¡Ay, Dios mío! Se armó un chayote tremendo en el Congreso ayer. Después de darle vueltas como trapos viejos, los diputados decidieron mandar al bote la propuesta de la Unidad Social Cristiana (PUSC) para acelerar el trámite del tema de las jornadas laborales. Un 21 contra 20, ¡tremenda diferencia, mae! Parece que el asunto de las horas extras sigue dando más pelea que toro bravo.
Como saben, la idea era meterle turbo al expediente 25.224, el que trata las famosas jornadas de 12 horas o el sistema 4x3. Los del PUSC querían sacarle el polvo al texto anterior, archivarlo y mandarlo directo a una comisión para que le dieran vuelo durante tres semanas. Necesitaban 38 votos para eso, pero solo juntaron 20. ¡Un fiasco total!
Y colorín colorado, este no ha sido el único revés. También intentaron tumbar la vía rápida ya existente para esas mismas jornadas (el texto 24.290), pero también salió rana. Con 13 a favor y 28 en contra, quedó claro que la cosa está más complicada de lo que parece. Ahora, los diputados tendrán que seguir lidiando con las casi dos mil mociones que hay pendientes. ¡Qué brete!
¿Quiénes le dieron la espalda a la propuesta del PUSC? Una mezcla interesante: diputados del PLN liderados por Óscar Izquierdo, algunos del Frente Amplio, e incluso la diputada Vanessa Castro de su propio partido. Otros independientes también se sumaron a la lista de quienes dijeron “no”. No faltó quien dijera que estaban bloqueando el Plenario, según comentó Pacheco, jefe de la fracción socialcristiana.
Daniela Rojas, de Verdes, no tardó en soltar la pulla a Izquierdo, señalándole que sus preocupaciones sobre el texto eran válidas y que no había espacio para el diálogo. Pero el diputado liberacionista se defendió diciendo que su postura estaba clara en la votación. ¡Uf! La política, la política… siempre las mismas ropas.
Alejandro Pacheco del PUSC, visiblemente molesto, insistió en que habían tratado de acercarse a Izquierdo para discutir las observaciones al texto, pero no encontraron terreno común. Agregó que buscaron aplicar el mismo recurso que usaron con la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, el famoso “plan fiscal”, para tener más control sobre el proceso. Parecía que se les había complicado la vara, y vaya si se la complicaron.
Todo esto pasa justo cuando se retoma el expediente 24.290 del Plenario después de estar en consulta institucional por varias semanas. Ya acumula 1.993 mociones de fondo y 2.564 de revisión, lo cual está generando bastante frustración entre algunos legisladores. Algunos dicen que esto es pura obstrucción, otros argumentan que es simplemente el proceso legislativo funcionando. En fin, un lío del bueno, como decimos nosotros aquí en Costa Rica.
Ahora bien, con tanto debate y tanta oposición, ¿creen ustedes que alguna vez se logrará llegar a un acuerdo sobre las jornadas laborales que beneficie tanto a los trabajadores como a las empresas? ¿Es posible encontrar un punto medio que evite más controversias y se promueva un ambiente laboral justo y productivo en nuestro país?
Como saben, la idea era meterle turbo al expediente 25.224, el que trata las famosas jornadas de 12 horas o el sistema 4x3. Los del PUSC querían sacarle el polvo al texto anterior, archivarlo y mandarlo directo a una comisión para que le dieran vuelo durante tres semanas. Necesitaban 38 votos para eso, pero solo juntaron 20. ¡Un fiasco total!
Y colorín colorado, este no ha sido el único revés. También intentaron tumbar la vía rápida ya existente para esas mismas jornadas (el texto 24.290), pero también salió rana. Con 13 a favor y 28 en contra, quedó claro que la cosa está más complicada de lo que parece. Ahora, los diputados tendrán que seguir lidiando con las casi dos mil mociones que hay pendientes. ¡Qué brete!
¿Quiénes le dieron la espalda a la propuesta del PUSC? Una mezcla interesante: diputados del PLN liderados por Óscar Izquierdo, algunos del Frente Amplio, e incluso la diputada Vanessa Castro de su propio partido. Otros independientes también se sumaron a la lista de quienes dijeron “no”. No faltó quien dijera que estaban bloqueando el Plenario, según comentó Pacheco, jefe de la fracción socialcristiana.
Daniela Rojas, de Verdes, no tardó en soltar la pulla a Izquierdo, señalándole que sus preocupaciones sobre el texto eran válidas y que no había espacio para el diálogo. Pero el diputado liberacionista se defendió diciendo que su postura estaba clara en la votación. ¡Uf! La política, la política… siempre las mismas ropas.
Alejandro Pacheco del PUSC, visiblemente molesto, insistió en que habían tratado de acercarse a Izquierdo para discutir las observaciones al texto, pero no encontraron terreno común. Agregó que buscaron aplicar el mismo recurso que usaron con la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, el famoso “plan fiscal”, para tener más control sobre el proceso. Parecía que se les había complicado la vara, y vaya si se la complicaron.
Todo esto pasa justo cuando se retoma el expediente 24.290 del Plenario después de estar en consulta institucional por varias semanas. Ya acumula 1.993 mociones de fondo y 2.564 de revisión, lo cual está generando bastante frustración entre algunos legisladores. Algunos dicen que esto es pura obstrucción, otros argumentan que es simplemente el proceso legislativo funcionando. En fin, un lío del bueno, como decimos nosotros aquí en Costa Rica.
Ahora bien, con tanto debate y tanta oposición, ¿creen ustedes que alguna vez se logrará llegar a un acuerdo sobre las jornadas laborales que beneficie tanto a los trabajadores como a las empresas? ¿Es posible encontrar un punto medio que evite más controversias y se promueva un ambiente laboral justo y productivo en nuestro país?