¡Ay, mi clave! Quién iba a decir que un changuito de la Zona Norte llegaba a dominar el panorama publicitario de todo el país. Hablamos de Román MegaVallas, la empresa que ha puesto vallas en cada rincón de Costa Rica, desde el Trade Center hasta el parque central de Cartago. Parece que Román Castillo, el mero mero detrás de todo esto, tenía bien claro qué quería hacer: ser el rey de la calle.
Y vaya que lo logró. De tener unas pocas vallas allá por Limón, ahora cuentan con más de 250 estructuras estratégicamente ubicadas en todos los cantones. Y ni hablar de los landmarks, esos monstruos gráficos que te dejan boquiabierto. Unos 400 metros cuadrados de gráfica en lugares como la Ruta 27, Moravia o Heredia. ¡Un espectáculo, diay!
Castillo siempre ha sido un personaje que no le teme a nadie. Según él mismo, desde el principio tenía la meta clara: llegar a la cima. Y no anduvo jugando. En vez de seguir el camino tradicional, se puso a hacer lo contrario: facilitó la compra de espacios, metió tecnología punta, digitalizó todo y se aseguró de estar presente en todos lados. Ahora, puedes contactarlos rapidito por WhatsApp o redes sociales. ¡Eso sí que es mover el brete!
Pero, ¿qué significa esto para las pequeñas empresas? Antes, la publicidad exterior era un lujo para unos cuantos. Ahora, parece que cualquiera puede darse el gusto de aparecer en una valla. ¿Será esto bueno para la competencia o simplemente estamos viendo cómo un monopolio se consolida aún más?
Además, no solo venden espacio publicitario. Ofrecen impresión de alta calidad, vallas móviles, traseras de buses en la GAM, asesoría personalizada y, por supuesto, iluminación LED que te deja ciego… ¡en el buen sentido! Dicen que son la única empresa en Costa Rica que te da el paquete completo, desde el diseño hasta la instalación. Un verdadero ‘all in one’, como dicen los gringos.
Y no crean que solo piensan en el dinero. Castillo dice que también les importa apoyar a la comunidad, organizando actividades en diferentes partes del país. Lo hacen “de corazón”, como él lo llama. Además, han sabido hacerse notar en los medios: programas de TV, transmisiones deportivas de La Sele, colaboraciones con personalidades como Josué Quesada… ¡lo tienen cubierto!
La historia de Román MegaVallas es como esas telenovelas nacionales: empieza humilde, enfrenta obstáculos y termina triunfando. Un ejemplo de cómo el esfuerzo y la estrategia pueden llevarte lejos. Y ahora, con la expansión continua y el dominio del mercado, surge la pregunta inevitable: ¿podrá alguien desafiar el reinado de Román MegaVallas en el futuro? ¿O este imperio seguirá creciendo sin límites?
Con todo esto dicho, me pregunto: ¿crees que la omnipresencia de las vallas publicitarias afecta negativamente el paisaje urbano de Costa Rica, o es simplemente parte del progreso y la modernidad? ¡Déjanos tus comentarios abajo y cuéntanos qué piensas!
Y vaya que lo logró. De tener unas pocas vallas allá por Limón, ahora cuentan con más de 250 estructuras estratégicamente ubicadas en todos los cantones. Y ni hablar de los landmarks, esos monstruos gráficos que te dejan boquiabierto. Unos 400 metros cuadrados de gráfica en lugares como la Ruta 27, Moravia o Heredia. ¡Un espectáculo, diay!
Castillo siempre ha sido un personaje que no le teme a nadie. Según él mismo, desde el principio tenía la meta clara: llegar a la cima. Y no anduvo jugando. En vez de seguir el camino tradicional, se puso a hacer lo contrario: facilitó la compra de espacios, metió tecnología punta, digitalizó todo y se aseguró de estar presente en todos lados. Ahora, puedes contactarlos rapidito por WhatsApp o redes sociales. ¡Eso sí que es mover el brete!
Pero, ¿qué significa esto para las pequeñas empresas? Antes, la publicidad exterior era un lujo para unos cuantos. Ahora, parece que cualquiera puede darse el gusto de aparecer en una valla. ¿Será esto bueno para la competencia o simplemente estamos viendo cómo un monopolio se consolida aún más?
Además, no solo venden espacio publicitario. Ofrecen impresión de alta calidad, vallas móviles, traseras de buses en la GAM, asesoría personalizada y, por supuesto, iluminación LED que te deja ciego… ¡en el buen sentido! Dicen que son la única empresa en Costa Rica que te da el paquete completo, desde el diseño hasta la instalación. Un verdadero ‘all in one’, como dicen los gringos.
Y no crean que solo piensan en el dinero. Castillo dice que también les importa apoyar a la comunidad, organizando actividades en diferentes partes del país. Lo hacen “de corazón”, como él lo llama. Además, han sabido hacerse notar en los medios: programas de TV, transmisiones deportivas de La Sele, colaboraciones con personalidades como Josué Quesada… ¡lo tienen cubierto!
La historia de Román MegaVallas es como esas telenovelas nacionales: empieza humilde, enfrenta obstáculos y termina triunfando. Un ejemplo de cómo el esfuerzo y la estrategia pueden llevarte lejos. Y ahora, con la expansión continua y el dominio del mercado, surge la pregunta inevitable: ¿podrá alguien desafiar el reinado de Román MegaVallas en el futuro? ¿O este imperio seguirá creciendo sin límites?
Con todo esto dicho, me pregunto: ¿crees que la omnipresencia de las vallas publicitarias afecta negativamente el paisaje urbano de Costa Rica, o es simplemente parte del progreso y la modernidad? ¡Déjanos tus comentarios abajo y cuéntanos qué piensas!