¡Ay, Dios mío! Aquí vamos otra vez con temas que te hacen rascar la cabeza, má’e. Resulta que ahora quieren meterle mano a los bienes de los que nos mandan lejos vía extradición. Una diputada, Priscilla Vindas, propuso un proyecto que busca que esos dineros, los que seguramente se ganaron haciendo cosas turbias, se usen pa’ combatir el crimen acá en Costa Rica. Suena chiva, ¿verdad?
Pero, díganme, ¿qué onda esto del cambio de mando 2025, porque parece que todo gira alrededor de eso? El asunto es que, según la diputada, cuando extraditamos a alguien, el Estado termina pagando la factura de cuidar sus propiedades y demás cacharros mientras están allá fuera. Y ahí es donde entra la idea: si el tipo es declarado culpable en otro país, ¡el Estado se queda con sus bienes para invertirlo en seguridad pública! Imagínate, el dinero del narco pa' comprarle chalecos antibalas a nuestros policías... suena casi a cuento de hadas.
Adrian Quesada, un reconocido especialista en estas vainas, dice que esto es necesario, que estamos librando una pelea desigual contra el crimen organizado. Explica que muchos bienes vinculados a redes criminales terminan inmovilizados por años, sin aportar nada a nuestro país. Con este proyecto, podrían utilizarse esos fondos para equipar a las fuerzas policiales, fortalecer programas de prevención, y hasta mejorar las condiciones laborales de nuestros oficiales. ¡Un buen churro!
La propuesta es bastante sencilla: si un juez considera que hay riesgo, podría pedir el decomiso preventivo de cuentas bancarias, propiedades, y otras cositas que tenga el sospechoso en Costa Rica. Y si luego es encontrado culpable en el extranjero, ¡zas!, el Estado se queda con todo. Pero ojo, si lo absuelen, todo vuelve a su dueño original. Así, pa' que no haya movidas raras ni acusaciones de abuso de poder.
Ahora bien, no todo es color de rosa, claro. Quesada también advierte que hay que tener cuidado con los derechos de terceros que pudieran verse afectados. Imagine que el señor extraditado tenía una cuenta conjunta con su madre, o que dejó su casa en renta a una familia… No queremos estar metiendo a gente inocente en este brete legal. Por eso, dice, es crucial afinar los controles y coordinar con las autoridades de los países que solicitan la extradición. Que no anden dando vueltas, mae, que la transparencia es clave.
Esto me recuerda a aquella vez que intentaron hacer algo similar con los bienes de los ex funcionarios corruptos… ¡una torta! Al final, todo quedó en nada, lleno de tecnicismos legales y trabas burocráticas. Esperemos que esta vez sí le echen ganas y logren sacar adelante esta iniciativa. Porque, sinceramente, necesitamos darle un golpe duro al crimen organizado, y si podemos hacerlo utilizando el dinero que nos roban, ¡mejor aún! Un chancho, digo, una oportunidad de oro.
El proyecto ahora va caminando por el Congreso, así que todavía falta mucho camino por recorrer. Habrá debates, enmiendas, y seguramente algunos intentos de sabotearlo. Pero bueno, eso es normal en política, ¿quién no ha visto alguna que otra jugada sucia? Lo importante es mantener la presión, exigir que los diputados hagan su trabajo, y esperar que esta vez sí podamos ver resultados concretos. Además, imagine lo que sería si se pudiera construir más centros educativos, hospitales, ¡o incluso unas buenas piscinas municipales!, con ese dinero que ahora está varado…
En fin, esta es una vara interesante, ¿no creen? Parece que tenemos una oportunidad de recuperar parte del dinero que nos han robado, pero también implica riesgos y desafíos. Entonces, les pregunto a ustedes: ¿Creen que este proyecto de ley realmente podrá contribuir a fortalecer la lucha contra el crimen organizado, o será simplemente otro intento frustrado de solucionar problemas complejos con soluciones simplistas? ¡Déjenme sus opiniones en el foro, quiero saber qué piensan ustedes!
Pero, díganme, ¿qué onda esto del cambio de mando 2025, porque parece que todo gira alrededor de eso? El asunto es que, según la diputada, cuando extraditamos a alguien, el Estado termina pagando la factura de cuidar sus propiedades y demás cacharros mientras están allá fuera. Y ahí es donde entra la idea: si el tipo es declarado culpable en otro país, ¡el Estado se queda con sus bienes para invertirlo en seguridad pública! Imagínate, el dinero del narco pa' comprarle chalecos antibalas a nuestros policías... suena casi a cuento de hadas.
Adrian Quesada, un reconocido especialista en estas vainas, dice que esto es necesario, que estamos librando una pelea desigual contra el crimen organizado. Explica que muchos bienes vinculados a redes criminales terminan inmovilizados por años, sin aportar nada a nuestro país. Con este proyecto, podrían utilizarse esos fondos para equipar a las fuerzas policiales, fortalecer programas de prevención, y hasta mejorar las condiciones laborales de nuestros oficiales. ¡Un buen churro!
La propuesta es bastante sencilla: si un juez considera que hay riesgo, podría pedir el decomiso preventivo de cuentas bancarias, propiedades, y otras cositas que tenga el sospechoso en Costa Rica. Y si luego es encontrado culpable en el extranjero, ¡zas!, el Estado se queda con todo. Pero ojo, si lo absuelen, todo vuelve a su dueño original. Así, pa' que no haya movidas raras ni acusaciones de abuso de poder.
Ahora bien, no todo es color de rosa, claro. Quesada también advierte que hay que tener cuidado con los derechos de terceros que pudieran verse afectados. Imagine que el señor extraditado tenía una cuenta conjunta con su madre, o que dejó su casa en renta a una familia… No queremos estar metiendo a gente inocente en este brete legal. Por eso, dice, es crucial afinar los controles y coordinar con las autoridades de los países que solicitan la extradición. Que no anden dando vueltas, mae, que la transparencia es clave.
Esto me recuerda a aquella vez que intentaron hacer algo similar con los bienes de los ex funcionarios corruptos… ¡una torta! Al final, todo quedó en nada, lleno de tecnicismos legales y trabas burocráticas. Esperemos que esta vez sí le echen ganas y logren sacar adelante esta iniciativa. Porque, sinceramente, necesitamos darle un golpe duro al crimen organizado, y si podemos hacerlo utilizando el dinero que nos roban, ¡mejor aún! Un chancho, digo, una oportunidad de oro.
El proyecto ahora va caminando por el Congreso, así que todavía falta mucho camino por recorrer. Habrá debates, enmiendas, y seguramente algunos intentos de sabotearlo. Pero bueno, eso es normal en política, ¿quién no ha visto alguna que otra jugada sucia? Lo importante es mantener la presión, exigir que los diputados hagan su trabajo, y esperar que esta vez sí podamos ver resultados concretos. Además, imagine lo que sería si se pudiera construir más centros educativos, hospitales, ¡o incluso unas buenas piscinas municipales!, con ese dinero que ahora está varado…
En fin, esta es una vara interesante, ¿no creen? Parece que tenemos una oportunidad de recuperar parte del dinero que nos han robado, pero también implica riesgos y desafíos. Entonces, les pregunto a ustedes: ¿Creen que este proyecto de ley realmente podrá contribuir a fortalecer la lucha contra el crimen organizado, o será simplemente otro intento frustrado de solucionar problemas complejos con soluciones simplistas? ¡Déjenme sus opiniones en el foro, quiero saber qué piensan ustedes!