Al chile, maes, marquen el calendario porque el próximo lunes 22 de setiembre la política tica va a tener más drama que final de novela. El presidente Rodrigo Chaves, ni corto ni perezoso, confirmó que se va a apersonar en la Asamblea Legislativa. ¿El motivo? Nada más y nada menos que para presenciar en primera fila cómo los diputados debaten si le quitan el juguetito más preciado de cualquier presidente: la inmunidad. La vara está que arde y todo apunta a que ese día el Plenario va a ser el centro de atención del país entero, y no precisamente por aprobar un proyecto para arreglar huecos.
La dinámica del show está montada. El Presi llega, se sienta, y tiene 30 minutos para echarse su mejor speech, para convencer a los 57 diputados de que todo es una persecución política o de que la Fiscalía está viendo fantasmas. Media hora para defender su pellejo. Después de eso, le dicen 'muchas gracias, lo llamamos' y lo mandan a salir para que los 'padrastros de la patria' empiecen el verdadero despiche. El debate, los dimes y diretes, y al final, la votación. La cifra mágica es 38. Con 38 votos, el fuero se va al traste y Chaves quedaría a merced de los tribunales por esa denuncia de concusión. Con menos de eso, sale victorioso y con la inmunidad intacta.
El meollo del asunto viene de un informe que, como era de esperarse, partió las aguas. Por un lado, las diputadas Rocío Alfaro del Frente Amplio y Andrea Álvarez del PLN firmaron el dictamen de mayoría. Su conclusión es tajante: aquí no hay ninguna cacería de brujas y, a su parecer, hay carnita suficiente en la denuncia de la Fiscalía como para recomendar que se levante el fuero. Dicen que hay elementos de sobra para que la investigación continúe sin el blindaje presidencial. Básicamente, le están diciendo al resto de diputados: 'Maes, dejen que la justicia haga su brete'.
Pero como en toda buena historia tica, no podía faltar la contraparte. El diputado Daniel Vargas, del oficialismo, se mandó por la libre y refutó ese informe. Él alega que todo es un circo político y que el informe de mayoría no le dejó ni meter la cuchara con sus propios argumentos. Ahora va a presentar su propio dictamen de minoría, donde obviamente va a pedir que no le toquen el fuero al presidente. Así que el 22 no solo veremos a Chaves, sino el choque de dos visiones totalmente opuestas sobre qué hacer con el mandatario. ¡Qué torta se va a armar en ese Plenario!
Más allá de si a uno le cae bien o mal el presidente, esta situación es un termómetro para nuestra democracia. Es la prueba de fuego para la separación de poderes. El brete de los diputados es monumental, porque cualquier decisión que tomen va a sentar un precedente fuertísimo. Si le quitan la inmunidad, el oficialismo y sus seguidores gritarán '¡golpe de Estado blando!'. Si se la mantienen, la oposición y los críticos dirán que es la argolla de siempre protegiendo a los de arriba. No hay salida fácil y el país entero estará con los ojos pegados a la pantalla.
Pero bueno, maes, ahora les toca a ustedes. Más allá de si son 'team Chaves' o 'team anti-Chaves', ¿creen que de verdad hay mérito para quitarle la inmunidad y que el caso se investigue a fondo? ¿O sienten que esto es más un show político para desgastar al gobierno? ¡Quiero leerlos en los comentarios!
La dinámica del show está montada. El Presi llega, se sienta, y tiene 30 minutos para echarse su mejor speech, para convencer a los 57 diputados de que todo es una persecución política o de que la Fiscalía está viendo fantasmas. Media hora para defender su pellejo. Después de eso, le dicen 'muchas gracias, lo llamamos' y lo mandan a salir para que los 'padrastros de la patria' empiecen el verdadero despiche. El debate, los dimes y diretes, y al final, la votación. La cifra mágica es 38. Con 38 votos, el fuero se va al traste y Chaves quedaría a merced de los tribunales por esa denuncia de concusión. Con menos de eso, sale victorioso y con la inmunidad intacta.
El meollo del asunto viene de un informe que, como era de esperarse, partió las aguas. Por un lado, las diputadas Rocío Alfaro del Frente Amplio y Andrea Álvarez del PLN firmaron el dictamen de mayoría. Su conclusión es tajante: aquí no hay ninguna cacería de brujas y, a su parecer, hay carnita suficiente en la denuncia de la Fiscalía como para recomendar que se levante el fuero. Dicen que hay elementos de sobra para que la investigación continúe sin el blindaje presidencial. Básicamente, le están diciendo al resto de diputados: 'Maes, dejen que la justicia haga su brete'.
Pero como en toda buena historia tica, no podía faltar la contraparte. El diputado Daniel Vargas, del oficialismo, se mandó por la libre y refutó ese informe. Él alega que todo es un circo político y que el informe de mayoría no le dejó ni meter la cuchara con sus propios argumentos. Ahora va a presentar su propio dictamen de minoría, donde obviamente va a pedir que no le toquen el fuero al presidente. Así que el 22 no solo veremos a Chaves, sino el choque de dos visiones totalmente opuestas sobre qué hacer con el mandatario. ¡Qué torta se va a armar en ese Plenario!
Más allá de si a uno le cae bien o mal el presidente, esta situación es un termómetro para nuestra democracia. Es la prueba de fuego para la separación de poderes. El brete de los diputados es monumental, porque cualquier decisión que tomen va a sentar un precedente fuertísimo. Si le quitan la inmunidad, el oficialismo y sus seguidores gritarán '¡golpe de Estado blando!'. Si se la mantienen, la oposición y los críticos dirán que es la argolla de siempre protegiendo a los de arriba. No hay salida fácil y el país entero estará con los ojos pegados a la pantalla.
Pero bueno, maes, ahora les toca a ustedes. Más allá de si son 'team Chaves' o 'team anti-Chaves', ¿creen que de verdad hay mérito para quitarle la inmunidad y que el caso se investigue a fondo? ¿O sienten que esto es más un show político para desgastar al gobierno? ¡Quiero leerlos en los comentarios!