¡Ay, Dios mío! Qué torta de situación nos tocó vivir este fin de semana en Cartago. Las lluvias no dieron tregua y dejaron a varios vecinos varados, casas sin techo y un tranque monumental en la Florencio del Castillo. Parece que el cielo se le vino encima a la ciudad capital.
Según reportes preliminares, las fuertes precipitaciones provocaron el desborde de varios ríos menores y arroyos, inundando calles y dejando viviendas incomunicadas. Algunos tuvieron que salir corriendo con lo justo, buscando refugio en casa de familiares o amigos. Imagínense el susto, ¡diay!
Pero no fue solo eso, porque también apareció un tornadito inesperado que se llevó algunas tejas y causó daños estructurales en unas cuantas casas por Barrio María Rosa. “Un chunche así nunca lo habíamos visto por acá,” comentaba Doña Luisa, vecina de la zona, mientras intentaba recoger lo que quedó de su jardín.
La Municipalidad de Cartago, liderada por don Mario Redondo, no se quedó de brazos cruzados. Dicen que estuvieron limpiando el río Taras y sus afluentes desde temprano, tratando de prevenir lo peor. Se movieron como pueden, coordinándose con el CNE, la Cruz Roja y los bomberos, pero vaya que esto les pegó duro, ¡qué carga!
Y ni hablar del tráfico en la Florencio del Castillo. Cerraron un carril porque la carretera estaba llena de barro y piedras que cayeron con la lluvia. El tránsito se volvió un brete, con filas kilométricas de carros y buses atrapados en medio del caos. Muchos llegaron tarde al trabajo y otros tuvieron que buscar rutas alternativas, perdiendo horas valiosas.
Las autoridades piden mantener la calma y extremar las precauciones, advirtiendo a la población sobre posibles deslizamientos y nuevas inundaciones. Le dicen a la gente que esté pendiente de los boletines oficiales y que no se arriesgue a transitar por zonas peligrosas. “Más vale prevenir que lamentar, maes,” enfatizó el alcalde Redondo en declaraciones a Diario Extra.
Este tipo de situaciones nos recuerdan lo vulnerables que somos ante los efectos del cambio climático. Ya hemos visto cómo se intensifican las lluvias y tormentas en otras partes del país, y ahora Cartago ha sido víctima de su furia. Es momento de replantearnos nuestras estrategias de prevención y adaptación para enfrentar estos desafíos futuros. Tenemos que ponerle empeño, porque esto se va a seguir viendo, a menos que hagamos algo drástico.
Ahora bien, hablando de todo esto, ¿creen ustedes que el gobierno debería invertir más recursos en sistemas de alerta temprana y drenaje pluvial para evitar tragedias como la de Cartago? ¿O qué medidas creen que serían más efectivas para proteger a las comunidades más vulnerables frente a los fenómenos climáticos extremos?
Según reportes preliminares, las fuertes precipitaciones provocaron el desborde de varios ríos menores y arroyos, inundando calles y dejando viviendas incomunicadas. Algunos tuvieron que salir corriendo con lo justo, buscando refugio en casa de familiares o amigos. Imagínense el susto, ¡diay!
Pero no fue solo eso, porque también apareció un tornadito inesperado que se llevó algunas tejas y causó daños estructurales en unas cuantas casas por Barrio María Rosa. “Un chunche así nunca lo habíamos visto por acá,” comentaba Doña Luisa, vecina de la zona, mientras intentaba recoger lo que quedó de su jardín.
La Municipalidad de Cartago, liderada por don Mario Redondo, no se quedó de brazos cruzados. Dicen que estuvieron limpiando el río Taras y sus afluentes desde temprano, tratando de prevenir lo peor. Se movieron como pueden, coordinándose con el CNE, la Cruz Roja y los bomberos, pero vaya que esto les pegó duro, ¡qué carga!
Y ni hablar del tráfico en la Florencio del Castillo. Cerraron un carril porque la carretera estaba llena de barro y piedras que cayeron con la lluvia. El tránsito se volvió un brete, con filas kilométricas de carros y buses atrapados en medio del caos. Muchos llegaron tarde al trabajo y otros tuvieron que buscar rutas alternativas, perdiendo horas valiosas.
Las autoridades piden mantener la calma y extremar las precauciones, advirtiendo a la población sobre posibles deslizamientos y nuevas inundaciones. Le dicen a la gente que esté pendiente de los boletines oficiales y que no se arriesgue a transitar por zonas peligrosas. “Más vale prevenir que lamentar, maes,” enfatizó el alcalde Redondo en declaraciones a Diario Extra.
Este tipo de situaciones nos recuerdan lo vulnerables que somos ante los efectos del cambio climático. Ya hemos visto cómo se intensifican las lluvias y tormentas en otras partes del país, y ahora Cartago ha sido víctima de su furia. Es momento de replantearnos nuestras estrategias de prevención y adaptación para enfrentar estos desafíos futuros. Tenemos que ponerle empeño, porque esto se va a seguir viendo, a menos que hagamos algo drástico.
Ahora bien, hablando de todo esto, ¿creen ustedes que el gobierno debería invertir más recursos en sistemas de alerta temprana y drenaje pluvial para evitar tragedias como la de Cartago? ¿O qué medidas creen que serían más efectivas para proteger a las comunidades más vulnerables frente a los fenómenos climáticos extremos?