¡Aguántense!, porque la carrera presidencial ya está tomando forma. Laura Fernández, candidata del Partido Pueblo Soberano (PPSO), presentó este viernes su ambicioso Plan de Gobierno, bautizado como “Plan de la Continuidad: Más oportunidades, un mismo rumbo”. Un salón repleto de dirigentes, aspirantes a diputados y fanáticos demostró que la señora viene con brío, buscando capitalizar el legado de Chaves y Cisneros. El ambiente era de fiesta, pura camaradería y promesas de un futuro… bueno, continuo.
La presentacion, realizada el 17 de octubre de 2025, tuvo como toque emotivo el reconocimiento explícito a Rodrigo Chaves y Pilar Cisneros, figuras clave del actual gobierno. Fernández les dedicó palabras de agradecimiento, resaltando su labor en la construcción de lo que ellos consideran una “nueva Costa Rica”. Un gesto simbólico fue la entrega del primer ejemplar del plan a Cisneros, quien visiblemente emocionada, agradeció el respaldo y reafirmó el compromiso con la continuidad del proyecto político.
Pero vamos al grano, ¿de qué va el plan? Pues, según la propia Fernández, buscan “cerrar las heridas abiertas por décadas de desigualdad social y territorial”, repartiendo recursos y oportunidades “con equidad y justicia”. Suena lindo, ¿verdad?, pero la letra chica siempre preocupa. Insistieron en consolidar los avances económicos y sociales logrados hasta ahora – lo cual, si le preguntas a cualquier vecino, es motivo de debate constante.
Pilar Cisneros, en un aparte cargado de emoción, exhortó a los costarricenses a “seguir para adelante”. Con lágrimas en los ojos, agradeció a sus colegas legisladores por su “lealtad y entrega”, pintando un cuadro donde debemos abandonar “la noche oscura de la política tradicional” para abrazar una Costa Rica “más próspera y transparente”. Que alguien le diga a la señora que no todos estamos para andar llorando en público, ¡pero bueno!, entendemos el desenfado de la situación.
Douglas Soto y Francisco Gamboa, como primeros y segundos vicepresidentes en la fórmula, también tuvieron su momento de brillo, aunque sin dejar la marca imborrable de Cisneros. Pero volviendo al plan, conté alrededor de 520 acciones estratégicas divididas en cinco pilares fundamentales, desde la seguridad ciudadana hasta la eficiencia estatal. ¡Un brete de propuestas!
La promesa de seguridad suena a que van a invertir harto en tecnología, incluyendo un Centro de Control Policial C7 respaldado por inteligencia artificial y un Observatorio Nacional de Seguridad. Ahí hay que estar ojo avizor, porque la inteligencia artificial puede ser tanto una bendición como un nuevo dolor de cabeza. En el plano económico, la construcción de la Marina de Limón y el programa “De la tierra al negocio agropecuario” para modernizar el sector agrícola, con agricultura de precisión y apoyo a las ferias del agricultor, buscan darle un empujón a la economía nacional, dicen.
Fernández aseguró que su gobierno será un “Estado eficiente” que garantice que las poblaciones más vulnerables tengan las herramientas para superar sus dificultades. Se escucha bien en papel, mae, pero ¿cómo se traduce eso en soluciones reales para la gente que anda batallando día a día? Porque que venga con el cuento de que todo va a ser fácil, y ahí nos vemos con las manos en la frente. El eslogan “El cambio continúa” resuena en todo el plan, ¿será un cambio genuino o simplemente el mismo refrito con diferente salsa?
Después de escuchar todo esto, uno se queda pensando... ¿Es realmente factible cumplir todas estas promesas en medio de la crisis global y las limitaciones presupuestarias? ¿Podrá Laura Fernández convencer a la ciudadanía de que su “continuidad” es lo que necesita Costa Rica para prosperar? ¿O este plan se quedará como otro castillo de arena ante las olas de la realidad política? Dígame usted, ¿cree que este plan ofrece soluciones reales o es solo demagogia electoral?
La presentacion, realizada el 17 de octubre de 2025, tuvo como toque emotivo el reconocimiento explícito a Rodrigo Chaves y Pilar Cisneros, figuras clave del actual gobierno. Fernández les dedicó palabras de agradecimiento, resaltando su labor en la construcción de lo que ellos consideran una “nueva Costa Rica”. Un gesto simbólico fue la entrega del primer ejemplar del plan a Cisneros, quien visiblemente emocionada, agradeció el respaldo y reafirmó el compromiso con la continuidad del proyecto político.
Pero vamos al grano, ¿de qué va el plan? Pues, según la propia Fernández, buscan “cerrar las heridas abiertas por décadas de desigualdad social y territorial”, repartiendo recursos y oportunidades “con equidad y justicia”. Suena lindo, ¿verdad?, pero la letra chica siempre preocupa. Insistieron en consolidar los avances económicos y sociales logrados hasta ahora – lo cual, si le preguntas a cualquier vecino, es motivo de debate constante.
Pilar Cisneros, en un aparte cargado de emoción, exhortó a los costarricenses a “seguir para adelante”. Con lágrimas en los ojos, agradeció a sus colegas legisladores por su “lealtad y entrega”, pintando un cuadro donde debemos abandonar “la noche oscura de la política tradicional” para abrazar una Costa Rica “más próspera y transparente”. Que alguien le diga a la señora que no todos estamos para andar llorando en público, ¡pero bueno!, entendemos el desenfado de la situación.
Douglas Soto y Francisco Gamboa, como primeros y segundos vicepresidentes en la fórmula, también tuvieron su momento de brillo, aunque sin dejar la marca imborrable de Cisneros. Pero volviendo al plan, conté alrededor de 520 acciones estratégicas divididas en cinco pilares fundamentales, desde la seguridad ciudadana hasta la eficiencia estatal. ¡Un brete de propuestas!
La promesa de seguridad suena a que van a invertir harto en tecnología, incluyendo un Centro de Control Policial C7 respaldado por inteligencia artificial y un Observatorio Nacional de Seguridad. Ahí hay que estar ojo avizor, porque la inteligencia artificial puede ser tanto una bendición como un nuevo dolor de cabeza. En el plano económico, la construcción de la Marina de Limón y el programa “De la tierra al negocio agropecuario” para modernizar el sector agrícola, con agricultura de precisión y apoyo a las ferias del agricultor, buscan darle un empujón a la economía nacional, dicen.
Fernández aseguró que su gobierno será un “Estado eficiente” que garantice que las poblaciones más vulnerables tengan las herramientas para superar sus dificultades. Se escucha bien en papel, mae, pero ¿cómo se traduce eso en soluciones reales para la gente que anda batallando día a día? Porque que venga con el cuento de que todo va a ser fácil, y ahí nos vemos con las manos en la frente. El eslogan “El cambio continúa” resuena en todo el plan, ¿será un cambio genuino o simplemente el mismo refrito con diferente salsa?
Después de escuchar todo esto, uno se queda pensando... ¿Es realmente factible cumplir todas estas promesas en medio de la crisis global y las limitaciones presupuestarias? ¿Podrá Laura Fernández convencer a la ciudadanía de que su “continuidad” es lo que necesita Costa Rica para prosperar? ¿O este plan se quedará como otro castillo de arena ante las olas de la realidad política? Dígame usted, ¿cree que este plan ofrece soluciones reales o es solo demagogia electoral?