¡Ay, Dios mío! Esto se puso candentito, cheros. En medio de las celebraciones por el aniversario de la abolición del ejército, el PLN sacó bombas que hacen temblar el ambiente político. Miguel Guillén, con toda la actitud, lanzó acusaciones fuertes contra Laura Fernández y el gobierno, y vaya que levantaron polvareda.
Como ya saben, el 1 de diciembre es un día clave para los verdiblancos, el día que Don José Figueres Ferrer le dio un mazazo al cuartel Bellavista, símbolo de poder militar. El PLN aprovechó la ocasión para reafirmar su rol histórico, buscando posicionarse como los defensores de la institucionalidad y la democracia tica. Dijeron que están ahí para evitar que se nos venga todo abajo, pura verdad.
Fernández, claro, no se quedó callada y respondió con duras críticas al PLN, calificándolos de “ejército de corruptos”. Pero el PLN, lejos de amilanarse, reviró con más fuerza, acusando al oficialismo de sembrar la semilla del autoritarismo, utilizando palabras que acá en Costa Rica no se ven todos los días. ¡Se agarraron a beso!
Guillén, sin pelos en la lengua, soltó la frase que ha dado vuelta a todas las redes: “No vamos a permitir que Laura Fernández y el chavismo siembren aquí la sombra de una dictadura”. Vaya que eso sí que pegó, diay. Parece que el PLN quiere pintar al gobierno como una amenaza a la democracia, trazos gruesos pa’ que todos entiendan.
Pero no solo hablaron de dictaduras; también aprovecharon para atacar otro punto flaco del gobierno: la inseguridad. Guillén, con cara de pocos amigos, vinculó directamente el estilo de gobierno actual con el aumento de los homicidios y el narcotráfico. Dijo que esos problemas se han convertido en una amenaza real para nuestro país, y que el gobierno no está haciendo lo suficiente para solucionarlos. ¡Un golpe certero!
Y como si fuera poco, Guillén hizo un llamado a la civilidad, criticando el estilo confrontativo del Presidente Chaves y de su posible sucesora. Les pidió que dejen de insultarse y de ofenderse, y que lleven la batalla electoral con decencia y valentía cívica. Quiere que el PLN se vea como la opción responsable y sensata, ¿eh?
Bueno, cheros, la cosa está que arde. El PLN moviendo hilos, el oficialismo respondiendo con ataques, y nosotros aquí, viendo cómo se desarrolla este circo político. Se viene una elección caliente, y parece que ambos bandos están dispuestos a todo para llegar al Castillo. Veremos quién sale ganador de esta guerra de declaraciones.
Con tanta tensión y acusaciones volando, me pregunto: ¿cree usted que estas acusaciones de autoritarismo son justificadas, o simplemente son parte de una estrategia política para desprestigiar al adversario? ¿Estamos realmente ante una amenaza a nuestras instituciones democráticas, o estamos exagerando por la pasión política? ¡Déjeme su opinión en los comentarios!
Como ya saben, el 1 de diciembre es un día clave para los verdiblancos, el día que Don José Figueres Ferrer le dio un mazazo al cuartel Bellavista, símbolo de poder militar. El PLN aprovechó la ocasión para reafirmar su rol histórico, buscando posicionarse como los defensores de la institucionalidad y la democracia tica. Dijeron que están ahí para evitar que se nos venga todo abajo, pura verdad.
Fernández, claro, no se quedó callada y respondió con duras críticas al PLN, calificándolos de “ejército de corruptos”. Pero el PLN, lejos de amilanarse, reviró con más fuerza, acusando al oficialismo de sembrar la semilla del autoritarismo, utilizando palabras que acá en Costa Rica no se ven todos los días. ¡Se agarraron a beso!
Guillén, sin pelos en la lengua, soltó la frase que ha dado vuelta a todas las redes: “No vamos a permitir que Laura Fernández y el chavismo siembren aquí la sombra de una dictadura”. Vaya que eso sí que pegó, diay. Parece que el PLN quiere pintar al gobierno como una amenaza a la democracia, trazos gruesos pa’ que todos entiendan.
Pero no solo hablaron de dictaduras; también aprovecharon para atacar otro punto flaco del gobierno: la inseguridad. Guillén, con cara de pocos amigos, vinculó directamente el estilo de gobierno actual con el aumento de los homicidios y el narcotráfico. Dijo que esos problemas se han convertido en una amenaza real para nuestro país, y que el gobierno no está haciendo lo suficiente para solucionarlos. ¡Un golpe certero!
Y como si fuera poco, Guillén hizo un llamado a la civilidad, criticando el estilo confrontativo del Presidente Chaves y de su posible sucesora. Les pidió que dejen de insultarse y de ofenderse, y que lleven la batalla electoral con decencia y valentía cívica. Quiere que el PLN se vea como la opción responsable y sensata, ¿eh?
Bueno, cheros, la cosa está que arde. El PLN moviendo hilos, el oficialismo respondiendo con ataques, y nosotros aquí, viendo cómo se desarrolla este circo político. Se viene una elección caliente, y parece que ambos bandos están dispuestos a todo para llegar al Castillo. Veremos quién sale ganador de esta guerra de declaraciones.
Con tanta tensión y acusaciones volando, me pregunto: ¿cree usted que estas acusaciones de autoritarismo son justificadas, o simplemente son parte de una estrategia política para desprestigiar al adversario? ¿Estamos realmente ante una amenaza a nuestras instituciones democráticas, o estamos exagerando por la pasión política? ¡Déjeme su opinión en los comentarios!