¡Ay, patitos! Se armó un fajón de propuestas en el congreso de Canatur el lunes pasado. Siete aspirantes a la silla presidencial anduvieron presentando sus ideas sobre cómo rescatar al turismo, que anda medio depre desde hace buen tiempo. Entre promesas de bajar el tipo de cambio y hasta convertir el ICT en ministerio, hubo de todo, mae.
El evento, organizado por la Cámara Nacional de Turismo, fue el cierre del Congreso Nacional de Turismo 2025. Un escenario clave para ver qué tan comprometidos están los candidatos con este brete que mueve la economía del país. Hubo caras nuevas y otras conocidas, todos buscando convencer al sector de que ellos son la vara correcta para impulsar el turismo costarricense.
Empezando con Juan Carlos Hidalgo (PUSC), el señor vino con la lanza en alto hablando del tipo de cambio. Según él, ese es el problema número uno y necesita una junta directiva técnica, pa' que no ande metiéndose el gobierno en movidas políticas. Eso sí, prometió cargarle a las cargas sociales, que a muchos negocios les está apretando el cogote. Y claro, como buen candidato, tampoco se olvidó de decir que el turismo consume mucha luz, así que apoya la apertura del mercado eléctrico. ¡Qué chiva si sale bien!
Luego entró Ariel Robles (Frente Amplio), pa’ darle su toque. Él criticó duramente los ataques del Presidente Chaves al TSE, diciendo que eso daña la imagen del país a nivel internacional. “No puede ser que solo haya paz cuando el Presidente se incapacita,” sentenció. También tocó el tema de la autonomía del Banco Central, proponiendo que escuche solo a los técnicos, no a los políticos de turno. Y eso no es todo, porque también habló de la gentrificación y de cómo controlar los precios de las propiedades para evitar que el turismo termine perjudicando a los vecinos. Vaya, el señor sí que tiene algunas ideas interesantes, aunque a veces un poco densas.
Fabricio Alvarado (cristiano) le apostó a juntar a las instituciones del Estado y a las cámaras empresariales. Lo que busca es una coordinación tremenda, pa’ que todos remen en la misma dirección. Pero lo que más llamó la atención fue su promesa de mano dura contra la delincuencia. Ahí viene el quid de la cuestión, porque la seguridad es un tema que preocupa a todos los turistas, y no podemos andar dejando malas impresiones. La imagen del país importa, y mucho.
Eliécer Feinzaig (PLP) propuso reformar el Estado y crear una mesa de seguridad turística con participación del Ministerio de Seguridad y las cámaras. Su idea es apoyar a los cantones que lo necesiten para formar policías municipales, lo que ayudaría a combatir la delincuencia a nivel local. Y como si fuera poco, quiere hablar con el Banco Central para buscar una política monetaria que baje la inflación y estabilice el tipo de cambio. ¡Madre mía, este señor anda con mil proyectos encima!
Natalia Díaz (Unidos Podemos) planteó la opción de convertir el ICT en ministerio, argumentando que así tendría más poder para articular acciones y coordinar esfuerzos. Aunque ella ya sabe de lo que va el tema, porque fue Ministra de la Presidencia durante el gobierno actual. También recalcó la importancia de mejorar la seguridad en el país, diciendo que “ahora mismo, aquí todo mundo hace lo que quiera.” Una crítica directa a la falta de control y orden en nuestras calles. Y, como los demás, también mencionó la necesidad de que el Banco Central considere la productividad y el empleo en sus decisiones. ¡Parece que todos tienen algo que decir sobre el BCCR!
Y cerrando la ronda, José Aguilar (Avanza) llegó con un discurso duro contra la delincuencia, prometiendo una estrategia “de choque y feroz” para asustar a los delincuentes. Quién sabe si funcionará, pero algo tenemos que hacer. Prometió reforzar la educación y bajar los precios de la electricidad y los impuestos. Con tanta propuesta, ¿cuál creen que realmente tendrá el mayor impacto en el turismo costarricense? ¿Cuál de estos candidatos presenta la visión más realista y efectiva para revitalizar nuestro sector turístico y garantizar que sigamos siendo un destino seguro y atractivo para los visitantes? ¿Ustedes qué opinan, pura vida?
El evento, organizado por la Cámara Nacional de Turismo, fue el cierre del Congreso Nacional de Turismo 2025. Un escenario clave para ver qué tan comprometidos están los candidatos con este brete que mueve la economía del país. Hubo caras nuevas y otras conocidas, todos buscando convencer al sector de que ellos son la vara correcta para impulsar el turismo costarricense.
Empezando con Juan Carlos Hidalgo (PUSC), el señor vino con la lanza en alto hablando del tipo de cambio. Según él, ese es el problema número uno y necesita una junta directiva técnica, pa' que no ande metiéndose el gobierno en movidas políticas. Eso sí, prometió cargarle a las cargas sociales, que a muchos negocios les está apretando el cogote. Y claro, como buen candidato, tampoco se olvidó de decir que el turismo consume mucha luz, así que apoya la apertura del mercado eléctrico. ¡Qué chiva si sale bien!
Luego entró Ariel Robles (Frente Amplio), pa’ darle su toque. Él criticó duramente los ataques del Presidente Chaves al TSE, diciendo que eso daña la imagen del país a nivel internacional. “No puede ser que solo haya paz cuando el Presidente se incapacita,” sentenció. También tocó el tema de la autonomía del Banco Central, proponiendo que escuche solo a los técnicos, no a los políticos de turno. Y eso no es todo, porque también habló de la gentrificación y de cómo controlar los precios de las propiedades para evitar que el turismo termine perjudicando a los vecinos. Vaya, el señor sí que tiene algunas ideas interesantes, aunque a veces un poco densas.
Fabricio Alvarado (cristiano) le apostó a juntar a las instituciones del Estado y a las cámaras empresariales. Lo que busca es una coordinación tremenda, pa’ que todos remen en la misma dirección. Pero lo que más llamó la atención fue su promesa de mano dura contra la delincuencia. Ahí viene el quid de la cuestión, porque la seguridad es un tema que preocupa a todos los turistas, y no podemos andar dejando malas impresiones. La imagen del país importa, y mucho.
Eliécer Feinzaig (PLP) propuso reformar el Estado y crear una mesa de seguridad turística con participación del Ministerio de Seguridad y las cámaras. Su idea es apoyar a los cantones que lo necesiten para formar policías municipales, lo que ayudaría a combatir la delincuencia a nivel local. Y como si fuera poco, quiere hablar con el Banco Central para buscar una política monetaria que baje la inflación y estabilice el tipo de cambio. ¡Madre mía, este señor anda con mil proyectos encima!
Natalia Díaz (Unidos Podemos) planteó la opción de convertir el ICT en ministerio, argumentando que así tendría más poder para articular acciones y coordinar esfuerzos. Aunque ella ya sabe de lo que va el tema, porque fue Ministra de la Presidencia durante el gobierno actual. También recalcó la importancia de mejorar la seguridad en el país, diciendo que “ahora mismo, aquí todo mundo hace lo que quiera.” Una crítica directa a la falta de control y orden en nuestras calles. Y, como los demás, también mencionó la necesidad de que el Banco Central considere la productividad y el empleo en sus decisiones. ¡Parece que todos tienen algo que decir sobre el BCCR!
Y cerrando la ronda, José Aguilar (Avanza) llegó con un discurso duro contra la delincuencia, prometiendo una estrategia “de choque y feroz” para asustar a los delincuentes. Quién sabe si funcionará, pero algo tenemos que hacer. Prometió reforzar la educación y bajar los precios de la electricidad y los impuestos. Con tanta propuesta, ¿cuál creen que realmente tendrá el mayor impacto en el turismo costarricense? ¿Cuál de estos candidatos presenta la visión más realista y efectiva para revitalizar nuestro sector turístico y garantizar que sigamos siendo un destino seguro y atractivo para los visitantes? ¿Ustedes qué opinan, pura vida?