¡Ay, Dios mío, qué pena! La desaparición de Neiby Marchena, una señora de 33 años con esquizofrenia, ha conmocionado a Golfito. Imagínate la angustia de su familia, buscando sin parar a su hermana, madre y esposa en plena selva. El caso ha prendido las alarmas porque Neiby, debido a su enfermedad, cree que la persiguen para hacerle daño, lo que complica enormemente la búsqueda.
Según su hermano, Edgar Marchena – quien trabaja como bombero, ¡qué brete!, combinando su profesión con este drama familiar–, Neiby lleva lidiando con esquizofrenia desde los 17 años. Ya tiene diagnóstico médico y tratamiento, pero en momentos de crisis su condición se agrava, volviéndose delirante y presa del pánico. "Ella padece esto desde los 17 años", enfatizó Edgar, mostrando la pesadez de una batalla silenciosa que enfrentan día a día.
Todo comenzó el pasado primero de octubre, cuando Neiby acompañaba a su esposo y sus dos hijos a hacer unas compras rápidas al supermercado. Un descuido de pocos segundos bastó para que se perdiera de vista. Al principio pensaron que se había quedado atrás, pero pronto descubrieron algo mucho más preocupante: Neiby se había subido a un autobús rumbo a Río Claro. ¡Imagínatelo, qué sal! Subirse a un bus estando así, desorientada y asustada.
El punto clave fue el kilómetro 20, donde Neiby se bajó del autobús. Ahí fue cuando los familiares comenzaron a rastrearla desesperadamente. Según el relato de Edgar, lograron divisarla cerca de un puente, intentaron acercarse para tranquilizarla, pero ante su temor, huyó corriendo hacia la espesura de la montaña. La persecución fue infructuosa y Neiby desapareció entre el pasto alto, sumiendo a la familia en una incertidumbre terrible.
Las autoridades fueron alertadas inmediatamente, e iniciaron operativos de búsqueda con Fuerza Pública. Pero la noche cayó rápidamente, dificultando aún más el rescate. "Estuvimos desde las once de la noche toda la noche buscándola sin parar", comentó Edgar, describiendo la intensidad de la primera jornada. A la mañana siguiente, se sumaron al operativo la Unidad Canina del OIJ, personal de la Cruz Roja y voluntarios de la comunidad, incluyendo miembros de la iglesia adventista local, quienes se han movilizado para apoyar en la búsqueda.
El Grupo Táctico PZK9, con sus perros entrenados, también ha brindado asistencia, logrando captar el rastro de Neiby, aunque lamentablemente, la señal se perdió nuevamente en la densa vegetación. “Nos hicieron ingreso con la canina y la canina nos dio un marcaje; entonces, cuando llegamos, ya ella se había ido, pero nos dejó las huellas de donde huyó”, detalló Jorge Navarro, miembro de la organización, subrayando la complejidad del terreno y la dificultad para seguir el rastro.
Ahora, Edgar Marchena, a través de los medios de comunicación, ha hecho un llamado urgente a la población: “Si alguien la ve, se comunique a los números publicados, tome una foto o un video, y anote la hora y el lugar. Si ella dice que no alerten a las autoridades, no le hagan caso. Denle ayuda, resguárdenla, pero avisen a las autoridades sin que ella se de cuenta”. Es crucial recordar que Neiby necesita atención especializada y protección, especialmente en su estado mental vulnerable. ¡Qué carga esta situación para toda la familia!
Y ahora, mi gente, la pregunta que tengo para ustedes es la siguiente: ¿Cómo creen que podemos mejorar el sistema de apoyo y atención para personas con enfermedades mentales en nuestra sociedad, para prevenir situaciones como esta y asegurar que reciban el cuidado adecuado que necesitan?
Según su hermano, Edgar Marchena – quien trabaja como bombero, ¡qué brete!, combinando su profesión con este drama familiar–, Neiby lleva lidiando con esquizofrenia desde los 17 años. Ya tiene diagnóstico médico y tratamiento, pero en momentos de crisis su condición se agrava, volviéndose delirante y presa del pánico. "Ella padece esto desde los 17 años", enfatizó Edgar, mostrando la pesadez de una batalla silenciosa que enfrentan día a día.
Todo comenzó el pasado primero de octubre, cuando Neiby acompañaba a su esposo y sus dos hijos a hacer unas compras rápidas al supermercado. Un descuido de pocos segundos bastó para que se perdiera de vista. Al principio pensaron que se había quedado atrás, pero pronto descubrieron algo mucho más preocupante: Neiby se había subido a un autobús rumbo a Río Claro. ¡Imagínatelo, qué sal! Subirse a un bus estando así, desorientada y asustada.
El punto clave fue el kilómetro 20, donde Neiby se bajó del autobús. Ahí fue cuando los familiares comenzaron a rastrearla desesperadamente. Según el relato de Edgar, lograron divisarla cerca de un puente, intentaron acercarse para tranquilizarla, pero ante su temor, huyó corriendo hacia la espesura de la montaña. La persecución fue infructuosa y Neiby desapareció entre el pasto alto, sumiendo a la familia en una incertidumbre terrible.
Las autoridades fueron alertadas inmediatamente, e iniciaron operativos de búsqueda con Fuerza Pública. Pero la noche cayó rápidamente, dificultando aún más el rescate. "Estuvimos desde las once de la noche toda la noche buscándola sin parar", comentó Edgar, describiendo la intensidad de la primera jornada. A la mañana siguiente, se sumaron al operativo la Unidad Canina del OIJ, personal de la Cruz Roja y voluntarios de la comunidad, incluyendo miembros de la iglesia adventista local, quienes se han movilizado para apoyar en la búsqueda.
El Grupo Táctico PZK9, con sus perros entrenados, también ha brindado asistencia, logrando captar el rastro de Neiby, aunque lamentablemente, la señal se perdió nuevamente en la densa vegetación. “Nos hicieron ingreso con la canina y la canina nos dio un marcaje; entonces, cuando llegamos, ya ella se había ido, pero nos dejó las huellas de donde huyó”, detalló Jorge Navarro, miembro de la organización, subrayando la complejidad del terreno y la dificultad para seguir el rastro.
Ahora, Edgar Marchena, a través de los medios de comunicación, ha hecho un llamado urgente a la población: “Si alguien la ve, se comunique a los números publicados, tome una foto o un video, y anote la hora y el lugar. Si ella dice que no alerten a las autoridades, no le hagan caso. Denle ayuda, resguárdenla, pero avisen a las autoridades sin que ella se de cuenta”. Es crucial recordar que Neiby necesita atención especializada y protección, especialmente en su estado mental vulnerable. ¡Qué carga esta situación para toda la familia!
Y ahora, mi gente, la pregunta que tengo para ustedes es la siguiente: ¿Cómo creen que podemos mejorar el sistema de apoyo y atención para personas con enfermedades mentales en nuestra sociedad, para prevenir situaciones como esta y asegurar que reciban el cuidado adecuado que necesitan?