Maes, ¿vieron el novelón que se armó en el PUSC? Parece que la casa socialcristiana está que arde y, para variar, el protagonista es el que nunca decepciona con el drama: Leslye Bojorges. La vara es que el partido, con Juan Carlos Hidalgo a la cabeza, le pidió amablemente que recogiera sus chereques y se declarara diputado independiente. ¿La respuesta de Bojorges? Un rotundo "me voy cuando yo quiera". Así, sin anestesia. El mae no solo se negó a irse, sino que prácticamente se atornilló a la curul y de paso le tiró con todo a Hidalgo. ¡Qué despiche se tienen montado! Esto ya no es política, es un reality show en Cuesta de Moras.
Diay, uno se pregunta qué fue lo que detonó esta bomba. Según Hidalgo, la cosa no es un simple berrinche. El candidato presidencial del PUSC soltó que Bojorges "se enfrenta a múltiples cuestionamientos éticos, incluyendo una investigación penal en la cual figura como acusado". ¡Zas! Esa es una acusación pesadísima. Básicamente, le están diciendo que su situación legal es una mancha para el partido y que, por el bien de todos, debería hacerse a un lado. Desde la perspectiva de la dirigencia, tiene lógica: en política, la imagen lo es todo, y tener a un diputado con una investigación penal encima es como tener una gotera en media sala en un aguacero. Simplemente no se ve bien y les puede costar caro.
Pero aquí es donde la trama se complica, porque Bojorges no es de los que se quedan callados. El mae salió con los tacos de frente, y su respuesta fue un misil directo a la línea de flotación de Hidalgo. La frase textual es una joya del drama político tico: "Yo me voy del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) cuando yo quiera, no cuando a usted le da la gana, Juan Carlos Hidalgo". ¡Tomen eso! Lejos de achicarse, redobló la apuesta y exigió que lo sigan convocando a todas las reuniones de fracción. Es una jugada audaz, casi suicida, que demuestra una fractura interna que ya no se puede ocultar. Se jalaron una torta monumental al ventilar sus trapos sucios de esta manera, porque ahora todo el país está viendo la pelea en primera fila.
Lo más salado de todo este asunto es que va más allá del pleito entre dos figuras. Esto deja al PUSC, un partido que ha intentado por años reconstruir su imagen y volver a ser una fuerza política relevante, completamente en ridículo. Mientras deberían estar enfocados en propuestas para el país o en fortalecer su campaña para el 2026, están gastando toda su energía en una pelea de patio de escuela. Demuestra una falta de disciplina y de liderazgo garrafal. El verdadero brete de un partido y de sus diputados es trabajar por el país, no andar en dimes y diretes que solo sirven para alimentar el circo político y la desconfianza de la gente. Irse al traste por pleitos internos es el camino más rápido al fracaso electoral.
Al final, lo que queda es un partido que se ve débil y un diputado que, con o sin razón, prefiere aferrarse a su puesto antes que acatar la línea de su propia agrupación. La política es complicada, sí, pero a veces parece que nuestros políticos la hacen un enredo a propósito. Este tipo de espectáculos solo logran que la gente se harte más y crea menos en las instituciones. Pero bueno, maes, ahora les toca a ustedes. ¿Qué opinan de toda esta vara? ¿Tiene razón el PUSC en querer sacarlo para cuidar su imagen, o tiene Bojorges el derecho de quedarse atornillado a la curul hasta que le ronque? ¿Y al final del día, a quién le sirve este despiche? Los leo.
Diay, uno se pregunta qué fue lo que detonó esta bomba. Según Hidalgo, la cosa no es un simple berrinche. El candidato presidencial del PUSC soltó que Bojorges "se enfrenta a múltiples cuestionamientos éticos, incluyendo una investigación penal en la cual figura como acusado". ¡Zas! Esa es una acusación pesadísima. Básicamente, le están diciendo que su situación legal es una mancha para el partido y que, por el bien de todos, debería hacerse a un lado. Desde la perspectiva de la dirigencia, tiene lógica: en política, la imagen lo es todo, y tener a un diputado con una investigación penal encima es como tener una gotera en media sala en un aguacero. Simplemente no se ve bien y les puede costar caro.
Pero aquí es donde la trama se complica, porque Bojorges no es de los que se quedan callados. El mae salió con los tacos de frente, y su respuesta fue un misil directo a la línea de flotación de Hidalgo. La frase textual es una joya del drama político tico: "Yo me voy del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) cuando yo quiera, no cuando a usted le da la gana, Juan Carlos Hidalgo". ¡Tomen eso! Lejos de achicarse, redobló la apuesta y exigió que lo sigan convocando a todas las reuniones de fracción. Es una jugada audaz, casi suicida, que demuestra una fractura interna que ya no se puede ocultar. Se jalaron una torta monumental al ventilar sus trapos sucios de esta manera, porque ahora todo el país está viendo la pelea en primera fila.
Lo más salado de todo este asunto es que va más allá del pleito entre dos figuras. Esto deja al PUSC, un partido que ha intentado por años reconstruir su imagen y volver a ser una fuerza política relevante, completamente en ridículo. Mientras deberían estar enfocados en propuestas para el país o en fortalecer su campaña para el 2026, están gastando toda su energía en una pelea de patio de escuela. Demuestra una falta de disciplina y de liderazgo garrafal. El verdadero brete de un partido y de sus diputados es trabajar por el país, no andar en dimes y diretes que solo sirven para alimentar el circo político y la desconfianza de la gente. Irse al traste por pleitos internos es el camino más rápido al fracaso electoral.
Al final, lo que queda es un partido que se ve débil y un diputado que, con o sin razón, prefiere aferrarse a su puesto antes que acatar la línea de su propia agrupación. La política es complicada, sí, pero a veces parece que nuestros políticos la hacen un enredo a propósito. Este tipo de espectáculos solo logran que la gente se harte más y crea menos en las instituciones. Pero bueno, maes, ahora les toca a ustedes. ¿Qué opinan de toda esta vara? ¿Tiene razón el PUSC en querer sacarlo para cuidar su imagen, o tiene Bojorges el derecho de quedarse atornillado a la curul hasta que le ronque? ¿Y al final del día, a quién le sirve este despiche? Los leo.