¡Ay, Dios mío, qué bronca! Resulta que todo ese relajo de la investigación contra don José Luis Liu Paniagua, alias Bayron, por lavar billetes, parece que se fue al traste. El Juzgado Penal de San José le dio el visto bueno para que se quite de encima esa vara, confirmando que ya va por los 11 meses desde que archivaron el caso. ¡Imagínate la torta que se habrá ahorrado!
Todo empezó con unas denuncias anónimas, diciendo que Liu había metido guano en las campañas de unos diputados, Johanna Obando y Luis Diego Vargas. Este último todavía anda ‘en estudio’ por la Sala de Casación Penal, pero parece que la cosa está cuesta arriba. Como bien sabemos, estos casos raramente llegan a buen término, y este no fue la excepción.
La Fiscalía Adjunta de Legitimación de Capitales ya había hecho su fechoría, intentando encontrarle la quinta pata al gato, pero al final, no encontraron nada concreto. Según el Juzgado, no hubo pruebas nuevas que justificaran mantener abierto el expediente 23-000064-0033-PE. ¡Ni una solita prueba que le diera sustento a la acusación!
El Fiscal General, Carlo Díaz, salió a declarar que hicieron 'varias diligencias' –más vale que sí–, pero que al final, descubrieron que no había “actividad delictiva”. Dijo que las investigaciones contra Obando y Vargas fueron totalmente distintas y que tampoco lograron demostrar que hubieran recibido pavos de Liu. ¡Un alivio para esos señores, pa' que digan!
Ahora bien, recordemos que el señor Liu no es precisamente un ángel. Además de las reuniones con los diputados, el tipo andaba de ida y vuelta con el diputado Manuel Morales, buscando apoyo para su negocio de cáñamo e inversión extranjera. Y no solo con él, sino también con Pedro Rojas, presidente de la comisión agropecuaria. ¡Parece que tenía contactos por todos lados!
Las visitas de Liu al MSP y al MAG son otro tema aparte. Se dice que el mae se juntaba con altos funcionarios, tratando de conseguir permisos y apoyos para sus negocios. Incluso llegó a capacitar a algunos burócratas sobre el cultivo de cáñamo, porque parecían estar más perdidos que chancla en misa. ¡Pero vaya, ahora resulta que todo era inocente!
Y ojo, que la cosa no termina ahí. Recuerden aquel rumor de que Liu había prestado un millón de dólares a alguien, con la promesa de devolverle ocho cientos mil en siete años. ¡Un brete de dinero! Dicen que además, tenía 25 millones de colones listos para invertir en el país. ¿Será que el hombre es tan generoso, o hay algo más detrás?
Con todo este rollo, queda la gran pregunta: ¿Realmente cerraron el caso porque no había pruebas, o hubo algo turbio detrás? ¿Fue simplemente mala suerte para la Fiscalía, o estamos ante una manipulación para proteger a ciertos personajes? Díganos qué piensa, compas... ¿Creen que el caso Liu debería volver a abrirse, o definitivamente quedó sepultado? ¡Déjennos sus opiniones en los comentarios!
Todo empezó con unas denuncias anónimas, diciendo que Liu había metido guano en las campañas de unos diputados, Johanna Obando y Luis Diego Vargas. Este último todavía anda ‘en estudio’ por la Sala de Casación Penal, pero parece que la cosa está cuesta arriba. Como bien sabemos, estos casos raramente llegan a buen término, y este no fue la excepción.
La Fiscalía Adjunta de Legitimación de Capitales ya había hecho su fechoría, intentando encontrarle la quinta pata al gato, pero al final, no encontraron nada concreto. Según el Juzgado, no hubo pruebas nuevas que justificaran mantener abierto el expediente 23-000064-0033-PE. ¡Ni una solita prueba que le diera sustento a la acusación!
El Fiscal General, Carlo Díaz, salió a declarar que hicieron 'varias diligencias' –más vale que sí–, pero que al final, descubrieron que no había “actividad delictiva”. Dijo que las investigaciones contra Obando y Vargas fueron totalmente distintas y que tampoco lograron demostrar que hubieran recibido pavos de Liu. ¡Un alivio para esos señores, pa' que digan!
Ahora bien, recordemos que el señor Liu no es precisamente un ángel. Además de las reuniones con los diputados, el tipo andaba de ida y vuelta con el diputado Manuel Morales, buscando apoyo para su negocio de cáñamo e inversión extranjera. Y no solo con él, sino también con Pedro Rojas, presidente de la comisión agropecuaria. ¡Parece que tenía contactos por todos lados!
Las visitas de Liu al MSP y al MAG son otro tema aparte. Se dice que el mae se juntaba con altos funcionarios, tratando de conseguir permisos y apoyos para sus negocios. Incluso llegó a capacitar a algunos burócratas sobre el cultivo de cáñamo, porque parecían estar más perdidos que chancla en misa. ¡Pero vaya, ahora resulta que todo era inocente!
Y ojo, que la cosa no termina ahí. Recuerden aquel rumor de que Liu había prestado un millón de dólares a alguien, con la promesa de devolverle ocho cientos mil en siete años. ¡Un brete de dinero! Dicen que además, tenía 25 millones de colones listos para invertir en el país. ¿Será que el hombre es tan generoso, o hay algo más detrás?
Con todo este rollo, queda la gran pregunta: ¿Realmente cerraron el caso porque no había pruebas, o hubo algo turbio detrás? ¿Fue simplemente mala suerte para la Fiscalía, o estamos ante una manipulación para proteger a ciertos personajes? Díganos qué piensa, compas... ¿Creen que el caso Liu debería volver a abrirse, o definitivamente quedó sepultado? ¡Déjennos sus opiniones en los comentarios!
