¡Ay, Dios mío, qué bronca! El mundo del espectáculo político tico explotó este lunes con una denuncia tremenda contra el diputado Fabricio Alvarado, figura clave de Nueva República y aspirante a la presidencia. Resulta que una mujer identificada como Alicia Castillo lo acusó de abuso sexual que supuestamente ocurrió allá por el lejano 2006. La bomba estalló gracias a un TikTok donde Alicia habló por primera vez sobre lo vivido, y vaya si puso a temblar a más de uno.
La jefa del Frente Amplio, Rocío Alfaro, no tardó en pedirle a Alvarado que se fuera pa’l otro lado – tanto de la inmunidad como de la curul. Imagínate el ambiente tenso en la Asamblea, porque la sesión se convirtió en un verdadero circo mediático. Pero bueno, como siempre pasa en estos casos, apareció David Segura, compañero de partido, para defender a Alvarado con uñas y dientes, alegando que todo esto es una campaña sucia orquestada precisamente porque están dando la pelea en las encuestas. ¡Una pana!
Pero entonces, llegó la diputada Kattia Cambronero, quien soltó una pulla que hizo eco en todo el hemiciclo. Dijo que conoce a Alicia, que la contrató hace años, y que Segura estaba intentando minimizar el sufrimiento de una mujer para salvar el pellejo de su compañero. Con toda la razón del mundo, Cambronero le recriminó a Segura que, en su afán de defender a Alvarado, estaba atacando a una mujer. Le dijo textualmente, 'si se sienten con la divinidad a su lado, que renuncien'. ¡Duro, pero cierto!
Y no faltó Ariel Robles del Frente Amplio, quien levantó el tono aún más alto. Le gritó a Segura que se leyera la denuncia con calma, que internalizara el dolor que causaba, especialmente considerando que se trataba de una niña de 13 años frente a un hombre de 32. 'No tiene que ver con elecciones', recalcó Robles, ‘tiene que ver con una injusticia terrible’. En fin, un churro de emociones, diay.
Lo más curioso de todo es que Fabricio Alvarado no estuvo presente en la sesión. Su compañera de bancada, Olga Morera, justificó su ausencia diciendo que quería pasar tiempo con su familia. ¡Cómo si eso resolviera el problema! Morera, fiel a su estilo, citó un pasaje bíblico sobre juzgar antes de tiempo, pero la cosa ya estaba cuesta arriba. ¿Será que se siente protegida por alguna fuerza superior?
Por supuesto, Alvarado no se quedó callado. En un video, desacreditó la denuncia, asegurando que no hay pruebas, aunque admitió que sí contenía “declaraciones temerarias”. Repitió su discurso manido de que cada vez que están en los primeros lugares de las encuestas, surgen estas acusaciones. Ya sabemos cómo funciona el juego político, ¿verdad? 'Cuéntale a mi abuela', dirían algunos. Utilizó una larga diatriba llena de referencias a acusaciones anteriores que, según él, superó con creces, invocando su fe y la certeza de que “la verdad siempre triunfa sobre la mentira”. Un poquito exagerado, ¿no creen?
Entre tanto escándalo, otras voces se alzaron en la Asamblea, como la de Daniela Rojas del PUSC y Montserrat Ruiz del PLN, quienes insistieron en que este caso no tiene nada que ver con las elecciones. Ambas enfatizaron la importancia de velar por los derechos de las víctimas y evitar cualquier intento de politización. Señalaron que una denuncia de abuso sexual contra una menor de edad nunca debería ser minimizada o utilizada como herramienta política. Totalmente de acuerdo, señores.
Ahora, hablando en plata, la situación está más caliente que la sopa de gallina. Las encuestas podrían verse afectadas, la credibilidad de Nueva República está en entredicho, y el futuro político de Fabricio Alvarado pende de un hilo. Con todo este rollo, me pregunto: ¿Cree usted que la defensa de Alvarado se basará únicamente en negar la acusación, o buscará descalificar a la víctima? ¿Y cómo afectará este escándalo la carrera política de Fabricio Alvarado y a las futuras elecciones?
La jefa del Frente Amplio, Rocío Alfaro, no tardó en pedirle a Alvarado que se fuera pa’l otro lado – tanto de la inmunidad como de la curul. Imagínate el ambiente tenso en la Asamblea, porque la sesión se convirtió en un verdadero circo mediático. Pero bueno, como siempre pasa en estos casos, apareció David Segura, compañero de partido, para defender a Alvarado con uñas y dientes, alegando que todo esto es una campaña sucia orquestada precisamente porque están dando la pelea en las encuestas. ¡Una pana!
Pero entonces, llegó la diputada Kattia Cambronero, quien soltó una pulla que hizo eco en todo el hemiciclo. Dijo que conoce a Alicia, que la contrató hace años, y que Segura estaba intentando minimizar el sufrimiento de una mujer para salvar el pellejo de su compañero. Con toda la razón del mundo, Cambronero le recriminó a Segura que, en su afán de defender a Alvarado, estaba atacando a una mujer. Le dijo textualmente, 'si se sienten con la divinidad a su lado, que renuncien'. ¡Duro, pero cierto!
Y no faltó Ariel Robles del Frente Amplio, quien levantó el tono aún más alto. Le gritó a Segura que se leyera la denuncia con calma, que internalizara el dolor que causaba, especialmente considerando que se trataba de una niña de 13 años frente a un hombre de 32. 'No tiene que ver con elecciones', recalcó Robles, ‘tiene que ver con una injusticia terrible’. En fin, un churro de emociones, diay.
Lo más curioso de todo es que Fabricio Alvarado no estuvo presente en la sesión. Su compañera de bancada, Olga Morera, justificó su ausencia diciendo que quería pasar tiempo con su familia. ¡Cómo si eso resolviera el problema! Morera, fiel a su estilo, citó un pasaje bíblico sobre juzgar antes de tiempo, pero la cosa ya estaba cuesta arriba. ¿Será que se siente protegida por alguna fuerza superior?
Por supuesto, Alvarado no se quedó callado. En un video, desacreditó la denuncia, asegurando que no hay pruebas, aunque admitió que sí contenía “declaraciones temerarias”. Repitió su discurso manido de que cada vez que están en los primeros lugares de las encuestas, surgen estas acusaciones. Ya sabemos cómo funciona el juego político, ¿verdad? 'Cuéntale a mi abuela', dirían algunos. Utilizó una larga diatriba llena de referencias a acusaciones anteriores que, según él, superó con creces, invocando su fe y la certeza de que “la verdad siempre triunfa sobre la mentira”. Un poquito exagerado, ¿no creen?
Entre tanto escándalo, otras voces se alzaron en la Asamblea, como la de Daniela Rojas del PUSC y Montserrat Ruiz del PLN, quienes insistieron en que este caso no tiene nada que ver con las elecciones. Ambas enfatizaron la importancia de velar por los derechos de las víctimas y evitar cualquier intento de politización. Señalaron que una denuncia de abuso sexual contra una menor de edad nunca debería ser minimizada o utilizada como herramienta política. Totalmente de acuerdo, señores.
Ahora, hablando en plata, la situación está más caliente que la sopa de gallina. Las encuestas podrían verse afectadas, la credibilidad de Nueva República está en entredicho, y el futuro político de Fabricio Alvarado pende de un hilo. Con todo este rollo, me pregunto: ¿Cree usted que la defensa de Alvarado se basará únicamente en negar la acusación, o buscará descalificar a la víctima? ¿Y cómo afectará este escándalo la carrera política de Fabricio Alvarado y a las futuras elecciones?