¡Ay, Dios mío! Aquí vamos otra vez con el circo en la Asamblea Legislativa. Resulta que la diputada Daniela Rojas, del PUSC, salió con la revelación bomba: el Gobierno de Rodrigo Chaves la está ignorando por completo, ni siquiera la considera para convocar proyectos en estas sesiones extraordinarias. Y la razón, según ella, es clarísima como el agua de Barva: votó a favor de levantarle la inmunidad al Presidente. ¿Se imaginan la bronca?
La diputada no anduvo con rodeos y soltó la sopa públicamente, diciendo que ella es parte del grupo de legisladores que no recibe ni una llamada del poder ejecutivo. Un buen golpe directo a la mesa, dirían algunos. Lo curioso es que parece ser la primera en admitirlo abiertamente, dejando entrever que otros también se sienten marginados por tomar decisiones que no complacen al mandatario. Digamos que la cosa huele a quemado, mi clave.
Y no es solo Rojas la que siente el frío. Según fuentes cercanas a la Asamblea, diputados de Liberación Nacional, el Frente Amplio e incluso algunos independientes que también apoyaron la revocatoria de la inmunidad de Chaves, también están pasando factura. Parece que el Presidente no olvida tan fácil y está usando su influencia para asegurarse de que solo reciban atención aquellos que le dan la mano. ¡Qué jugada!
Ante esta situación, recurrimos a la voz oficialista, representada por Pilar Cisneros, jefa del oficialismo. Cisneros, con toda la calma del mundo, explicó que la agenda de convocatorias está estrictamente controlada por el viceministro de la Presidencia, Alejandro Barrantes, quien coordina directamente con el Presidente. Según su versión, solamente entran en la lista los proyectos que realmente interesan al gobierno, así de simple. Una justificación que muchos encuentran poco convincente, pa' ponerle un cascabel al gato.
“A ver, yo creo que lo que se está haciendo es darle prioridad absoluta a los proyectos que al Gobierno le interesan,” declaró Cisneros con aplomo. “Si no hay dentro de los proyectos de Daniela alguno que al Gobierno le interesa, no se lo van a convocar, punto. Ni a ella ni a nadie.” Palabras duras, mi pana, que solo confirman la tensión existente entre el Ejecutivo y algunos sectores de la Asamblea. Parece que la cosa está encendida, ¡y vaya si está caliente!
Por su parte, el jefe de fracción del PLN, Óscar Izquierdo, trató de enfriar los ánimos, afirmando que enviaron al Ejecutivo una propuesta con varios proyectos que calificaron de “potentes”. Pero Cisneros volvió a dejar claro que el foco principal estarán en los proyectos que consideran prioritarios. Como si fuera un concurso de quién tiene la voz más alta, vamos, que aquí nos peleamos por el pedazo más grande del pastel.
Lo interesante es escuchar las declaraciones de Cisneros en la reunión convocada por el presidente del Congreso, Rodrigo Arias. Allí, la diputada officialista no se mordió la lengua y le dijo textualmente: “Ayer se los dije en esa reunión que convocaron; yo le dije no. Y dice don Rodrigo Arias: 'Pilar, pero estamos haciendo una petición expresa'. Le digo: 'sí, yo le estoy dando una respuesta expresa, y la respuesta expresa es: en extraordinarias necesitamos que avance lo que a nosotros nos interesa como Gobierno’”. ¡Un choque de titanes, señores! Demostrando que la relación entre el Congreso y el Ejecutivo está atravesando momentos difíciles.
Con este periodo de sesiones extraordinarias llegando a su fin –el 31 de enero, aunque suspendido desde el 18 de diciembre–, la presión aumenta para que ambos lados lleguen a acuerdos. Sin embargo, la actitud intransigente del Gobierno deja entrever que la negociación será complicada. Ya solo aprobaron dos proyectos en segundo debate, incluido el presupuesto de 2026. ¿Será que la polarización política seguirá siendo el obstáculo para lograr consensos y avanzar en temas cruciales para el país? Ahora bien, viendo este panorama, ¿creen ustedes que la priorización de proyectos gubernamentales está afectando el debate democrático en Costa Rica y limitando la participación de diferentes voces en la Asamblea?
La diputada no anduvo con rodeos y soltó la sopa públicamente, diciendo que ella es parte del grupo de legisladores que no recibe ni una llamada del poder ejecutivo. Un buen golpe directo a la mesa, dirían algunos. Lo curioso es que parece ser la primera en admitirlo abiertamente, dejando entrever que otros también se sienten marginados por tomar decisiones que no complacen al mandatario. Digamos que la cosa huele a quemado, mi clave.
Y no es solo Rojas la que siente el frío. Según fuentes cercanas a la Asamblea, diputados de Liberación Nacional, el Frente Amplio e incluso algunos independientes que también apoyaron la revocatoria de la inmunidad de Chaves, también están pasando factura. Parece que el Presidente no olvida tan fácil y está usando su influencia para asegurarse de que solo reciban atención aquellos que le dan la mano. ¡Qué jugada!
Ante esta situación, recurrimos a la voz oficialista, representada por Pilar Cisneros, jefa del oficialismo. Cisneros, con toda la calma del mundo, explicó que la agenda de convocatorias está estrictamente controlada por el viceministro de la Presidencia, Alejandro Barrantes, quien coordina directamente con el Presidente. Según su versión, solamente entran en la lista los proyectos que realmente interesan al gobierno, así de simple. Una justificación que muchos encuentran poco convincente, pa' ponerle un cascabel al gato.
“A ver, yo creo que lo que se está haciendo es darle prioridad absoluta a los proyectos que al Gobierno le interesan,” declaró Cisneros con aplomo. “Si no hay dentro de los proyectos de Daniela alguno que al Gobierno le interesa, no se lo van a convocar, punto. Ni a ella ni a nadie.” Palabras duras, mi pana, que solo confirman la tensión existente entre el Ejecutivo y algunos sectores de la Asamblea. Parece que la cosa está encendida, ¡y vaya si está caliente!
Por su parte, el jefe de fracción del PLN, Óscar Izquierdo, trató de enfriar los ánimos, afirmando que enviaron al Ejecutivo una propuesta con varios proyectos que calificaron de “potentes”. Pero Cisneros volvió a dejar claro que el foco principal estarán en los proyectos que consideran prioritarios. Como si fuera un concurso de quién tiene la voz más alta, vamos, que aquí nos peleamos por el pedazo más grande del pastel.
Lo interesante es escuchar las declaraciones de Cisneros en la reunión convocada por el presidente del Congreso, Rodrigo Arias. Allí, la diputada officialista no se mordió la lengua y le dijo textualmente: “Ayer se los dije en esa reunión que convocaron; yo le dije no. Y dice don Rodrigo Arias: 'Pilar, pero estamos haciendo una petición expresa'. Le digo: 'sí, yo le estoy dando una respuesta expresa, y la respuesta expresa es: en extraordinarias necesitamos que avance lo que a nosotros nos interesa como Gobierno’”. ¡Un choque de titanes, señores! Demostrando que la relación entre el Congreso y el Ejecutivo está atravesando momentos difíciles.
Con este periodo de sesiones extraordinarias llegando a su fin –el 31 de enero, aunque suspendido desde el 18 de diciembre–, la presión aumenta para que ambos lados lleguen a acuerdos. Sin embargo, la actitud intransigente del Gobierno deja entrever que la negociación será complicada. Ya solo aprobaron dos proyectos en segundo debate, incluido el presupuesto de 2026. ¿Será que la polarización política seguirá siendo el obstáculo para lograr consensos y avanzar en temas cruciales para el país? Ahora bien, viendo este panorama, ¿creen ustedes que la priorización de proyectos gubernamentales está afectando el debate democrático en Costa Rica y limitando la participación de diferentes voces en la Asamblea?