¡Ay, Dios mío! Otro año más y Cartago se viste de gala para recordar cuándo nos sacudimos del yugo español. Este 29 de octubre, la provincia rindió homenaje a la verdadera fecha de la Independencia, y vaya que lo hicieron con estilo. Olvídate de esas fechas inventadas, aquí en Cartago sabemos cuál es la data correcta y lo festejamos a rabiar.
Todo empezó tempranito con un acto cívico bastante emotivo en el Anfiteatro Municipal. Niños y niñas del Jardín de Niños Carlos J. Peralta, esos pisotes, le cantaron a nuestra historia, rendiendo honores a la declaración de independencia. Imagínate el ambiente, pura energía juvenil y patriotismo… ¡qué chiva!
Pero el plato fuerte del día fue, sin duda alguna, el desfile de bandas estudiantiles. Treinta y ocho bandas, ¡treinta y ocho!, inundaron las calles de Cartago con música y color. No solo vinieron bandas de acá de la provincia, sino también de otros rincones del país, demostrando que la llama de la independencia sigue prendida en todos lados. El Liceo de Nicoya mandó representantes; eso sí habla del alcance de esta celebración. ¡Un respectazo!
El alcalde Mario Redondo, como buen anfitrión, no dejó pasar la oportunidad de destacar la importancia de este día. Dijo que estamos celebrando la “cuna de la independencia” y que estas actividades sirven para mantener viva la memoria del cabildo abierto que nos dio la soberanía. Y hablando de soberanía, hay que decir que Cartago siempre ha sido el corazón político del país, así que es normal que aquí se celebre con tanto brío.
Para los que andaban pensando que esto era solo un relajo y parranditas, les recuerdo que la conmemoración de la Independencia tiene un propósito importante: fortalecer nuestra identidad histórica y nuestros valores cívicos. Aprender de dónde venimos es fundamental para saber hacia dónde vamos, ¿no creen?
Mientras tanto, en otras partes del país, seguimos lidiando con los problemas de siempre. En Jacó, por ejemplo, las fuertes lluvias dejaron un brete considerable: 22 incidentes reportados y siete familias tuvieron que buscar refugio en un albergue. Uno se da cuenta de que mientras unos celebramos nuestra libertad, otros luchan por sobrevivir. Que salado, la vida a veces…
Volviendo a Cartago, la organización del evento fue impecable, gracias al esfuerzo conjunto de la Dirección Regional de Educación y la Municipalidad. Se nota que le pusieron ganas y que querían hacerle quedar bien a la provincia. Desde la limpieza de las calles hasta la seguridad del público, todo estaba bajo control. ¡Así se hace!
En fin, un día lleno de música, tradición y orgullo patrio. Pero ahora me pregunto, ¿cree usted que realmente valoramos lo que significa la Independencia, o simplemente lo celebramos porque debemos? ¿Y qué podemos hacer desde nuestras comunidades para promover una mayor conciencia sobre nuestra historia y nuestra identidad costarricense?
Todo empezó tempranito con un acto cívico bastante emotivo en el Anfiteatro Municipal. Niños y niñas del Jardín de Niños Carlos J. Peralta, esos pisotes, le cantaron a nuestra historia, rendiendo honores a la declaración de independencia. Imagínate el ambiente, pura energía juvenil y patriotismo… ¡qué chiva!
Pero el plato fuerte del día fue, sin duda alguna, el desfile de bandas estudiantiles. Treinta y ocho bandas, ¡treinta y ocho!, inundaron las calles de Cartago con música y color. No solo vinieron bandas de acá de la provincia, sino también de otros rincones del país, demostrando que la llama de la independencia sigue prendida en todos lados. El Liceo de Nicoya mandó representantes; eso sí habla del alcance de esta celebración. ¡Un respectazo!
El alcalde Mario Redondo, como buen anfitrión, no dejó pasar la oportunidad de destacar la importancia de este día. Dijo que estamos celebrando la “cuna de la independencia” y que estas actividades sirven para mantener viva la memoria del cabildo abierto que nos dio la soberanía. Y hablando de soberanía, hay que decir que Cartago siempre ha sido el corazón político del país, así que es normal que aquí se celebre con tanto brío.
Para los que andaban pensando que esto era solo un relajo y parranditas, les recuerdo que la conmemoración de la Independencia tiene un propósito importante: fortalecer nuestra identidad histórica y nuestros valores cívicos. Aprender de dónde venimos es fundamental para saber hacia dónde vamos, ¿no creen?
Mientras tanto, en otras partes del país, seguimos lidiando con los problemas de siempre. En Jacó, por ejemplo, las fuertes lluvias dejaron un brete considerable: 22 incidentes reportados y siete familias tuvieron que buscar refugio en un albergue. Uno se da cuenta de que mientras unos celebramos nuestra libertad, otros luchan por sobrevivir. Que salado, la vida a veces…
Volviendo a Cartago, la organización del evento fue impecable, gracias al esfuerzo conjunto de la Dirección Regional de Educación y la Municipalidad. Se nota que le pusieron ganas y que querían hacerle quedar bien a la provincia. Desde la limpieza de las calles hasta la seguridad del público, todo estaba bajo control. ¡Así se hace!
En fin, un día lleno de música, tradición y orgullo patrio. Pero ahora me pregunto, ¿cree usted que realmente valoramos lo que significa la Independencia, o simplemente lo celebramos porque debemos? ¿Y qué podemos hacer desde nuestras comunidades para promover una mayor conciencia sobre nuestra historia y nuestra identidad costarricense?