¡Ay, Dios mío! El Congreso anda hecho un mamón, mis panas. Resulta que los diputados del PUSC y Nueva República están sacando pecho porque dicen que el PLN y el Frente Amplio le están dando freno a proyectos importantísimos para combatir el sicariato y hasta para ayudar a los abuelitos. Ya se armó bronca política de esas que dan pena ajena, pero a nosotros nos toca ver cómo nos afecta esto.
La verdad, la cosa está turbia. Según Pacheco, jefe de fracción del PUSC, mientras la delincuencia se pasea por todos lados, algunos legisladores se ponen a jugar con la seguridad del país. No se andan con rodeos, dice que les están dando la espalda a los ciudadanos. Parece que hay intereses más fuertes que el bienestar general, ¿me entienden?
Y no es solamente el tema del sicariato, chunches. También le están echando friegas a cosas que deberían ser prioritarias, como la donación de terrenos para centros de adultos mayores en lugares remotos como Coto Brus. Qué barbaridad, ¡si esos señores y señoras ya dieron mucho por este país! Verlos peleándose por estas varas me da qué pensar. Se supone que son representantes del pueblo, ¿no?
Pero ahí entra Rocío Alfaro, jefa del Frente Amplio, defendiendo la posición de su bancada. Ella dice que ni modo que estén secuestrando el Plenario, que simplemente están ejerciendo su derecho a presionar al Gobierno. Arguye que el Poder Ejecutivo es quien controla la agenda y solo convoca proyectos que le interesan a él, dejando de lado las propuestas de la oposición. ¡Parece telenovela!
Según Alfaro, el Gobierno prefiere darle prioridad a los proyectos del PUSC y Nueva República, lo cual dificulta llegar a acuerdos. Insiste en que están haciendo lo que tienen que hacer para defender sus intereses y abrir la puerta a negociar sobre el sicariato y la extradición, pero con la condición de que se retomen otros temas importantes, como el presupuesto nacional. ¡Uy, ahí sí que se complica la cosa!
La negociación está hecha un brete, vamos. Se nota que la política en Costa Rica es un juego de gallos donde cada quién quiere llevarse la victoria, aunque eso signifique dejar pasar oportunidades valiosas para mejorar la vida de los costarricenses. Uno se pregunta si realmente están pensando en el bien común o solo en sus propios beneficios, diay...
Mientras tanto, la ciudadanía seguimos pagando los platos rotos. Las calles no se sienten seguras, los adultos mayores necesitan atención y el Congreso parece estar más preocupado por las disputas internas que por resolver los problemas reales que nos afectan a todos. ¡Qué torta, mi gente! Una cosa es clara: esta novela aún no termina y seguramente seguirá dando de qué hablar en los próximos días.
Con todo esto, me pregunto… ¿Ustedes creen que la polarización política está impidiendo que Costa Rica avance en temas esenciales como la seguridad ciudadana y el bienestar de nuestros adultos mayores? ¿O es que simplemente estamos acostumbrados a ver cómo los políticos se pelean por el poder mientras el país se va al traste?
La verdad, la cosa está turbia. Según Pacheco, jefe de fracción del PUSC, mientras la delincuencia se pasea por todos lados, algunos legisladores se ponen a jugar con la seguridad del país. No se andan con rodeos, dice que les están dando la espalda a los ciudadanos. Parece que hay intereses más fuertes que el bienestar general, ¿me entienden?
Y no es solamente el tema del sicariato, chunches. También le están echando friegas a cosas que deberían ser prioritarias, como la donación de terrenos para centros de adultos mayores en lugares remotos como Coto Brus. Qué barbaridad, ¡si esos señores y señoras ya dieron mucho por este país! Verlos peleándose por estas varas me da qué pensar. Se supone que son representantes del pueblo, ¿no?
Pero ahí entra Rocío Alfaro, jefa del Frente Amplio, defendiendo la posición de su bancada. Ella dice que ni modo que estén secuestrando el Plenario, que simplemente están ejerciendo su derecho a presionar al Gobierno. Arguye que el Poder Ejecutivo es quien controla la agenda y solo convoca proyectos que le interesan a él, dejando de lado las propuestas de la oposición. ¡Parece telenovela!
Según Alfaro, el Gobierno prefiere darle prioridad a los proyectos del PUSC y Nueva República, lo cual dificulta llegar a acuerdos. Insiste en que están haciendo lo que tienen que hacer para defender sus intereses y abrir la puerta a negociar sobre el sicariato y la extradición, pero con la condición de que se retomen otros temas importantes, como el presupuesto nacional. ¡Uy, ahí sí que se complica la cosa!
La negociación está hecha un brete, vamos. Se nota que la política en Costa Rica es un juego de gallos donde cada quién quiere llevarse la victoria, aunque eso signifique dejar pasar oportunidades valiosas para mejorar la vida de los costarricenses. Uno se pregunta si realmente están pensando en el bien común o solo en sus propios beneficios, diay...
Mientras tanto, la ciudadanía seguimos pagando los platos rotos. Las calles no se sienten seguras, los adultos mayores necesitan atención y el Congreso parece estar más preocupado por las disputas internas que por resolver los problemas reales que nos afectan a todos. ¡Qué torta, mi gente! Una cosa es clara: esta novela aún no termina y seguramente seguirá dando de qué hablar en los próximos días.
Con todo esto, me pregunto… ¿Ustedes creen que la polarización política está impidiendo que Costa Rica avance en temas esenciales como la seguridad ciudadana y el bienestar de nuestros adultos mayores? ¿O es que simplemente estamos acostumbrados a ver cómo los políticos se pelean por el poder mientras el país se va al traste?
