¡Aguántense!, porque este fin de semana se arma el tole con la Competencia Nacional de Bandas Manuel María Gutiérrez Flores 2025. Sí, señores, el Anfiteatro Fidel Gamboa del CENAC va a temblar con la música y el brío de nuestras bandas de todo el país. Desde muy temprano, el sábado 9 de noviembre, vamos a tener un espectáculo digno de aplausos.
Esta competencia, organizada por el Ministerio de Cultura y Juventud, no es solamente un concurso, es una celebración de nuestra identidad y el talento que corre por estas venas ticas. Buscan, básicamente, fortalecer el intercambio artístico entre las diferentes agrupaciones y darle al público la oportunidad de disfrutar de esta riqueza cultural que a veces dejamos pasar por alto en medio del trajín diario. Imagínense la onda, ver a bandas de distintos cantones mostrando su gallardía musical... ¡Es pura magia!
Cada banda tendrá quince minutos para demostrar de qué está hecha. Van a tocar tres obras: una elegida por ellas mismas, una pieza totalmente costarricense para honrar nuestras raíces, y otra seleccionada del repertorio universal, pa' demostrar que sabemos movernos bien en cualquier ritmo. Y ojo, porque no todo es tocar bonito; un jurado fino revisará desde la calidad del sonido hasta la presentación escénica, así que ¡a ponerle huevo!
Entre las bandas escolares que participarán, tenemos elencos de lujo como la Banda Escuela Monseñor Luis Leipoid, la Banda Municipal Escuela San Isidro de Heredia, la Benemérita José Martí, la Banda Escuela Municipal de Música Agua Caliente de Cartargo, y la siempre imponente Banda Nacional de San José. ¡Un verdadero cartelazo! Por el lado de las bandas comunitarias, no se quedan atrás: Banda de Conciertos de Jiménez, Banda de Conciertos de Palmares, Banda Sinfónica Universitaria UCR, Benemérita Banda Sinfónica de Nicoya, Banda Municipal de Goicoechea, y hasta el FireBird Wind Orchestra, demostrando que la música no conoce fronteras ni distancias.
Andrey Cruz, director de bandas, me comentaba que esto es pura pasión y entrega. Según él, “más allá del premio es una verdadera fiesta de identidad y comunidad, donde cada músico siente el orgullo de representar a su tierra y a su gente”. Y vaya que sí se nota, pues en la música se transmite todo ese sentimiento. Él asegura que “el escenario no solo vibra con las notas, sino con la energía, el esfuerzo y el corazón que ponemos en cada interpretación.”
Pero eso no es todo, mis panas. Las siete Bandas Nacionales del país también van a estar ahí, ofreciendo conciertos de exhibición que prometen dejar a todos boquiabiertos. Dicen que tienen preparadas sorpresas y un repertorio que resalta la diversidad y la riqueza de nuestro género musical. Imaginen la potencia de esas bandas tocando juntas... ¡Qué carga!
Mientras tanto, en otras latitudes musicales, la Benemérita Orquesta Sinfónica Nacional de Costa Rica se prepara para deleitarnos con un concierto de música barroca este viernes 7 de noviembre en Coronado. Se rifan obras maestras de Bach, Handel y Tartini… Un festín para los oídos si son fanáticos de este estilo. Y por si fuera poco, el Centro Cultural Costarricense Norteamericano (CCCN) nos ofrece actividades variadas, desde entrevistas de artistas reconocidos hasta un emotivo homenaje a los íconos del bolero y una plancha sinfónica llena de nostalgia romántica. ¡Hay para todos los gustos y colores!
Así que ya saben, este fin de semana la música inunda Costa Rica. Una gran oportunidad para apoyar a nuestros músicos y celebrar nuestra cultura. Después de leer todo esto, ¿qué tipo de música le gustaría escuchar más en eventos públicos y gratuitos en nuestro país, y cree que deberíamos hacer más para apoyar a las bandas escolares y comunitarias?
Esta competencia, organizada por el Ministerio de Cultura y Juventud, no es solamente un concurso, es una celebración de nuestra identidad y el talento que corre por estas venas ticas. Buscan, básicamente, fortalecer el intercambio artístico entre las diferentes agrupaciones y darle al público la oportunidad de disfrutar de esta riqueza cultural que a veces dejamos pasar por alto en medio del trajín diario. Imagínense la onda, ver a bandas de distintos cantones mostrando su gallardía musical... ¡Es pura magia!
Cada banda tendrá quince minutos para demostrar de qué está hecha. Van a tocar tres obras: una elegida por ellas mismas, una pieza totalmente costarricense para honrar nuestras raíces, y otra seleccionada del repertorio universal, pa' demostrar que sabemos movernos bien en cualquier ritmo. Y ojo, porque no todo es tocar bonito; un jurado fino revisará desde la calidad del sonido hasta la presentación escénica, así que ¡a ponerle huevo!
Entre las bandas escolares que participarán, tenemos elencos de lujo como la Banda Escuela Monseñor Luis Leipoid, la Banda Municipal Escuela San Isidro de Heredia, la Benemérita José Martí, la Banda Escuela Municipal de Música Agua Caliente de Cartargo, y la siempre imponente Banda Nacional de San José. ¡Un verdadero cartelazo! Por el lado de las bandas comunitarias, no se quedan atrás: Banda de Conciertos de Jiménez, Banda de Conciertos de Palmares, Banda Sinfónica Universitaria UCR, Benemérita Banda Sinfónica de Nicoya, Banda Municipal de Goicoechea, y hasta el FireBird Wind Orchestra, demostrando que la música no conoce fronteras ni distancias.
Andrey Cruz, director de bandas, me comentaba que esto es pura pasión y entrega. Según él, “más allá del premio es una verdadera fiesta de identidad y comunidad, donde cada músico siente el orgullo de representar a su tierra y a su gente”. Y vaya que sí se nota, pues en la música se transmite todo ese sentimiento. Él asegura que “el escenario no solo vibra con las notas, sino con la energía, el esfuerzo y el corazón que ponemos en cada interpretación.”
Pero eso no es todo, mis panas. Las siete Bandas Nacionales del país también van a estar ahí, ofreciendo conciertos de exhibición que prometen dejar a todos boquiabiertos. Dicen que tienen preparadas sorpresas y un repertorio que resalta la diversidad y la riqueza de nuestro género musical. Imaginen la potencia de esas bandas tocando juntas... ¡Qué carga!
Mientras tanto, en otras latitudes musicales, la Benemérita Orquesta Sinfónica Nacional de Costa Rica se prepara para deleitarnos con un concierto de música barroca este viernes 7 de noviembre en Coronado. Se rifan obras maestras de Bach, Handel y Tartini… Un festín para los oídos si son fanáticos de este estilo. Y por si fuera poco, el Centro Cultural Costarricense Norteamericano (CCCN) nos ofrece actividades variadas, desde entrevistas de artistas reconocidos hasta un emotivo homenaje a los íconos del bolero y una plancha sinfónica llena de nostalgia romántica. ¡Hay para todos los gustos y colores!
Así que ya saben, este fin de semana la música inunda Costa Rica. Una gran oportunidad para apoyar a nuestros músicos y celebrar nuestra cultura. Después de leer todo esto, ¿qué tipo de música le gustaría escuchar más en eventos públicos y gratuitos en nuestro país, y cree que deberíamos hacer más para apoyar a las bandas escolares y comunitarias?