alimentos frescos para todos.”
Pero no todas las pólizas son iguales, ahí hay diferentes niveles de protección, pa' que cada quien elija lo que mejor le convenga. Tenemos la Clase Económica, donde tú asumes un poquito del riesgo; la Clase Básica, donde el INS te cubre el 90% de las pérdidas; y la Clase Robusto, donde el INS asume el 100% del daño. Es como elegir entre ir al restaurante chino barato, al restaurante decente o al restaurante de lujo – ¡pa' todos los presupuestos!
Ahora, justo hoy, 24 de octubre, se celebra el Día Internacional contra el Cambio Climático. Un día para reflexionar, ¿eh? Pa’ pensar en cómo podemos todos, desde el mae más humilde hasta el político más poderoso, hacer algo para frenar este calentamiento global que nos está complicando la vida a to’a. No es broma, los efectos ya son palpables en nuestra economía, y si no hacemos algo pronto, la cosa podría ponerse peor.
Esta situación nos lleva a preguntarnos si las políticas actuales son suficientes para mitigar los efectos del cambio climático en el sector productivo. ¿Estamos invirtiendo lo suficiente en adaptación y prevención? ¿Se están brindando incentivos adecuados para que las pymes adopten prácticas agrícolas sostenibles? ¿Es realmente realista esperar que el Seguro Agrícola sea la única solución, o necesitamos medidas estructurales más profundas?
En fin, la situación es complicada, pero no desesperemos. Hay que seguir trabajando, innovando y exigiendo soluciones a nuestros gobernantes. Pero dime, ¿tú qué opinas? ¿Crees que el gobierno debería ofrecer subsidios más amplios para el seguro agrícola, o deberíamos enfocarnos en promover prácticas agrícolas más resilientes al clima? ¡Déjanos tus comentarios en el foro y veamos qué se dice!