Maes, ¿ya vieron el despiche que se tienen montado en el Partido Pueblo Soberano? Diay, es que la vara parece sacada de una novela de las buenas. Justo cuando uno piensa que la política nacional no se puede poner más extraña, el PPSO levanta la mano y dice "sosténme el fresco de cas". La situación está tan enredada que, mientras la presidenta del partido, Mayuli Ortega, sale a pedir "calma y unidad", por dentro la procesión de recursos de amparo, gritos y acusaciones de "deslealtad" va a toda máquina. ¡Qué torta se están jalando!
Vamos por partes, para entender el tamaño del desorden. Todo explotó con la Asamblea Nacional del domingo pasado, que hicieron a puerta cerrada, como si estuvieran planeando algo ultrasecreto. El resultado: un aguacero de recursos de amparo ante el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE). Imagínense la sal de dos candidatas, una de Alajuela y otra de Heredia, que después de haberse inscrito y todo el chunche, las llaman por teléfono para decirles: "mae, muchas gracias por participar, pero hasta aquí llegó". Así, sin más. Obviamente, se fueron directo al TSE, que de momento ya le puso un freno provisional a las candidaturas en esas provincias, salpicando a figuras como la exministra Marta Esquivel y hasta al abogado personal de Chaves, José Miguel Villalobos.
Pero el brete para los magistrados no termina ahí. A ese enredo se suma otro recurso de un delegado de Buenos Aires que, viendo el sistema de "nóminas cerradas", dijo que eso no olía bien y pidió suspender todas las candidaturas a nivel nacional. Y para ponerle la cereza al pastel, ya antes de la asamblea les habían parado el macho con la cuota de inscripción de ₡2,2 millones para los diputados, que el TSE consideró "desproporcional". O sea, el partido ya venía acumulando tarjetas amarillas y en la asamblea le terminaron de sacar la roja.
Y si creían que el asunto era solo legal, esperen a escuchar el pleito interno. El acta de fiscalización del TSE es una joya. Confirma que en la asamblea hubo de todo: gritos, reclamos y hasta la candidata presidencial, Laura Fernández, perdiendo los estribos. La historia cuenta que Fernández se molestó tanto con un delegado de Alajuela, un tal Wilson Jiménez, que le ganó un puesto a un candidato suyo (un influencer conocido como "Doctor Diego"), que lo bautizó ahí mismo como "jaguar desleal". ¡Así como lo leen! Un acto de democracia interna, como disputar un puesto, fue tildado de "deslealtad". Eso dice mucho del ambiente que se vive ahí adentro.
En medio de este caos, sale la presidenta Mayuli Ortega con una carta pidiendo "mantener la calma y la unidad, porque juntos saldremos adelante". Es una frase que suena muy bonita, pero que choca de frente con la realidad de un partido que parece estarse desarmando desde sus propias bases, con gente de Osa también alistando sus propios amparos por sentir que todo fue a dedo. La pregunta que queda en el aire es inevitable y se las dejo a ustedes para que opinen en el foro: ¿Creen que el PPSO logra apagar este incendio y llegar entero a las elecciones, o esta vara ya se fue al traste?
Vamos por partes, para entender el tamaño del desorden. Todo explotó con la Asamblea Nacional del domingo pasado, que hicieron a puerta cerrada, como si estuvieran planeando algo ultrasecreto. El resultado: un aguacero de recursos de amparo ante el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE). Imagínense la sal de dos candidatas, una de Alajuela y otra de Heredia, que después de haberse inscrito y todo el chunche, las llaman por teléfono para decirles: "mae, muchas gracias por participar, pero hasta aquí llegó". Así, sin más. Obviamente, se fueron directo al TSE, que de momento ya le puso un freno provisional a las candidaturas en esas provincias, salpicando a figuras como la exministra Marta Esquivel y hasta al abogado personal de Chaves, José Miguel Villalobos.
Pero el brete para los magistrados no termina ahí. A ese enredo se suma otro recurso de un delegado de Buenos Aires que, viendo el sistema de "nóminas cerradas", dijo que eso no olía bien y pidió suspender todas las candidaturas a nivel nacional. Y para ponerle la cereza al pastel, ya antes de la asamblea les habían parado el macho con la cuota de inscripción de ₡2,2 millones para los diputados, que el TSE consideró "desproporcional". O sea, el partido ya venía acumulando tarjetas amarillas y en la asamblea le terminaron de sacar la roja.
Y si creían que el asunto era solo legal, esperen a escuchar el pleito interno. El acta de fiscalización del TSE es una joya. Confirma que en la asamblea hubo de todo: gritos, reclamos y hasta la candidata presidencial, Laura Fernández, perdiendo los estribos. La historia cuenta que Fernández se molestó tanto con un delegado de Alajuela, un tal Wilson Jiménez, que le ganó un puesto a un candidato suyo (un influencer conocido como "Doctor Diego"), que lo bautizó ahí mismo como "jaguar desleal". ¡Así como lo leen! Un acto de democracia interna, como disputar un puesto, fue tildado de "deslealtad". Eso dice mucho del ambiente que se vive ahí adentro.
En medio de este caos, sale la presidenta Mayuli Ortega con una carta pidiendo "mantener la calma y la unidad, porque juntos saldremos adelante". Es una frase que suena muy bonita, pero que choca de frente con la realidad de un partido que parece estarse desarmando desde sus propias bases, con gente de Osa también alistando sus propios amparos por sentir que todo fue a dedo. La pregunta que queda en el aire es inevitable y se las dejo a ustedes para que opinen en el foro: ¿Creen que el PPSO logra apagar este incendio y llegar entero a las elecciones, o esta vara ya se fue al traste?