Kabal_Garabito dijo:-¿Dónde poner la platita que no se gaste?
-Pagar deudas, la mayor parte de la gente tiene deudas, usen el aguinaldo para pagar lo que deben, terminen de pagar el televisor, el carro, y sobró algo guárdenlo.
Tambien menciona que no hay que embarcarse con el credito, lo cual es cierto.
Ahorrar para endeudarse como que no.
Hasta donde veo, esta recomendando lo obvio: Ahorrar.
Y el tiene razon en algo: Somos muy consumistas. Eso es algo que debemos de cambiar tambien, mas en tiempo de crisis.
Consumir por consumir es malo, al menos cuando las condiciones no lo permiten.
Hay que tener cuidado cuando "lo obvio" no es precisamente lo lógico.
Esa mentalidad de ahorrar a toda costa y no consumir en nada es precisamente lo que puso el "gran" en "gran depresión". La gente, al ver a algunos bancos y compañías quebrar fue como loca a sacar su dinero, meterlo debajo del colchón y no tocarlo para comprar nada. Esto llevó a que los bancos quedaran descapitalizados y las compañías productoras tuvieran que despedir empleados al no haber suficiente demanda (es decir, menos ingresos) para cumplir con sus obligaciones o irse a la quiebra (XE-0156: Introducción a la Economía - Ley de Oferta y Demanda y Equilibrio de Mercado).
La histeria colectiva de los gringos de esa época los llevó a hacer "lo obvio" y así agudizar la crisis económica.
¿Y quién argumentó esto? Pues nada más y nada menos que el muy admirado por Ottón y santo patrono de la intervención del Estado en la economía: John Maynard Keynes. Para él, que eso sucediera era algo inevitable en una economía en recesión y por ello recomendaba que fuera el Estado quien comenzara a invertir en medio de momentos de histeria colectiva en los que nadie estaba dispuesto a hacerlo, dada la desconfianza que tenían en el sistema, y así sacarlo de la crisis. ¿Cómo? Con proyectos de infraestructura y de interés social.
La recomendación de Ottón es llover sobre mojado, porque mucha gente va invariablemente a hacer "lo obvio". Lo único que hace es demostrarnos cada vez más que el título de economista lo encontró en una caja de Corn Flakes.
Lo ideal es que fuera al revés, que en tiempos de bienestar la gente ahorre y sea austera con su consumo, mientras que en tiempos de crisis invierta más. Mucho pedir, por supuesto. Aunque hay por ahí algunos elementos que sí entienden eso.