¡Ay, mi Dios! Se puso interesante la cosa. El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) le mandó un mensajito bien clarito a los aspirantes a la Presidencia: basta de andar tirándose babas y promesas vacías. Con la presidenta Eugenia Zamora al frente, declararon oficialmente abierta la campaña política este 1 de octubre, pero no venían precisamente a celebrar. Vinieron a poner pa’l carro, diay.
Zamora, con toda la seriedad del mundo, les soltó la bomba: o se portan bien y proponen ideas decentes, o nos vamos a ver envueltos en una campaña llena de descalificaciones y mentiras. Como dice mi abuela, ¡más vale pájaro en mano que cien volando! Esta vez, el TSE quiere que la gente tenga con qué decidir, no que les den un plato lleno de puré sin sabor.
Y ni hablar de los números. Tenemos a 20 candidatos peleando por llegar a Casa Amarilla, ¡una vara! Eso significa que las chances de que alguien gane en primera vuelta son prácticamente nulas. Las encuestas, hasta ahora, muestran un panorama bastante disperso y con muchísimos indecisos. Según dicen, podríamos irnos al quinto balotaje en la historia de Costa Rica – ¡imagínate el bache que eso le da al país!
Juan Carlos Hidalgo, del PUSC, ya se está frotando las manos pensando en la segunda ronda. Él asegura que están listos para convencer a los más escépticos y mostrarles que su partido tiene la receta para transformar el país. Pero Claudio Alpízar, de Esperanza Nacional, no se queda atrás y dice que el oficialismo está soñando despierto con ganar en primera. Alpízar, con la calma que lo caracteriza, previene que “cualquier cosa puede pasar”.
Pero no todo son campañas políticas. Tenemos otros temas urgentes que nos queman por dentro. La inseguridad, por ejemplo, sigue siendo una pesadilla. Si seguimos a este ritmo, podríamos cerrar 2025 con casi 900 homicidios. ¡Una barbaridad! Costa Rica ya apareció en el top 10 de Latinoamérica con mayor tasa de asesinatos, y eso no es ningún orgullo, ¿eh?
Además, tenemos el problema educativo. El apagón educativo de hace unos años dejó secuelas profundas y la inversión en educación sigue siendo insuficiente. Parece que algunos prefieren gastar en otras cosas, pero sin educación, ¿qué futuro le podemos ofrecer a nuestros hijos? ¿Cómo vamos a competir en el mundo si no apostamos por formar mentes brillantes?
Ramos, uno de los aspirantes, prometió defender a Costa Rica del crimen organizado y fortalecer los controles financieros para cerrar las puertas a quien pretenda lavar dinero sucio. También habló de intervenir 40 comunidades consideradas de alto riesgo y aumentar el número de policías en las zonas turísticas. Suena bien en teoría, pero luego vemos si cumplen o se van al traste como tantos otros.
En fin, la cosa está servida. Un montón de candidatos, un electorado indeciso, problemas graves que resolver y un TSE que exige responsabilidad. Ahora la gran pregunta para ustedes, mis panas del Foro: ¿cree usted que algún candidato realmente tiene propuestas convincentes para sacar a Costa Rica de esta encrucijada o será otra campaña más de promesas incumplidas y ataques personales? ¡Déjeme saber su opinión!
Zamora, con toda la seriedad del mundo, les soltó la bomba: o se portan bien y proponen ideas decentes, o nos vamos a ver envueltos en una campaña llena de descalificaciones y mentiras. Como dice mi abuela, ¡más vale pájaro en mano que cien volando! Esta vez, el TSE quiere que la gente tenga con qué decidir, no que les den un plato lleno de puré sin sabor.
Y ni hablar de los números. Tenemos a 20 candidatos peleando por llegar a Casa Amarilla, ¡una vara! Eso significa que las chances de que alguien gane en primera vuelta son prácticamente nulas. Las encuestas, hasta ahora, muestran un panorama bastante disperso y con muchísimos indecisos. Según dicen, podríamos irnos al quinto balotaje en la historia de Costa Rica – ¡imagínate el bache que eso le da al país!
Juan Carlos Hidalgo, del PUSC, ya se está frotando las manos pensando en la segunda ronda. Él asegura que están listos para convencer a los más escépticos y mostrarles que su partido tiene la receta para transformar el país. Pero Claudio Alpízar, de Esperanza Nacional, no se queda atrás y dice que el oficialismo está soñando despierto con ganar en primera. Alpízar, con la calma que lo caracteriza, previene que “cualquier cosa puede pasar”.
Pero no todo son campañas políticas. Tenemos otros temas urgentes que nos queman por dentro. La inseguridad, por ejemplo, sigue siendo una pesadilla. Si seguimos a este ritmo, podríamos cerrar 2025 con casi 900 homicidios. ¡Una barbaridad! Costa Rica ya apareció en el top 10 de Latinoamérica con mayor tasa de asesinatos, y eso no es ningún orgullo, ¿eh?
Además, tenemos el problema educativo. El apagón educativo de hace unos años dejó secuelas profundas y la inversión en educación sigue siendo insuficiente. Parece que algunos prefieren gastar en otras cosas, pero sin educación, ¿qué futuro le podemos ofrecer a nuestros hijos? ¿Cómo vamos a competir en el mundo si no apostamos por formar mentes brillantes?
Ramos, uno de los aspirantes, prometió defender a Costa Rica del crimen organizado y fortalecer los controles financieros para cerrar las puertas a quien pretenda lavar dinero sucio. También habló de intervenir 40 comunidades consideradas de alto riesgo y aumentar el número de policías en las zonas turísticas. Suena bien en teoría, pero luego vemos si cumplen o se van al traste como tantos otros.
En fin, la cosa está servida. Un montón de candidatos, un electorado indeciso, problemas graves que resolver y un TSE que exige responsabilidad. Ahora la gran pregunta para ustedes, mis panas del Foro: ¿cree usted que algún candidato realmente tiene propuestas convincentes para sacar a Costa Rica de esta encrucijada o será otra campaña más de promesas incumplidas y ataques personales? ¡Déjeme saber su opinión!
