¡Ay, pata! Parece que este cierre de año vamos a verla reventada en cuanto a turismo, diay. Según la Cámara Costarricense de Hoteles (CCH), estamos hablando de un 77% de ocupación promedio a nivel nacional, qué chiva, ¿eh? Después de unos meses bien tranquilos para el sector, esto viene como aire fresco, como un goteo bendito.
La verdad, el 2025 nos dejó raspao’ a varios negocios del ramo, con la baja en la visita de flacos gringos. Eso hizo que nos agarráramos con más fuerza del turismo interno, porque si no, ¡nos íbamos al traste!, chunches. Ahora, parece que esa estrategia funcionó, y la gente caleña está sacando provecho del feriado para darse unos merecidos días de relax.
Y ojo, que no todos van igual. Las zonas costeras y montañosas, esas que tienen la vista pa’ morirse, esperan tener casi el 80% de sus habitaciones ocupadas. ¡Eso sí es cargarle a la máquina! Mientras tanto, los hoteles en San José y alrededores andan más flojos, con un 65%. Ya saben, la mayoría de la peña prefiere escaparle del bullicio de la ciudad y buscar un poco de paz en las playas o en la montaña. Es pura lógica, mi pana.
Flora Ayub, la jefa de la CCH, dice que esta época es crucial para levantarle el ánimo al sector. Estamos aprovechando que tenemos la rica naturaleza y la hospitalidad pura para atraer al turista. Que vengan a disfrutar de lo nuestro, aunque a veces, diay, hay quien se queja del precio. Pero bueno, ¿qué se le va a hacer?, Costa Rica tiene su valor, y eso lo sabe el mundo entero.
Pa’ ponerlos en contexto, un 50% de los hoteles esperan cosas similares a como les fue el año pasado, otro 27% cree que va a mejorar, y un 23% teme que haya una bajada. ¿Será que todavía estamos sintiendo las repercusiones de la pandemia? Es un brete tratar de predecir el futuro en estos tiempos, pero ojalá que las cosas sigan viento en popa.
Ahora sí hablemos claro: los hoteles todo incluido son los que realmente se llevan la paloma, con un 94% de ocupación proyectada. Parece que la gente quiere olvidarse de todas las preocupaciones y dejarse llevar, ¿no es cierto? Y ahí entran los paquetes completos, donde ya te incluyen comida, bebida y actividades. Para algunos es comodísimo, para otros prefieren la libertad de explorar por su cuenta. Hay de todo, mi hermano.
Pero, a pesar de todo el optimismo, hay que recordar que diciembre es solo el comienzo de la temporada alta, que se extiende hasta abril. Estos meses son vitales para garantizar que los hoteles puedan sobrevivir durante la temporada verde, cuando las cosas se ponen más tranquilas. Si no generamos suficientes ingresos ahora, puede que algunos tengan que cerrar las puertas, y eso sería una verdadera lástima, brete que nadie quiere vivir. Recuerden, el turismo es pilar fundamental de nuestra economía, así que hay que cuidarlo como el hambre.
Así que, ¿creen que esta temporada alta será suficiente para darle un respiro al sector hotelero y sentar las bases para un 2026 más próspero? ¿O creen que factores externos, como la inflación global, podrían echar agua fría a la celebración?
La verdad, el 2025 nos dejó raspao’ a varios negocios del ramo, con la baja en la visita de flacos gringos. Eso hizo que nos agarráramos con más fuerza del turismo interno, porque si no, ¡nos íbamos al traste!, chunches. Ahora, parece que esa estrategia funcionó, y la gente caleña está sacando provecho del feriado para darse unos merecidos días de relax.
Y ojo, que no todos van igual. Las zonas costeras y montañosas, esas que tienen la vista pa’ morirse, esperan tener casi el 80% de sus habitaciones ocupadas. ¡Eso sí es cargarle a la máquina! Mientras tanto, los hoteles en San José y alrededores andan más flojos, con un 65%. Ya saben, la mayoría de la peña prefiere escaparle del bullicio de la ciudad y buscar un poco de paz en las playas o en la montaña. Es pura lógica, mi pana.
Flora Ayub, la jefa de la CCH, dice que esta época es crucial para levantarle el ánimo al sector. Estamos aprovechando que tenemos la rica naturaleza y la hospitalidad pura para atraer al turista. Que vengan a disfrutar de lo nuestro, aunque a veces, diay, hay quien se queja del precio. Pero bueno, ¿qué se le va a hacer?, Costa Rica tiene su valor, y eso lo sabe el mundo entero.
Pa’ ponerlos en contexto, un 50% de los hoteles esperan cosas similares a como les fue el año pasado, otro 27% cree que va a mejorar, y un 23% teme que haya una bajada. ¿Será que todavía estamos sintiendo las repercusiones de la pandemia? Es un brete tratar de predecir el futuro en estos tiempos, pero ojalá que las cosas sigan viento en popa.
Ahora sí hablemos claro: los hoteles todo incluido son los que realmente se llevan la paloma, con un 94% de ocupación proyectada. Parece que la gente quiere olvidarse de todas las preocupaciones y dejarse llevar, ¿no es cierto? Y ahí entran los paquetes completos, donde ya te incluyen comida, bebida y actividades. Para algunos es comodísimo, para otros prefieren la libertad de explorar por su cuenta. Hay de todo, mi hermano.
Pero, a pesar de todo el optimismo, hay que recordar que diciembre es solo el comienzo de la temporada alta, que se extiende hasta abril. Estos meses son vitales para garantizar que los hoteles puedan sobrevivir durante la temporada verde, cuando las cosas se ponen más tranquilas. Si no generamos suficientes ingresos ahora, puede que algunos tengan que cerrar las puertas, y eso sería una verdadera lástima, brete que nadie quiere vivir. Recuerden, el turismo es pilar fundamental de nuestra economía, así que hay que cuidarlo como el hambre.
Así que, ¿creen que esta temporada alta será suficiente para darle un respiro al sector hotelero y sentar las bases para un 2026 más próspero? ¿O creen que factores externos, como la inflación global, podrían echar agua fría a la celebración?
