¡Ay, Dios mío! La candidatura presidencial de Laura Fernández está dando de qué hablar, ¿eh? Con su programa “Más oportunidades, un mismo rumbo”, la jefa del PPSO llegó con todo, prometiendo cambiarle la cara al país. Pero ojo, porque no todo mundo está contento con sus ideas, especialmente la de vender el Banco de Costa Rica (BCR) y BICSA. Esto se puso candela rapidito.
Para ponerlos al día, la licenciada Fernández, quien ya tuvo cosquillas en Mideplan y Presidencia, reiteró propuestas que antes había sacado a relucir. Básicamente, dice que hay demasiadas instituciones públicas, unas 335 para ser exactos, y muchas de ellas se están comiendo el presupuesto sin aportar mucho. Claro, ahí viene la idea de recortar gastos vendiendo activos del Estado, principalmente esos dos bancos que le conocemos a todos.
La propuesta de privatizar el BCR y BICSA no es nueva, ¿eh? El gobierno anterior de Chaves ya lo intentó, pero se topó con pared en la Asamblea Legislativa. Ahora, doña Laura dice que va a resucitar esa iniciativa, pero con más fuerza. “Vamos a proponer la venta del BCR y de BICSA”, soltó en la conferencia de prensa. ¡Qué carga, gente! Imaginen todo el debate que esto va a generar.
Pero no solo eso. En temas de inmigración, la candidata también quiere ponerle más frenos. Quiere endurecer las reglas para que no sea tan fácil convertirse en ciudadano costarricense. Según ella, cualquier personita con un rasguño en su historial judicial en su país de origen no pasará por la naturalización. Dice que esto es para proteger la seguridad nacional, pero muchos ven aquí un posible problema de derechos humanos. Vamos a ver cómo se desarrolla esto.
Y aquí viene la bomba, ¡agárrense! Fernández propuso levantar las garantías individuales en zonas consideradas focos de delincuencia organizada. Sí, así como lo escucharon. Según ella, si la cosa se pone realmente fea, con mucho sicariato y crímenes violentos, estaría dispuesta a pedirle a la Asamblea Legislativa que suspenda algunos derechos fundamentales. Eso sí que dio que pensar, ¿verdad? Algunos dicen que es una medida drástica e inconstitucional, mientras que otros creen que es necesaria para combatir la creciente ola de inseguridad que nos azota.
Doña Laura, obviamente, defiende su postura argumentando que esto sería solo en casos extremos y bajo estricta supervisión policial. Afirma que la inteligencia policial tendría que detectar precisamente las áreas de mayor riesgo y que las operaciones serían focalizadas para sacar a los delincuentes de circulación. Pero, sinceramente, me da un poquito de miedo. Levantar garantías es un asunto delicado, y abre la puerta a posibles abusos.
Ahora, la pregunta que queda es: ¿Realmente estas medidas, tan radicales como parecen, van a funcionar? ¿Será que la venta de los bancos estatales traerá los beneficios económicos que promete Fernández, o solo servirá para engordar los bolsillos de unos pocos? Y lo más importante, ¿estamos dispuestos a sacrificar algunas libertades individuales en aras de la seguridad? Esto se pinta para un debate recontra intenso en las próximas semanas, ¿verdad, mae?
Y ahora les pregunto a ustedes, mi gente: considerando el panorama actual de delincuencia y la necesidad de modernizar el Estado, ¿creen que las propuestas de Laura Fernández son un golpe de efecto necesario o un camino peligroso hacia políticas autoritarias? Dejen sus opiniones abajo, quiero leer sus puntos de vista sobre esto.
Para ponerlos al día, la licenciada Fernández, quien ya tuvo cosquillas en Mideplan y Presidencia, reiteró propuestas que antes había sacado a relucir. Básicamente, dice que hay demasiadas instituciones públicas, unas 335 para ser exactos, y muchas de ellas se están comiendo el presupuesto sin aportar mucho. Claro, ahí viene la idea de recortar gastos vendiendo activos del Estado, principalmente esos dos bancos que le conocemos a todos.
La propuesta de privatizar el BCR y BICSA no es nueva, ¿eh? El gobierno anterior de Chaves ya lo intentó, pero se topó con pared en la Asamblea Legislativa. Ahora, doña Laura dice que va a resucitar esa iniciativa, pero con más fuerza. “Vamos a proponer la venta del BCR y de BICSA”, soltó en la conferencia de prensa. ¡Qué carga, gente! Imaginen todo el debate que esto va a generar.
Pero no solo eso. En temas de inmigración, la candidata también quiere ponerle más frenos. Quiere endurecer las reglas para que no sea tan fácil convertirse en ciudadano costarricense. Según ella, cualquier personita con un rasguño en su historial judicial en su país de origen no pasará por la naturalización. Dice que esto es para proteger la seguridad nacional, pero muchos ven aquí un posible problema de derechos humanos. Vamos a ver cómo se desarrolla esto.
Y aquí viene la bomba, ¡agárrense! Fernández propuso levantar las garantías individuales en zonas consideradas focos de delincuencia organizada. Sí, así como lo escucharon. Según ella, si la cosa se pone realmente fea, con mucho sicariato y crímenes violentos, estaría dispuesta a pedirle a la Asamblea Legislativa que suspenda algunos derechos fundamentales. Eso sí que dio que pensar, ¿verdad? Algunos dicen que es una medida drástica e inconstitucional, mientras que otros creen que es necesaria para combatir la creciente ola de inseguridad que nos azota.
Doña Laura, obviamente, defiende su postura argumentando que esto sería solo en casos extremos y bajo estricta supervisión policial. Afirma que la inteligencia policial tendría que detectar precisamente las áreas de mayor riesgo y que las operaciones serían focalizadas para sacar a los delincuentes de circulación. Pero, sinceramente, me da un poquito de miedo. Levantar garantías es un asunto delicado, y abre la puerta a posibles abusos.
Ahora, la pregunta que queda es: ¿Realmente estas medidas, tan radicales como parecen, van a funcionar? ¿Será que la venta de los bancos estatales traerá los beneficios económicos que promete Fernández, o solo servirá para engordar los bolsillos de unos pocos? Y lo más importante, ¿estamos dispuestos a sacrificar algunas libertades individuales en aras de la seguridad? Esto se pinta para un debate recontra intenso en las próximas semanas, ¿verdad, mae?
Y ahora les pregunto a ustedes, mi gente: considerando el panorama actual de delincuencia y la necesidad de modernizar el Estado, ¿creen que las propuestas de Laura Fernández son un golpe de efecto necesario o un camino peligroso hacia políticas autoritarias? Dejen sus opiniones abajo, quiero leer sus puntos de vista sobre esto.