¡Ay, Dios mío! El panorama se puso caliente rapidito, diay. Ocho ex presidentes, de Alberto Tejas hasta Carlos Alvarado, le metieron turbo defendiendo al TSE de unos palazos internacionales. Parece que alguien anda buscando darle coba a algunas críticas y, bueno, los viejos mandatarios dijeron '¡Quieto ahí!'
Todo empezó con unas palabrerías de ex funcionarios cercano a Don Rodri, acusándolo de estar haciendo campaña política a nombre del gobierno. Eso ya era echarle salsa al machaca, pero lo que prendió la mecha fue la movida de la embajadora en Estados Unidos, Doña Cata Crespo, que dijo que la citaron en el Congreso. Resulta que no fue el Congreso entero, sino un senador republicanito, don Mario Díaz-Balart. Un detallito que, aparentemente, para algunos afuera es un lote.
Y ahí fue cuando salió la declaración conjunta de estos ocho ex jefes de nación. Firmaron todos, desde el profe Arias, pasando por Don Abel Pacheco, Don Rafa Calderón, Doña Laura Chinchilla, Don José Figueres, Don Luis Guillermo Solís, Don Miguel Ángel Rodríguez y Don Carlos Alvarado. Imagínate la bronca que debieron tener para ponerse de acuerdo en esto, porque tienen diferencias políticas enormes, pero ante esto, decidieron echarle hombros.
Lo que dicen es que hay gente afuera que está intentando meterle mano al proceso electoral, usando versiones chuecas y tratando de poner en duda la solidez de nuestra democracia. Ellos aclaran que la Constitución es clara: el Presidente no puede andar metiéndose en asuntos electorales, más allá de ir a votar. Y que el TSE es el que manda en eso, con toda la independencia que les da la ley. ¡Con toda la razón!
Ahí recalcaron que Costa Rica lleva casi cien años siendo una democracia pura cepa, reconocida mundialmente. Que tenemos misiones de observadores internacionales desde 1962, que andan vigilando todo. Y que esta crisis, pues, parece orquestada para desestabilizarnos, aprovechándose de las tensiones que hay por venir con las elecciones. Claramente quieren sembrar la duda y el miedo, ¡qué lata!
Además, recordaron que durante sus gobiernos, todos ellos respetaron escrupulosamente la ley electoral. Que si hubo alguna falla, la ciudadanía tuvo la valentía de denunciarla y las autoridades actuaron. Esa es la esencia de nuestra democracia, que podamos criticar a nuestros gobernantes sin que nadie venga a decirnos qué podemos o no hacer.
Dicen que el asunto del desafuero de Don Rodri es un tema delicado, pero que el TSE está manejándolo dentro de la ley, garantizando todas las posibilidades de defensa para el Presidente. Y que estas presiones externas, pues, no ayudan precisamente. ¡Al contrario, solo complican las cosas!
Ahora, la pregunta que tengo yo para ustedes, mis queridos lectores: ¿creen que esta presión internacional es legítima, o es una injerencia injustificada en nuestro proceso democrático? ¿Y cómo creen que debemos responder a estas críticas, manteniendo nuestra soberanía y protegiendo nuestras instituciones?
Todo empezó con unas palabrerías de ex funcionarios cercano a Don Rodri, acusándolo de estar haciendo campaña política a nombre del gobierno. Eso ya era echarle salsa al machaca, pero lo que prendió la mecha fue la movida de la embajadora en Estados Unidos, Doña Cata Crespo, que dijo que la citaron en el Congreso. Resulta que no fue el Congreso entero, sino un senador republicanito, don Mario Díaz-Balart. Un detallito que, aparentemente, para algunos afuera es un lote.
Y ahí fue cuando salió la declaración conjunta de estos ocho ex jefes de nación. Firmaron todos, desde el profe Arias, pasando por Don Abel Pacheco, Don Rafa Calderón, Doña Laura Chinchilla, Don José Figueres, Don Luis Guillermo Solís, Don Miguel Ángel Rodríguez y Don Carlos Alvarado. Imagínate la bronca que debieron tener para ponerse de acuerdo en esto, porque tienen diferencias políticas enormes, pero ante esto, decidieron echarle hombros.
Lo que dicen es que hay gente afuera que está intentando meterle mano al proceso electoral, usando versiones chuecas y tratando de poner en duda la solidez de nuestra democracia. Ellos aclaran que la Constitución es clara: el Presidente no puede andar metiéndose en asuntos electorales, más allá de ir a votar. Y que el TSE es el que manda en eso, con toda la independencia que les da la ley. ¡Con toda la razón!
Ahí recalcaron que Costa Rica lleva casi cien años siendo una democracia pura cepa, reconocida mundialmente. Que tenemos misiones de observadores internacionales desde 1962, que andan vigilando todo. Y que esta crisis, pues, parece orquestada para desestabilizarnos, aprovechándose de las tensiones que hay por venir con las elecciones. Claramente quieren sembrar la duda y el miedo, ¡qué lata!
Además, recordaron que durante sus gobiernos, todos ellos respetaron escrupulosamente la ley electoral. Que si hubo alguna falla, la ciudadanía tuvo la valentía de denunciarla y las autoridades actuaron. Esa es la esencia de nuestra democracia, que podamos criticar a nuestros gobernantes sin que nadie venga a decirnos qué podemos o no hacer.
Dicen que el asunto del desafuero de Don Rodri es un tema delicado, pero que el TSE está manejándolo dentro de la ley, garantizando todas las posibilidades de defensa para el Presidente. Y que estas presiones externas, pues, no ayudan precisamente. ¡Al contrario, solo complican las cosas!
Ahora, la pregunta que tengo yo para ustedes, mis queridos lectores: ¿creen que esta presión internacional es legítima, o es una injerencia injustificada en nuestro proceso democrático? ¿Y cómo creen que debemos responder a estas críticas, manteniendo nuestra soberanía y protegiendo nuestras instituciones?