¡Ay, pata! La cosa está que quema en el panorama político nacional. Resulta que Claudia Dobles, la ex primera dama, anda chambeando duro para convencer a la gente de que sí puede dar la sorpresa en estas elecciones presidenciales. Y vaya que lo está haciendo con estilo, porque no precisamente está mordiéndose la lengua frente a Laura Fernández, la favorita actual.
Las encuestas, como ya todos sabemos, pintan un cuadro bastante claro: Laura va liderando con holgura, pegándole una paliza de casi 33 puntos a cualquier otro aspirante. Pero ahí es donde entra Dobles, quien parece haber tomado la decisión de ver el lado positivo de la situación. Según sus asesores, la exdama se aferra a que, aunque esté lejos en las mediciones generales, es la que más rápido ha ido creciendo en popularidad desde octubre pasado. Un salto del 2.3% al 5.2%, dicen ellos, ¡es motivo para celebrar!
Ahora bien, aquí viene el juguito: Dobles no solo celebra el incremento en su porcentaje de apoyo, sino que además lo utiliza como plataforma para lanzar un desafío directo a Laura. Con una frase que ha dado vuelta a redes sociales y radios –“Costa Rica está lista para una contienda final entre dos mujeres”–, Dobles busca redefinir el pulso de la elección. Quiere plantar la semilla de la idea de que la verdadera pelea será de género, dejando a otros candidatos, como Álvaro Ramos del PLN, prácticamente fuera de la ecuación. ¡Un movidito, diay!
Analizando la estrategia, hay que reconocer que tiene cierta lógica. Dobles intenta capitalizar la frustración de muchos votantes con los partidos tradicionales, presentándose como una alternativa fresca y diferente. Apuesta a romper con la narrativa de que las únicas opciones viables son PLN o PUSC. Busca conectar con aquellos que buscan un cambio radical, sin importar si eso significa apoyar a una mujer que ya ha ocupado cargos importantes en el pasado. Un poco peligroso, pero a veces esos riesgos dan frutos.
Pero, ¡ojo!, porque la jugada de Dobles no está exenta de riesgos. Laura Fernández tampoco se quedó de brazos cruzados; ha logrado aumentar su apoyo en un 5% desde la última encuesta, demostrando que también está trabajando duro para mantener su posición de liderazgo. Además, todavía existe un 43% de indecisos, un terreno fértil para cualquiera de los candidatos. Convencer a estos votantes será clave para determinar quién avanzará a la segunda vuelta.
Y aquí es donde las cosas se ponen interesantes. Dobles deberá demostrar que su discurso de “mujer contra mujer” realmente resuena con la población. Necesita convertir su crecimiento proporcional en votos reales, desplazando a Álvaro Ramos y capturando una parte significativa de los indecisos. No es tarea fácil, considerando que el tiempo corre y la brecha con Laura sigue siendo considerablemente grande. Algunos analistas políticos incluso sugieren que Dobles está simplemente generando ruido para mantenerse visible y mejorar su imagen pública, independientemente del resultado final. ¡Una pura estrategia de marketing, dicen!
Sin embargo, Dobles confía en que la “calle” le da la razón. Asegura que siente el respaldo del pueblo en cada acto proselitista y en cada conversación casual. Dice que los vecinos le expresan su deseo de ver una Costa Rica diferente, más justa y equitativa. Y es ese mensaje, ese anhelo colectivo, lo que pretende canalizar para llevarlo a la Presidencia. Claro que el discurso suena bonito, pero ¿será suficiente para superar las barreras impuestas por las encuestas y la maquinaria del oficialismo?
En fin, la campaña presidencial está entrando en una fase decisiva. Dobles ha lanzado su particular desafío, buscando redefinir la contienda y ganarse el corazón de los indecisos. Pero la pregunta que queda flotando en el aire es: ¿Esta audaz estrategia dará sus frutos, o terminará siendo una ‘pura paja’ electoral? ¿Creen ustedes que la polarización de género propuesta por Dobles conectará con el electorado costarricense y le permitirá acercarse a Laura Fernández, o el escenario político seguirá siendo dominado por el oficialismo?
Las encuestas, como ya todos sabemos, pintan un cuadro bastante claro: Laura va liderando con holgura, pegándole una paliza de casi 33 puntos a cualquier otro aspirante. Pero ahí es donde entra Dobles, quien parece haber tomado la decisión de ver el lado positivo de la situación. Según sus asesores, la exdama se aferra a que, aunque esté lejos en las mediciones generales, es la que más rápido ha ido creciendo en popularidad desde octubre pasado. Un salto del 2.3% al 5.2%, dicen ellos, ¡es motivo para celebrar!
Ahora bien, aquí viene el juguito: Dobles no solo celebra el incremento en su porcentaje de apoyo, sino que además lo utiliza como plataforma para lanzar un desafío directo a Laura. Con una frase que ha dado vuelta a redes sociales y radios –“Costa Rica está lista para una contienda final entre dos mujeres”–, Dobles busca redefinir el pulso de la elección. Quiere plantar la semilla de la idea de que la verdadera pelea será de género, dejando a otros candidatos, como Álvaro Ramos del PLN, prácticamente fuera de la ecuación. ¡Un movidito, diay!
Analizando la estrategia, hay que reconocer que tiene cierta lógica. Dobles intenta capitalizar la frustración de muchos votantes con los partidos tradicionales, presentándose como una alternativa fresca y diferente. Apuesta a romper con la narrativa de que las únicas opciones viables son PLN o PUSC. Busca conectar con aquellos que buscan un cambio radical, sin importar si eso significa apoyar a una mujer que ya ha ocupado cargos importantes en el pasado. Un poco peligroso, pero a veces esos riesgos dan frutos.
Pero, ¡ojo!, porque la jugada de Dobles no está exenta de riesgos. Laura Fernández tampoco se quedó de brazos cruzados; ha logrado aumentar su apoyo en un 5% desde la última encuesta, demostrando que también está trabajando duro para mantener su posición de liderazgo. Además, todavía existe un 43% de indecisos, un terreno fértil para cualquiera de los candidatos. Convencer a estos votantes será clave para determinar quién avanzará a la segunda vuelta.
Y aquí es donde las cosas se ponen interesantes. Dobles deberá demostrar que su discurso de “mujer contra mujer” realmente resuena con la población. Necesita convertir su crecimiento proporcional en votos reales, desplazando a Álvaro Ramos y capturando una parte significativa de los indecisos. No es tarea fácil, considerando que el tiempo corre y la brecha con Laura sigue siendo considerablemente grande. Algunos analistas políticos incluso sugieren que Dobles está simplemente generando ruido para mantenerse visible y mejorar su imagen pública, independientemente del resultado final. ¡Una pura estrategia de marketing, dicen!
Sin embargo, Dobles confía en que la “calle” le da la razón. Asegura que siente el respaldo del pueblo en cada acto proselitista y en cada conversación casual. Dice que los vecinos le expresan su deseo de ver una Costa Rica diferente, más justa y equitativa. Y es ese mensaje, ese anhelo colectivo, lo que pretende canalizar para llevarlo a la Presidencia. Claro que el discurso suena bonito, pero ¿será suficiente para superar las barreras impuestas por las encuestas y la maquinaria del oficialismo?
En fin, la campaña presidencial está entrando en una fase decisiva. Dobles ha lanzado su particular desafío, buscando redefinir la contienda y ganarse el corazón de los indecisos. Pero la pregunta que queda flotando en el aire es: ¿Esta audaz estrategia dará sus frutos, o terminará siendo una ‘pura paja’ electoral? ¿Creen ustedes que la polarización de género propuesta por Dobles conectará con el electorado costarricense y le permitirá acercarse a Laura Fernández, o el escenario político seguirá siendo dominado por el oficialismo?