¡Ay, Dios mío! Parece que este brete de los caracoles gigantes africanos no tiene fin a la vista. El Servicio Fitosanitario del Estado (SFE) nos confirma que la pesadilla sigue concentrada en Mercedes Sur y San Lorenzo, Heredia. Uno pensaría que para ya, habrían desaparecido, pero ahí andan, comiéndose nuestras plantas y causando dolores de cabeza a todos.
Para ponerlos en contexto, este problema empezó hace un par de años, allá por 2021, cuando aparecieron los primeros registros en Liberia. Desde entonces, hemos estado luchando contra estos invasores que no son precisamente amigotes con nuestra flora. Hay que reconocer que el SFE ha estado metiendo empeño, pero esto parece una tarea que lleva tiempo y esfuerzo constante, diay.
Al cierre del 8 de diciembre, ¡ya van 7.971 caracoles recogidos!, aunque no hayan aparecido nuevos focos fuera de esas dos comunidades. Eso sí es algo bueno, así que vamos por buen camino...lentamente. El SFE está monitoreando dos anillos de vigilancia que suman 156 hectáreas, y realizando inspecciones de seguimiento. Ya se han recorrido 631 puntos de prospección, buscando esos chunches molestos en cada rincón. ¡Una faena considerable!
La distribución de las capturas, según el director del SFE, Nelson Morera, se mantiene igual que la semana anterior: 6.386 ejemplares en 22 puntos positivos en Mercedes Sur y 1.585 en 5 puntos en San Lorenzo. Lo bueno es que siguen encontrándose en los mismos lugares iniciales, lo cual les da cierta tranquilidad, dice el señor. Esperemos que esa calma dure, porque sabemos cómo pueden cambiar las cosas de repente.
Ahora bien, hay un punto importantísimo: ¡No se intenten eliminar solos! Por favor, mi gente, no se pongan en riesgo. Estos caracoles no son inocentes; pueden transmitir enfermedades y causar problemas graves. El protocolo es claro: congelamiento seguido de autoclave o incineración. Son procesos especializados que requieren personal capacitado y equipos adecuados. Así que, si ven uno, mándenlo a reportar al 8464-7265, ¡y déjennos el trabajo sucio a nosotros!
Y ojo, que aunque el brote no esté afectando directamente a zonas agrícolas, el riesgo es alto. Imagínense si estos bichos llegan a las plantaciones… ¡Sería una torta terrible para nuestros agricultores y para la economía del país! Podríamos perder cosechas valiosas y comprometer nuestros mercados de exportación. Esto nos toca a todos, desde el mae que planta cilantro en macetas hasta las grandes empresas bananeras. Tenemos que estar alertas y colaborar.
Recordemos rápido quiénes son estos invasores. Son caracoles terrestres enormes, originarios de África, que pueden llegar a medir más de 20 centímetros. Se alimentan de prácticamente cualquier cosa vegetal, ponen cientos de huevos a la vez y se reproducen varias veces al año. Además, son portadores de parásitos que pueden afectar a personas y animales. ¡Un combo completo de problemas, vaya!
Entonces, mi gente, ¿qué opinan ustedes? Con toda esta lucha contra los caracoles gigantes africanos, ¿creen que el gobierno debería invertir aún más recursos en investigación y educación para prevenir futuras invasiones, o deberíamos enfocarnos en fortalecer las medidas de control existentes en las áreas afectadas?
Para ponerlos en contexto, este problema empezó hace un par de años, allá por 2021, cuando aparecieron los primeros registros en Liberia. Desde entonces, hemos estado luchando contra estos invasores que no son precisamente amigotes con nuestra flora. Hay que reconocer que el SFE ha estado metiendo empeño, pero esto parece una tarea que lleva tiempo y esfuerzo constante, diay.
Al cierre del 8 de diciembre, ¡ya van 7.971 caracoles recogidos!, aunque no hayan aparecido nuevos focos fuera de esas dos comunidades. Eso sí es algo bueno, así que vamos por buen camino...lentamente. El SFE está monitoreando dos anillos de vigilancia que suman 156 hectáreas, y realizando inspecciones de seguimiento. Ya se han recorrido 631 puntos de prospección, buscando esos chunches molestos en cada rincón. ¡Una faena considerable!
La distribución de las capturas, según el director del SFE, Nelson Morera, se mantiene igual que la semana anterior: 6.386 ejemplares en 22 puntos positivos en Mercedes Sur y 1.585 en 5 puntos en San Lorenzo. Lo bueno es que siguen encontrándose en los mismos lugares iniciales, lo cual les da cierta tranquilidad, dice el señor. Esperemos que esa calma dure, porque sabemos cómo pueden cambiar las cosas de repente.
Ahora bien, hay un punto importantísimo: ¡No se intenten eliminar solos! Por favor, mi gente, no se pongan en riesgo. Estos caracoles no son inocentes; pueden transmitir enfermedades y causar problemas graves. El protocolo es claro: congelamiento seguido de autoclave o incineración. Son procesos especializados que requieren personal capacitado y equipos adecuados. Así que, si ven uno, mándenlo a reportar al 8464-7265, ¡y déjennos el trabajo sucio a nosotros!
Y ojo, que aunque el brote no esté afectando directamente a zonas agrícolas, el riesgo es alto. Imagínense si estos bichos llegan a las plantaciones… ¡Sería una torta terrible para nuestros agricultores y para la economía del país! Podríamos perder cosechas valiosas y comprometer nuestros mercados de exportación. Esto nos toca a todos, desde el mae que planta cilantro en macetas hasta las grandes empresas bananeras. Tenemos que estar alertas y colaborar.
Recordemos rápido quiénes son estos invasores. Son caracoles terrestres enormes, originarios de África, que pueden llegar a medir más de 20 centímetros. Se alimentan de prácticamente cualquier cosa vegetal, ponen cientos de huevos a la vez y se reproducen varias veces al año. Además, son portadores de parásitos que pueden afectar a personas y animales. ¡Un combo completo de problemas, vaya!
Entonces, mi gente, ¿qué opinan ustedes? Con toda esta lucha contra los caracoles gigantes africanos, ¿creen que el gobierno debería invertir aún más recursos en investigación y educación para prevenir futuras invasiones, o deberíamos enfocarnos en fortalecer las medidas de control existentes en las áreas afectadas?