¡Ay, Dios mío, qué vaina! Aquí en Costa Rica a veces toca pelear hasta por el aire que respiramos, ¿verdad? Pues este caso que llegó a la Sala II es justo eso: una pelea digna de película entre un hombre y la CCSS por una pensión que le merecía totalmente.
La bronca empezó porque el Juzgado de Seguridad Social le negó una pensión por invalidez al señor, alegando que su discapacidad ya existía antes de que empezara a cotizar. Como si eso importara, ¿eh? El mae había recorrido un camino largo lleno de papeleo y frustraciones tratando de demostrar que su condición había empeorado hasta el punto de imposibilitarle trabajar, y la respuesta que recibe es un rotundo ‘no’ basado en un tecnicismo del reglamento. ¡Una pena!
Pero ojo que esto no quedó ahí. El señor, con la ayuda de sus abogados, apeló a la Sala Segunda de la Corte Suprema de Justicia, buscando revertir esa injusticia. Y vaya que lo lograron. Los magistrados dieron un golpe de timón y recordaron a la CCSS que no pueden usar la preexistencia de una discapacidad como excusa para negar una pensión si esta se agrava después de que la persona empieza a cotizar. ¡Eso es justicia, mi gente!
La Sala II, en su sabiduría, recordó que la Constitución Política de Costa Rica protege especialmente a las personas con discapacidad y que hay normas internacionales que respaldan ese derecho. Además, citaron un fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que aborda precisamente la discriminación laboral basada en la discapacidad. ¡Le pegaron pa' que duela a la CCSS!
El caso, registrado como 24-000405-1102-LA y con el número de resolución 202500072, es claro: el hombre, aunque tenía una discapacidad previa, sufrió un deterioro significativo en su salud que le impide seguir trabajando. Esto, combinado con el hecho de que había cumplido con sus obligaciones de cotización, le da derecho a recibir la pensión. ¡Es pura lógica, pa' que no haya polémica!
Y no es solo eso, la Sala II también mandó a la CCSS a pagarle al señor los intereses, la indexación y las costas judiciales. Pa' que aprendan la lección y dejen de jugar con la vida de la gente. ¡Menos burocracia y más corazón, por favor!
Esta resolución es un mensaje muy importante para todas aquellas personas con discapacidad que han sido víctimas de discriminación o negligencia por parte de la CCSS. Demuestra que la justicia, aunque a veces tarda, llega. Que no hay que rendirse y que vale la pena luchar por nuestros derechos. Un respiro de aire fresco para muchos, diay.
Ahora me pregunto, ¿cree usted que la CCSS va a cambiar realmente su actitud frente a las solicitudes de pensión por invalidez, o esto será solo un parche temporal? ¿Deberían implementar mecanismos más eficientes y sensibles para evaluar estos casos y evitar futuras batallas judiciales?
La bronca empezó porque el Juzgado de Seguridad Social le negó una pensión por invalidez al señor, alegando que su discapacidad ya existía antes de que empezara a cotizar. Como si eso importara, ¿eh? El mae había recorrido un camino largo lleno de papeleo y frustraciones tratando de demostrar que su condición había empeorado hasta el punto de imposibilitarle trabajar, y la respuesta que recibe es un rotundo ‘no’ basado en un tecnicismo del reglamento. ¡Una pena!
Pero ojo que esto no quedó ahí. El señor, con la ayuda de sus abogados, apeló a la Sala Segunda de la Corte Suprema de Justicia, buscando revertir esa injusticia. Y vaya que lo lograron. Los magistrados dieron un golpe de timón y recordaron a la CCSS que no pueden usar la preexistencia de una discapacidad como excusa para negar una pensión si esta se agrava después de que la persona empieza a cotizar. ¡Eso es justicia, mi gente!
La Sala II, en su sabiduría, recordó que la Constitución Política de Costa Rica protege especialmente a las personas con discapacidad y que hay normas internacionales que respaldan ese derecho. Además, citaron un fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que aborda precisamente la discriminación laboral basada en la discapacidad. ¡Le pegaron pa' que duela a la CCSS!
El caso, registrado como 24-000405-1102-LA y con el número de resolución 202500072, es claro: el hombre, aunque tenía una discapacidad previa, sufrió un deterioro significativo en su salud que le impide seguir trabajando. Esto, combinado con el hecho de que había cumplido con sus obligaciones de cotización, le da derecho a recibir la pensión. ¡Es pura lógica, pa' que no haya polémica!
Y no es solo eso, la Sala II también mandó a la CCSS a pagarle al señor los intereses, la indexación y las costas judiciales. Pa' que aprendan la lección y dejen de jugar con la vida de la gente. ¡Menos burocracia y más corazón, por favor!
Esta resolución es un mensaje muy importante para todas aquellas personas con discapacidad que han sido víctimas de discriminación o negligencia por parte de la CCSS. Demuestra que la justicia, aunque a veces tarda, llega. Que no hay que rendirse y que vale la pena luchar por nuestros derechos. Un respiro de aire fresco para muchos, diay.
Ahora me pregunto, ¿cree usted que la CCSS va a cambiar realmente su actitud frente a las solicitudes de pensión por invalidez, o esto será solo un parche temporal? ¿Deberían implementar mecanismos más eficientes y sensibles para evaluar estos casos y evitar futuras batallas judiciales?
