¡Ay, mi gente! Se armó un quite tremendo con las promesas de Laura Fernández, la candidata de Pueblo Soberano. Resulta que, ante la presión gringolandesa por esas políticas proteccionistas del señor Trump, doña Laura ha salido con la promesa de ponerle alfombra roja a cualquier inversor que quiera meterle las manos a Costa Rica. Y ni hablar de las jornadas 4x3, ¡eso parece que sí va a salir adelante!
La verdad, la situación económica nos tiene a todos un poco apretados, y ver a alguien que dice que va a facilitar las cosas al sector privado da esperanzas. Hay que recordar que siempre hemos sido un país abierto al comercio, pero últimamente se siente esa sombra de incertidumbre, especialmente con todo lo que pasa afuera. Pero ahora, según doña Laura, ¡todo eso cambiará! Parece que quiere convencer a todos de que Costa Rica es el lugar perfecto para hacer negocios.
Fernández no anduvo con rodeos y aseguró que, si la eligen presidenta –y vaya que las encuestas le dan ventaja–, su gobierno será un aliado indiscutible para cualquiera que se anime a emprender acá. Quiere ampliar las zonas francas, llevándolas no solo al área metropolitana, sino también a las costas y zonas rurales. Imaginen, ¡oportunidades de trabajo allá donde menos te lo esperas!
Y para demostrar que está comprometida con agilizar los procesos, prometió intensificar la simplificación de trámites. Ya habían quitado algunas trabas, como 177 requisitos que dificultaban la inversión, pero ella asegura que no van a permitir que la burocracia siga siendo un dolor de cabeza para los empresarios. ¡Eso sí sería un avance importante, porque a veces uno se desespera tratando de resolver un trámite tan simple!
Lo que más llama la atención es la insistencia con las jornadas 4x3. Ustedes saben que esto lleva tiempo atascado en el Congreso, gracias a la oposición del Frente Amplio. Mientras otros países están ajustando sus leyes laborales para atraer talento e inversión, nosotros seguimos batallando por implementar algo que podría dinamizar la economía y mejorar la calidad de vida de muchos trabajadores. ¡Qué pena darles este brete!
Es cierto que las jornadas 4x3 implican trabajar 12 horas cuatro días a la semana, a cambio de tres días de descanso seguidos. No es para todos, claro, pero para muchos sectores productivos podría ser una solución para aumentar la productividad y atraer inversiones. Además, algunos dicen que eso podría ayudar a reducir el consumo de combustible y disminuir el tráfico en nuestras carreteras. Un ganar-ganar, ¿no creen?
Ahora bien, hay que analizarlo con calma. No todo lo que brilla es oro, y estas propuestas tienen sus pros y contras. Algunos economistas advierten que las jornadas largas podrían afectar la salud de los trabajadores y disminuir la eficiencia a largo plazo. Otros temen que esto genere una competencia desleal entre empresas que implementan estas jornadas y aquellas que no. Así que, aunque la idea suena atractiva, es importante estudiarla a fondo antes de tomar decisiones apresuradas.
En fin, las promesas de doña Laura han generado revuelo en el ambiente político y económico. Veremos si logra cumplir lo que dice y transformar realmente Costa Rica en un país más competitivo y atractivo para la inversión. Pero me pregunto, con toda esta propuesta de alfombra roja y zonas francas extendidas, ¿cree usted que el crecimiento económico llegará a todas las regiones del país o beneficiará principalmente a unos pocos privilegiados? ¡Déjenme sus opiniones en el foro!
La verdad, la situación económica nos tiene a todos un poco apretados, y ver a alguien que dice que va a facilitar las cosas al sector privado da esperanzas. Hay que recordar que siempre hemos sido un país abierto al comercio, pero últimamente se siente esa sombra de incertidumbre, especialmente con todo lo que pasa afuera. Pero ahora, según doña Laura, ¡todo eso cambiará! Parece que quiere convencer a todos de que Costa Rica es el lugar perfecto para hacer negocios.
Fernández no anduvo con rodeos y aseguró que, si la eligen presidenta –y vaya que las encuestas le dan ventaja–, su gobierno será un aliado indiscutible para cualquiera que se anime a emprender acá. Quiere ampliar las zonas francas, llevándolas no solo al área metropolitana, sino también a las costas y zonas rurales. Imaginen, ¡oportunidades de trabajo allá donde menos te lo esperas!
Y para demostrar que está comprometida con agilizar los procesos, prometió intensificar la simplificación de trámites. Ya habían quitado algunas trabas, como 177 requisitos que dificultaban la inversión, pero ella asegura que no van a permitir que la burocracia siga siendo un dolor de cabeza para los empresarios. ¡Eso sí sería un avance importante, porque a veces uno se desespera tratando de resolver un trámite tan simple!
Lo que más llama la atención es la insistencia con las jornadas 4x3. Ustedes saben que esto lleva tiempo atascado en el Congreso, gracias a la oposición del Frente Amplio. Mientras otros países están ajustando sus leyes laborales para atraer talento e inversión, nosotros seguimos batallando por implementar algo que podría dinamizar la economía y mejorar la calidad de vida de muchos trabajadores. ¡Qué pena darles este brete!
Es cierto que las jornadas 4x3 implican trabajar 12 horas cuatro días a la semana, a cambio de tres días de descanso seguidos. No es para todos, claro, pero para muchos sectores productivos podría ser una solución para aumentar la productividad y atraer inversiones. Además, algunos dicen que eso podría ayudar a reducir el consumo de combustible y disminuir el tráfico en nuestras carreteras. Un ganar-ganar, ¿no creen?
Ahora bien, hay que analizarlo con calma. No todo lo que brilla es oro, y estas propuestas tienen sus pros y contras. Algunos economistas advierten que las jornadas largas podrían afectar la salud de los trabajadores y disminuir la eficiencia a largo plazo. Otros temen que esto genere una competencia desleal entre empresas que implementan estas jornadas y aquellas que no. Así que, aunque la idea suena atractiva, es importante estudiarla a fondo antes de tomar decisiones apresuradas.
En fin, las promesas de doña Laura han generado revuelo en el ambiente político y económico. Veremos si logra cumplir lo que dice y transformar realmente Costa Rica en un país más competitivo y atractivo para la inversión. Pero me pregunto, con toda esta propuesta de alfombra roja y zonas francas extendidas, ¿cree usted que el crecimiento económico llegará a todas las regiones del país o beneficiará principalmente a unos pocos privilegiados? ¡Déjenme sus opiniones en el foro!