Mae, si usted creía que el Partido Liberación Nacional era una familia disfuncional pero que al final del día se sentaban a comer juntos, parece que el candidato Álvaro Ramos acaba de patear la mesa y mandar a todo el mundo para la casa. La noticia del día, y probablemente de la semana, es que Ramos decidió pegarle una barrida a las figuras más pesadas del partido, en un intento casi kamikaze de mostrar una cara “renovada”. ¡Qué despiche se armó!
La cosa empezó con un pase de factura con guante blanco. Ramos mandó a decir, con una formalidad que casi asusta, que ni los Arias (Oscar y Rodrigo) ni José María Figueres tienen vela en este entierro. Que muchas gracias por todo, pero que su campaña y un eventual gobierno no contarán con ellos. Una jugada de alto calibre, considerando que está hablando de tres de los apellidos que prácticamente son sinónimos de PLN. Es como hacer un casado sin arroz ni frijoles; una declaración de principios durísima.
Pero diay, si a los expresidentes les tocó un "gracias por participar", a Johnny Araya y a Antonio Álvarez Desanti les mandó a decir que ni se aparezcan. Aquí el tono cambió por completo. Ramos los acusó, sin anestesia, de ser unos doble cara. Aparentemente, ambos se habían comprometido a hacerse a un lado, pero han seguido metiendo la cuchara en el proceso interno. La prueba, según Ramos, es que Araya, el eterno alcalde de Chepe, se las ingenió para quedar como presidente de la asamblea cantonal. Una jugadita que, claramente, al candidato no le hizo la más mínima gracia.
Y aquí fue donde la vara se puso color de hormiga. Con Antonio Álvarez Desanti, la cosa fue personal. Después de que Álvarez soltara que Ramos quería imponer candidatos a dedo, el candidato verdiblanco sacó el lanzallamas. Lo tildó de mentiroso, antidemocrático y temerario. Prácticamente le dijo que sus afirmaciones eran un chiste de mal gusto y le cerró la puerta con candado: "Nunca ha estado ni estará en la campaña, no va a ser parte del Gobierno y no vamos a aceptar dinero de él". Más claro, échele agua. Se acabó el recreo.
Como si el brete de pelearse con medio partido no fuera suficiente, Ramos también le tiró su filazo a Roberto Thompson, el exdiputado y alcalde de Alajuela. El problema está en San Ramón, donde el PLN parece que no puede organizar una simple asamblea cantonal sin que todo se vaya al traste. Ya van siete intentos fallidos. Ramos acusa a Thompson de ser el padrino político del exalcalde Nixon Ureña y de no querer ayudar a desarmar la argolla que tiene frenado al partido en ese cantón. Básicamente, otra línea de batalla abierta en esta guerra civil liberacionista.
Al final, uno se queda pensando si esta es la jugada de ajedrez más brillante de la política tica reciente o si Ramos se está jalando la torta de su vida. Por un lado, está haciendo lo que muchos votantes (incluso dentro del PLN) llevan años pidiendo: una limpieza profunda y un rompimiento con las figuras que la gente ya no quiere ver. Pero por otro, se está echando encima a un montón de gente con poder, plata e influencias que podrían dedicar los próximos meses a hacerle la vida imposible. Es una apuesta de todo o nada.
Maes, la pregunta del millón: ¿Es esta la purga necesaria que el PLN necesitaba para reinventarse o es el inicio de una implosión que los va a dejar recogiendo pedazos? ¿Le están haciendo la cama a Ramos desde adentro o el mae tiene razón en limpiar la casa a como dé lugar? ¡Abro debate en el foro!
La cosa empezó con un pase de factura con guante blanco. Ramos mandó a decir, con una formalidad que casi asusta, que ni los Arias (Oscar y Rodrigo) ni José María Figueres tienen vela en este entierro. Que muchas gracias por todo, pero que su campaña y un eventual gobierno no contarán con ellos. Una jugada de alto calibre, considerando que está hablando de tres de los apellidos que prácticamente son sinónimos de PLN. Es como hacer un casado sin arroz ni frijoles; una declaración de principios durísima.
Pero diay, si a los expresidentes les tocó un "gracias por participar", a Johnny Araya y a Antonio Álvarez Desanti les mandó a decir que ni se aparezcan. Aquí el tono cambió por completo. Ramos los acusó, sin anestesia, de ser unos doble cara. Aparentemente, ambos se habían comprometido a hacerse a un lado, pero han seguido metiendo la cuchara en el proceso interno. La prueba, según Ramos, es que Araya, el eterno alcalde de Chepe, se las ingenió para quedar como presidente de la asamblea cantonal. Una jugadita que, claramente, al candidato no le hizo la más mínima gracia.
Y aquí fue donde la vara se puso color de hormiga. Con Antonio Álvarez Desanti, la cosa fue personal. Después de que Álvarez soltara que Ramos quería imponer candidatos a dedo, el candidato verdiblanco sacó el lanzallamas. Lo tildó de mentiroso, antidemocrático y temerario. Prácticamente le dijo que sus afirmaciones eran un chiste de mal gusto y le cerró la puerta con candado: "Nunca ha estado ni estará en la campaña, no va a ser parte del Gobierno y no vamos a aceptar dinero de él". Más claro, échele agua. Se acabó el recreo.
Como si el brete de pelearse con medio partido no fuera suficiente, Ramos también le tiró su filazo a Roberto Thompson, el exdiputado y alcalde de Alajuela. El problema está en San Ramón, donde el PLN parece que no puede organizar una simple asamblea cantonal sin que todo se vaya al traste. Ya van siete intentos fallidos. Ramos acusa a Thompson de ser el padrino político del exalcalde Nixon Ureña y de no querer ayudar a desarmar la argolla que tiene frenado al partido en ese cantón. Básicamente, otra línea de batalla abierta en esta guerra civil liberacionista.
Al final, uno se queda pensando si esta es la jugada de ajedrez más brillante de la política tica reciente o si Ramos se está jalando la torta de su vida. Por un lado, está haciendo lo que muchos votantes (incluso dentro del PLN) llevan años pidiendo: una limpieza profunda y un rompimiento con las figuras que la gente ya no quiere ver. Pero por otro, se está echando encima a un montón de gente con poder, plata e influencias que podrían dedicar los próximos meses a hacerle la vida imposible. Es una apuesta de todo o nada.
Maes, la pregunta del millón: ¿Es esta la purga necesaria que el PLN necesitaba para reinventarse o es el inicio de una implosión que los va a dejar recogiendo pedazos? ¿Le están haciendo la cama a Ramos desde adentro o el mae tiene razón en limpiar la casa a como dé lugar? ¡Abro debate en el foro!