¡Ay, Dios mío! Parece que algunas personas no entienden que el respeto es la base de todo, ¿verdad? Aquí en Costa Rica estamos viendo cómo la campaña política ha sacado a relucir actitudes bien feas, especialmente contra personas con discapacidad. Unas declaraciones que te hacen fruncir el ceño y preguntarte, ¿en qué país vivimos?
El Movimiento de Personas con Discapacidad de Costa Rica no se quedó calladito y lanzó un pronunciamiento contundente, porque esto ya ni siquiera da para risa. Están hartos de escuchar expresiones despectivas y ataques directos, y razón tienen, ¿quién no estaría?
La organización señaló que estas actitudes han ido en aumento en las últimas semanas, afectando tanto a candidatos como a funcionarios públicos. No importa si son chinos, morados o rojos, el mensaje es claro: ¡basta de humillaciones! Este brete de campaña no puede ser excusa para faltarle el respeto a nadie.
Y ojo, que no es solo sobre quiénes aspiran a cargos; también están poniendo la lupa sobre aquellos que ya tienen poder. Dicen que atacar a alguien por su condición es una forma de exclusión que no podemos permitirnos normalizar. Mejor discutir ideas que andar tirándole piedras al vecino, diay.
Lo que más me preocupa es que este problema va mucho más allá de la política. El movimiento quiere dejar claro que la discriminación por género, origen, raza, orientación sexual, identidad de género o condición socioeconómica es igual de inaceptable. Es un llamado a construir una sociedad más inclusiva y justa para todos, porque al final, todos somos iguales bajo el sol.
Este pronunciamiento no surge de ninguna preferencia partidaria, sino de un principio fundamental: el reconocimiento de la dignidad humana. Ese es el punto clave, mi gente. Todos merecemos ser tratados con respeto, sin importar nuestras diferencias. Que quede clarito.
En resumen, nos recuerdan que la dignidad no es algo negociable. Es un derecho inherente a cada persona y debe ser defendido con uñas y dientes. Y así debería ser, ¿no creen? Esto nos toca a todos, desde el presidente hasta el vendedor de churros de la esquina. Tenemos que asumir nuestra responsabilidad y hacer lo posible para construir una cultura de respeto.
Ahora sí, vamos directo al grano: Con tanta polémica y discusiones alrededor de la campaña política, ¿creen que realmente estamos avanzando hacia una sociedad más inclusiva y respetuosa, o seguimos teniendo un largo camino por recorrer? Dejen sus opiniones en el foro, quiero saber qué piensan ustedes sobre este tema tan importante... y coméntenlo, ¡que no sean tímidos!
El Movimiento de Personas con Discapacidad de Costa Rica no se quedó calladito y lanzó un pronunciamiento contundente, porque esto ya ni siquiera da para risa. Están hartos de escuchar expresiones despectivas y ataques directos, y razón tienen, ¿quién no estaría?
La organización señaló que estas actitudes han ido en aumento en las últimas semanas, afectando tanto a candidatos como a funcionarios públicos. No importa si son chinos, morados o rojos, el mensaje es claro: ¡basta de humillaciones! Este brete de campaña no puede ser excusa para faltarle el respeto a nadie.
Y ojo, que no es solo sobre quiénes aspiran a cargos; también están poniendo la lupa sobre aquellos que ya tienen poder. Dicen que atacar a alguien por su condición es una forma de exclusión que no podemos permitirnos normalizar. Mejor discutir ideas que andar tirándole piedras al vecino, diay.
Lo que más me preocupa es que este problema va mucho más allá de la política. El movimiento quiere dejar claro que la discriminación por género, origen, raza, orientación sexual, identidad de género o condición socioeconómica es igual de inaceptable. Es un llamado a construir una sociedad más inclusiva y justa para todos, porque al final, todos somos iguales bajo el sol.
Este pronunciamiento no surge de ninguna preferencia partidaria, sino de un principio fundamental: el reconocimiento de la dignidad humana. Ese es el punto clave, mi gente. Todos merecemos ser tratados con respeto, sin importar nuestras diferencias. Que quede clarito.
En resumen, nos recuerdan que la dignidad no es algo negociable. Es un derecho inherente a cada persona y debe ser defendido con uñas y dientes. Y así debería ser, ¿no creen? Esto nos toca a todos, desde el presidente hasta el vendedor de churros de la esquina. Tenemos que asumir nuestra responsabilidad y hacer lo posible para construir una cultura de respeto.
Ahora sí, vamos directo al grano: Con tanta polémica y discusiones alrededor de la campaña política, ¿creen que realmente estamos avanzando hacia una sociedad más inclusiva y respetuosa, o seguimos teniendo un largo camino por recorrer? Dejen sus opiniones en el foro, quiero saber qué piensan ustedes sobre este tema tan importante... y coméntenlo, ¡que no sean tímidos!
