¡Imagínate, compa! Por fin, un poco de luz al final del túnel para esas comunidades que parecían estar en otro planeta. La UNED, contra viento y marea, le ha echado ganas y ahora lleva internet satelital a diez comunidades rurales e indígenas que llevaban años desconectadas. ¡Un alivio tremendo para esos mae!
Durante décadas, lugares como Isla de Chira, Punta Burica, y el Territorio Maleku han sido prácticamente invisibles en términos de conectividad. Para los estudiantes era una torta tener que caminar entre dos y diez horas solo para encontrar señal y poder subir una tarea o hacer un examen. Un verdadero despiche que nos avergüenza como país.
Pero ya basta de lamentaciones, porque ahora la cosa cambió. Gracias a esta iniciativa, impulsada desde la Rectoría y apoyada por varios programas, esas comunidades podrán acceder a la educación online y a toda la información que ofrece el mundo digital. ¡Se acabaron las excusas para no estudiar, chunches!
El rector Rodrigo Arias Camacho no se anduvo con rodeos y dijo textualmente: “Es un problema de justicia social. Llevar internet a quienes más lo necesitan es defender la educación como un derecho humano”. ¡Digo, amén! Porque realmente, qué carga es que algunos tengamos todas las facilidades y otros tengan que batallar tanto solo para tener acceso a algo tan básico como internet.
La lista de comunidades beneficiadas es larga: Alto Carona, Roca Quemada, Alto Cohen, La Casona, Los Arbolitos, Territorio Maleku, Zapatón, Finca 6 y Las Nubes. En total, la UNED suma 36 sedes, 4 subsedes y 10 aulas satelitales, consolidándose como una institución comprometida con la inclusión social. ¡Tremenda vara la de la UNED!
Allan Trigueros Vega, coordinador del proyecto, resaltó que esto va mucho más allá de simplemente tener internet. Dijo que abrirá puertas a nuevos sueños, permitirá que madres estudien mientras cuidan a sus hijos y que las comunidades tengan acceso a herramientas para su desarrollo económico. “Hay sueños que empiezan a ser posibles”, expresó. ¡Y vaya que sí, mae!
Este brete, además del apoyo de la Rectoría y la Vicerrectoría de Extensión, cuenta con la colaboración del Programa de Coordinación y Atención Intercultural (PROCAI) y la Federación de Estudiantes. Se alinea con el Plan Nacional de Desarrollo 2023-2026 y con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. ¡Una movida a todo dar, que demuestra que cuando nos ponemos las pilas podemos lograr cosas increíbles!
Ahora bien, compas del Foro, me pregunto: ¿creen que esta iniciativa podría servir de modelo para otras regiones del país que aún carecen de acceso a internet? ¿Cómo podríamos asegurarnos de que estas aulas satelitales se conviertan en verdaderos centros de desarrollo comunitario y no solo en lugares donde pasar clases?
Durante décadas, lugares como Isla de Chira, Punta Burica, y el Territorio Maleku han sido prácticamente invisibles en términos de conectividad. Para los estudiantes era una torta tener que caminar entre dos y diez horas solo para encontrar señal y poder subir una tarea o hacer un examen. Un verdadero despiche que nos avergüenza como país.
Pero ya basta de lamentaciones, porque ahora la cosa cambió. Gracias a esta iniciativa, impulsada desde la Rectoría y apoyada por varios programas, esas comunidades podrán acceder a la educación online y a toda la información que ofrece el mundo digital. ¡Se acabaron las excusas para no estudiar, chunches!
El rector Rodrigo Arias Camacho no se anduvo con rodeos y dijo textualmente: “Es un problema de justicia social. Llevar internet a quienes más lo necesitan es defender la educación como un derecho humano”. ¡Digo, amén! Porque realmente, qué carga es que algunos tengamos todas las facilidades y otros tengan que batallar tanto solo para tener acceso a algo tan básico como internet.
La lista de comunidades beneficiadas es larga: Alto Carona, Roca Quemada, Alto Cohen, La Casona, Los Arbolitos, Territorio Maleku, Zapatón, Finca 6 y Las Nubes. En total, la UNED suma 36 sedes, 4 subsedes y 10 aulas satelitales, consolidándose como una institución comprometida con la inclusión social. ¡Tremenda vara la de la UNED!
Allan Trigueros Vega, coordinador del proyecto, resaltó que esto va mucho más allá de simplemente tener internet. Dijo que abrirá puertas a nuevos sueños, permitirá que madres estudien mientras cuidan a sus hijos y que las comunidades tengan acceso a herramientas para su desarrollo económico. “Hay sueños que empiezan a ser posibles”, expresó. ¡Y vaya que sí, mae!
Este brete, además del apoyo de la Rectoría y la Vicerrectoría de Extensión, cuenta con la colaboración del Programa de Coordinación y Atención Intercultural (PROCAI) y la Federación de Estudiantes. Se alinea con el Plan Nacional de Desarrollo 2023-2026 y con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. ¡Una movida a todo dar, que demuestra que cuando nos ponemos las pilas podemos lograr cosas increíbles!
Ahora bien, compas del Foro, me pregunto: ¿creen que esta iniciativa podría servir de modelo para otras regiones del país que aún carecen de acceso a internet? ¿Cómo podríamos asegurarnos de que estas aulas satelitales se conviertan en verdaderos centros de desarrollo comunitario y no solo en lugares donde pasar clases?