¡Ay, comadre! Pilar Cisneros nos dejó boquiabiertos con este cambalache. Recordamos apenas hace unas semanitas que decía que ya no iba a estar metida en la campaña de Pueblo Soberano, citando, cómo no, la falta de tiempo por su brete en la Asamblea. Dijeron que el estrés ya la tenía hasta el tope y que necesitaba descanso, diay, qué rápido cambiaron las cosas.
Para refrescarles la memoria, Cisneros había soltado unas verdades al Observador, dejando claro que no iba a meterse en estrategias de comunicación, que lo máximo era echarle una mano de vez en cuando, con reuniones quincenales o mensuales. Parecía que quería alejarse del ruido político, buscar un poco de paz mental entre tanto lío legislativo. Y ahí sí que parecía sincera, tratando de explicar que no estaba para tantas atenciones.
Pero resulta que, ¡sorpresa!, la semana pasada la sacaron del closet como la nueva coordinadora de comunicación de la campaña de Laura Fernández. ¿Se cree que nadie no se dio cuenta del volteao? La diputada, que es jefa del oficialismo, tuvo que reconocer que reconsideró su posición, justificándose diciendo que ahora sería solo la parte de comunicación y coordinación, y que en ningún caso aceptaría ser jefa de campaña, pues eso requeriría tiempo completo. ¡Un cambio de opinión más rápido que rayo!
Ahora, parece que Cisneros va a estar dedicándole los fines de semana a esta nueva tarea, además de seguir metida de lleno en sus labores legislativas durante la semana. Dijo que van a tener un comité y que va a coordinar con el periodista de Laura y con la agencia que contraten para definir la dinámica de la campaña. Uno se queda pensando si realmente tiene tanto libre ese fin de semana, o si simplemente quiere quedar bien con el aparato, ¡porque esos compromisos siempre son un fastidio!
Y ni hablar del entrenamiento que le dará a Laura Fernández de cara a los debates y entrevistas. Porque claro, si ya va a estar coordinando la comunicación, también tiene que asegurarse de que la candidata esté lista para enfrentar a los medios. Parece que Laura necesita toda la ayuda posible para desenvolverse frente a las cámaras, y Pilar Cisneros se ofreció a ponerle el turbo. Uno se imagina a Pilar corrigiéndole cada palabra, diciéndole cómo gesticular y cómo mantener la calma bajo presión. ¡Imaginen los nervios de Laura!
Pero lo más jugoso de todo este asunto es su declaración de que no va a apoyar a Pueblo Soberano directamente, sino el cambio que representa Laura Fernández. Afirmó que si el vehículo es Pueblo Soberano, no tiene problemas, pero que no va a apoyar al vehículo en sí. Eso claramente apunta a la tensión que tiene con la presidenta Mayulí Ortega y con Calixto Chaves, quienes tendrían un papel importante en la campaña en temas de logística. ¡Menuda vara! Parece que hay mucho drama detrás de bambalinas.
Hace unos días, Cisneros desmintió rumores sobre un supuesto acercamiento a Natalia Díaz y una posible adhesión para las elecciones. Aseguró que eran puras especulaciones infundadas, reafirmando su apoyo a la candidatura de Laura Fernández, aunque fuera desde afuera de Pueblo Soberano. Eso demuestra que sigue fiel a sus convicciones, o quizás simplemente buscando dónde encajar mejor en el panorama político nacional, ¡quién sabe!
Después de todos estos giros inesperados, uno se pregunta: ¿Será que Pilar Cisneros ha encontrado finalmente el lugar donde quiere estar, o simplemente se está moviendo como peón en un tablero de ajedrez político aún incierto? ¿Creen que su apoyo puede impulsar significativamente la campaña de Laura Fernández, o es solo un movimiento estratégico para mantenerse relevante en la arena política costarricense?
Para refrescarles la memoria, Cisneros había soltado unas verdades al Observador, dejando claro que no iba a meterse en estrategias de comunicación, que lo máximo era echarle una mano de vez en cuando, con reuniones quincenales o mensuales. Parecía que quería alejarse del ruido político, buscar un poco de paz mental entre tanto lío legislativo. Y ahí sí que parecía sincera, tratando de explicar que no estaba para tantas atenciones.
Pero resulta que, ¡sorpresa!, la semana pasada la sacaron del closet como la nueva coordinadora de comunicación de la campaña de Laura Fernández. ¿Se cree que nadie no se dio cuenta del volteao? La diputada, que es jefa del oficialismo, tuvo que reconocer que reconsideró su posición, justificándose diciendo que ahora sería solo la parte de comunicación y coordinación, y que en ningún caso aceptaría ser jefa de campaña, pues eso requeriría tiempo completo. ¡Un cambio de opinión más rápido que rayo!
Ahora, parece que Cisneros va a estar dedicándole los fines de semana a esta nueva tarea, además de seguir metida de lleno en sus labores legislativas durante la semana. Dijo que van a tener un comité y que va a coordinar con el periodista de Laura y con la agencia que contraten para definir la dinámica de la campaña. Uno se queda pensando si realmente tiene tanto libre ese fin de semana, o si simplemente quiere quedar bien con el aparato, ¡porque esos compromisos siempre son un fastidio!
Y ni hablar del entrenamiento que le dará a Laura Fernández de cara a los debates y entrevistas. Porque claro, si ya va a estar coordinando la comunicación, también tiene que asegurarse de que la candidata esté lista para enfrentar a los medios. Parece que Laura necesita toda la ayuda posible para desenvolverse frente a las cámaras, y Pilar Cisneros se ofreció a ponerle el turbo. Uno se imagina a Pilar corrigiéndole cada palabra, diciéndole cómo gesticular y cómo mantener la calma bajo presión. ¡Imaginen los nervios de Laura!
Pero lo más jugoso de todo este asunto es su declaración de que no va a apoyar a Pueblo Soberano directamente, sino el cambio que representa Laura Fernández. Afirmó que si el vehículo es Pueblo Soberano, no tiene problemas, pero que no va a apoyar al vehículo en sí. Eso claramente apunta a la tensión que tiene con la presidenta Mayulí Ortega y con Calixto Chaves, quienes tendrían un papel importante en la campaña en temas de logística. ¡Menuda vara! Parece que hay mucho drama detrás de bambalinas.
Hace unos días, Cisneros desmintió rumores sobre un supuesto acercamiento a Natalia Díaz y una posible adhesión para las elecciones. Aseguró que eran puras especulaciones infundadas, reafirmando su apoyo a la candidatura de Laura Fernández, aunque fuera desde afuera de Pueblo Soberano. Eso demuestra que sigue fiel a sus convicciones, o quizás simplemente buscando dónde encajar mejor en el panorama político nacional, ¡quién sabe!
Después de todos estos giros inesperados, uno se pregunta: ¿Será que Pilar Cisneros ha encontrado finalmente el lugar donde quiere estar, o simplemente se está moviendo como peón en un tablero de ajedrez político aún incierto? ¿Creen que su apoyo puede impulsar significativamente la campaña de Laura Fernández, o es solo un movimiento estratégico para mantenerse relevante en la arena política costarricense?
