¡Ay, Dios mío, qué pesar este caso!
La familia de Nadia Peraza Espinoza, la pobre chica que sufrieron tanto, siguen pegándole duro buscando justicia. Después de ese macabro descubrimiento, con pedazos encontrados en unas bolsas y hasta dentro de una nevera... uf, da escalofríos solamente de pensarlo. Ahora, piden al juzgado que amplíen la autopsia para ver exactamente cómo le quitó la vida Jeremy Buzano, el tipo que anda preso y que, según cuentan, tampoco goza precisamente de buena reputación.
Todo esto se remonta a febrero del 2024, cuando desapareció Nadia. Al principio, nadie andaba dando mucho vuelo porque él, el tal Buzano, se hizo pasar por ella en los mensajes… ¡qué onda! Retrasando así cualquier intento de buscarla. Pero la verdad salió a la luz, y ahora estamos viendo este drama que sacudió a Heredia entero. Este martes tienen la audiencia preliminar para decidir si van a juicio, y vaya que hay varios cargos encima del sospechoso: asesinato, una acción civil para pedirle la pena y una querella particular de la familia.
Además de lo anterior, los abogados de la familia quieren que revisen bien la reseña policial de Buzano, sacar a relucir todos esos tatuajes que tiene el mae. Dicen que puede haber algo ahí que nos ayude a entender mejor qué pasó esa noche tan oscura. También están pidiendo copias de la denuncia por la desaparición y del expediente del PANI, ya que tenían una niña en común. ¡Qué brete el que le tocó vivir a esa criatura!
La investigación judicial reveló un panorama espeluznante, sin nada parecido en Heredia. Imagínate, encontrar partes del cuerpo en lugares tan insólitos. Su familia, especialmente su mamá, tuvieron que dar pruebas de ADN para confirmar que eran los restos de Nadia. El abogado de la familia dijo que nunca había visto algo así en sus veinte años de carrera: ¡dijo que arrancarle los tejidos de los huesos, cortar los dedos y envolverlos en papel aluminio, eso no tiene ni pies ni cabeza! Una barbaridad, pura locura.
Parece que la casa en San Rafael de Heredia fue el escenario principal de esta tragedia, y se nota que intentaron limpiar la evidencia. Pintaron paredes, cambiaron pisos… todo para tapar el desastre. Pero la Unidad Canina detectó olor a sangre humana en el dormitorio y en la pila, ¡esa sí que no se podía esconder! Las pruebas de laboratorio confirmaron la presencia de restos sanguíneos, lo que fortaleció aún más la acusación contra Buzano. El transportista, claro, quedó impactado al darse cuenta de lo pesado que era la nevera.
Y ni hablar de los testimonios que esperan presentar en el juicio, ¡son un montón! Desde sus padres y hermanos, quienes pueden contar cómo era la relación con el acusado, pasando por compañeros de trabajo, vecinos, investigadores… hasta un perito forense que explicará cómo murió Nadia. Se han recabado como 43 pruebas, incluyendo informes judiciales, actas de teléfonos celulares, documentos bancarios, e incluso análisis psicológicos. ¡Una maraña de datos para armar el rompecabezas completo!
Con toda esta información, parece que se está construyendo un caso sólido. Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer para darle paz a la familia de Nadia y asegurar que la justicia prevalezca. Con todo lo expuesto, ¿creen ustedes que el sistema judicial costarricense está preparado para afrontar casos de tanta crueldad y planificación como éste, o deberíamos replantearnos algunas estrategias?
La familia de Nadia Peraza Espinoza, la pobre chica que sufrieron tanto, siguen pegándole duro buscando justicia. Después de ese macabro descubrimiento, con pedazos encontrados en unas bolsas y hasta dentro de una nevera... uf, da escalofríos solamente de pensarlo. Ahora, piden al juzgado que amplíen la autopsia para ver exactamente cómo le quitó la vida Jeremy Buzano, el tipo que anda preso y que, según cuentan, tampoco goza precisamente de buena reputación.
Todo esto se remonta a febrero del 2024, cuando desapareció Nadia. Al principio, nadie andaba dando mucho vuelo porque él, el tal Buzano, se hizo pasar por ella en los mensajes… ¡qué onda! Retrasando así cualquier intento de buscarla. Pero la verdad salió a la luz, y ahora estamos viendo este drama que sacudió a Heredia entero. Este martes tienen la audiencia preliminar para decidir si van a juicio, y vaya que hay varios cargos encima del sospechoso: asesinato, una acción civil para pedirle la pena y una querella particular de la familia.
Además de lo anterior, los abogados de la familia quieren que revisen bien la reseña policial de Buzano, sacar a relucir todos esos tatuajes que tiene el mae. Dicen que puede haber algo ahí que nos ayude a entender mejor qué pasó esa noche tan oscura. También están pidiendo copias de la denuncia por la desaparición y del expediente del PANI, ya que tenían una niña en común. ¡Qué brete el que le tocó vivir a esa criatura!
La investigación judicial reveló un panorama espeluznante, sin nada parecido en Heredia. Imagínate, encontrar partes del cuerpo en lugares tan insólitos. Su familia, especialmente su mamá, tuvieron que dar pruebas de ADN para confirmar que eran los restos de Nadia. El abogado de la familia dijo que nunca había visto algo así en sus veinte años de carrera: ¡dijo que arrancarle los tejidos de los huesos, cortar los dedos y envolverlos en papel aluminio, eso no tiene ni pies ni cabeza! Una barbaridad, pura locura.
Parece que la casa en San Rafael de Heredia fue el escenario principal de esta tragedia, y se nota que intentaron limpiar la evidencia. Pintaron paredes, cambiaron pisos… todo para tapar el desastre. Pero la Unidad Canina detectó olor a sangre humana en el dormitorio y en la pila, ¡esa sí que no se podía esconder! Las pruebas de laboratorio confirmaron la presencia de restos sanguíneos, lo que fortaleció aún más la acusación contra Buzano. El transportista, claro, quedó impactado al darse cuenta de lo pesado que era la nevera.
Y ni hablar de los testimonios que esperan presentar en el juicio, ¡son un montón! Desde sus padres y hermanos, quienes pueden contar cómo era la relación con el acusado, pasando por compañeros de trabajo, vecinos, investigadores… hasta un perito forense que explicará cómo murió Nadia. Se han recabado como 43 pruebas, incluyendo informes judiciales, actas de teléfonos celulares, documentos bancarios, e incluso análisis psicológicos. ¡Una maraña de datos para armar el rompecabezas completo!
Con toda esta información, parece que se está construyendo un caso sólido. Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer para darle paz a la familia de Nadia y asegurar que la justicia prevalezca. Con todo lo expuesto, ¿creen ustedes que el sistema judicial costarricense está preparado para afrontar casos de tanta crueldad y planificación como éste, o deberíamos replantearnos algunas estrategias?
