Bueno, pues ahí le va, gente del Foro. Parece que la cosa se puso más turbia de lo que pensábamos con este rollo entre el Presidente Chaves, Randall Zúñiga (el jefe del OIJ), y el Inamu. El día de ayer, nuestro querido presidente soltó una cozadota, catalogando como 'basura' la denuncia que salió a la luz sobre supuestos acercamientos del Inamu, incluyendo a la propia Yerling Zúñiga, para influir en una denuncia contra Randall. ¡Imagínate la bronca!
Todo empezó cuando una dama de Turrialba echó arena a la olla, contando que desde el Inamu, hasta la jefa, le estaban preparando el terreno para acusar al director del OIJ. Le dijeron que solo tenía que poner su firma en unos papeles ya listos. ¡Una jugada bastante baja, diay! El Presidente, como buen defensor de sus principios, no tardó en negar cualquier relación del gobierno con estas movidas. Directamente le soltó a un reportero de CRHoy.com que eso era “basura, como lo que usted reporta”. Vaya, ¡directísimo!
Lo curioso de todo esto es que, aunque niegue con toda su alma, el Presidente ha estado soltando información contradictoria. Recordarán que hace poco, en una conferencia de prensa, mencionó que había cinco denuncias contra Randall Zúñiga, y que algunas estaban siendo amenazadas. Incluso llegó a decir que el director del OIJ estaba intimidándolas para que no presentaran denuncias, alegando que Carlos Díaz, el Fiscal General, era “su amigo”. ¡Un verdadero galimatías, chunche! Esto pinta pa’ novela...
Para colmo, mientras el Presidente negaba tres tequilas y cuatro catracas sobre las denuncias, el pobre Randall Zúñiga estaba sudando la camiseta en una indagatoria en los tribunales de San José. Su abogado, Federico Campos, explicó que estaban dando los primeros descargos, que se ampliarán en noviembre. No dieron muchos detalles sobre las pruebas, pero aseguraron que son mayormente electrónicas y favorables al funcionario. ¡Nosotros veremos, nosotros veremos!, como dice el dicho.
Y es que la defensa de Zúñiga está buscando cualquier resquicio. Recordemos que el director del OIJ, en declaraciones anteriores, había expresado su desacuerdo con la suspensión de 15 días impuesta por la Corte Suprema de Justicia. Ahora, parece que ni siquiera ha considerado renunciar al cargo, pese a la magnitud de las acusaciones. ¡Se aferra al brete como quién se agarra a un clavo ardiendo!
Lo que más preocupa es la gravedad de las acusaciones. Se habla de al menos 14 mujeres que buscan asesoría legal por temor a represalias. El riesgo de que esto se convierta en un escándalo aún mayor es muy real. Además, esta maraña de denuncias, contradicciones y versiones cruzadas pone en tela de juicio la credibilidad de las instituciones públicas, y alimenta la desconfianza de los ciudadanos. ¡Qué vara tan complicada!
Ahora bien, analizando la situación desde otra perspectiva, hay que preguntarse si el Presidente Chaves está utilizando este asunto para distraer la atención de otros temas más urgentes. Algunos señalan que podría estar protegiendo a aliados cercanos o buscando debilitar al OIJ, una institución clave en la lucha contra el crimen organizado. Ya saben, como dicen por acá: 'Donde hay humo, hay fuego'. Esta vainera huele a quemado, y mucho.
En fin, la cosa está que arde, y todo apunta a que este caso seguirá dando de qué hablar por un buen tiempo. Considerando todas las idas y venidas, las negaciones y las insinuaciones, me pregunto: ¿Ustedes creen que el Presidente Chaves está diciendo la verdad, o nos quiere llevar por el camino equivocado? ¿Y cuál creen que será el desenlace final de este conflicto?
Todo empezó cuando una dama de Turrialba echó arena a la olla, contando que desde el Inamu, hasta la jefa, le estaban preparando el terreno para acusar al director del OIJ. Le dijeron que solo tenía que poner su firma en unos papeles ya listos. ¡Una jugada bastante baja, diay! El Presidente, como buen defensor de sus principios, no tardó en negar cualquier relación del gobierno con estas movidas. Directamente le soltó a un reportero de CRHoy.com que eso era “basura, como lo que usted reporta”. Vaya, ¡directísimo!
Lo curioso de todo esto es que, aunque niegue con toda su alma, el Presidente ha estado soltando información contradictoria. Recordarán que hace poco, en una conferencia de prensa, mencionó que había cinco denuncias contra Randall Zúñiga, y que algunas estaban siendo amenazadas. Incluso llegó a decir que el director del OIJ estaba intimidándolas para que no presentaran denuncias, alegando que Carlos Díaz, el Fiscal General, era “su amigo”. ¡Un verdadero galimatías, chunche! Esto pinta pa’ novela...
Para colmo, mientras el Presidente negaba tres tequilas y cuatro catracas sobre las denuncias, el pobre Randall Zúñiga estaba sudando la camiseta en una indagatoria en los tribunales de San José. Su abogado, Federico Campos, explicó que estaban dando los primeros descargos, que se ampliarán en noviembre. No dieron muchos detalles sobre las pruebas, pero aseguraron que son mayormente electrónicas y favorables al funcionario. ¡Nosotros veremos, nosotros veremos!, como dice el dicho.
Y es que la defensa de Zúñiga está buscando cualquier resquicio. Recordemos que el director del OIJ, en declaraciones anteriores, había expresado su desacuerdo con la suspensión de 15 días impuesta por la Corte Suprema de Justicia. Ahora, parece que ni siquiera ha considerado renunciar al cargo, pese a la magnitud de las acusaciones. ¡Se aferra al brete como quién se agarra a un clavo ardiendo!
Lo que más preocupa es la gravedad de las acusaciones. Se habla de al menos 14 mujeres que buscan asesoría legal por temor a represalias. El riesgo de que esto se convierta en un escándalo aún mayor es muy real. Además, esta maraña de denuncias, contradicciones y versiones cruzadas pone en tela de juicio la credibilidad de las instituciones públicas, y alimenta la desconfianza de los ciudadanos. ¡Qué vara tan complicada!
Ahora bien, analizando la situación desde otra perspectiva, hay que preguntarse si el Presidente Chaves está utilizando este asunto para distraer la atención de otros temas más urgentes. Algunos señalan que podría estar protegiendo a aliados cercanos o buscando debilitar al OIJ, una institución clave en la lucha contra el crimen organizado. Ya saben, como dicen por acá: 'Donde hay humo, hay fuego'. Esta vainera huele a quemado, y mucho.
En fin, la cosa está que arde, y todo apunta a que este caso seguirá dando de qué hablar por un buen tiempo. Considerando todas las idas y venidas, las negaciones y las insinuaciones, me pregunto: ¿Ustedes creen que el Presidente Chaves está diciendo la verdad, o nos quiere llevar por el camino equivocado? ¿Y cuál creen que será el desenlace final de este conflicto?
