¡Ay, Dios mío! Esto sí que es novela. Resulta que la hija de Gilberto Bell Fernández, alias 'Macho Coca', anda metida en un buen brete. La agarraron los judiciales junto con otros dos personajes sospechosos de robar combustible en Villa del Mar de Limón. ¡Imagínate el papelón!
La detención, que ocurrió el lunes pasado, fue producto de una operación coordinada entre el OIJ y Recope, nuestra querida refinadora. Al parecer, tenían información confidencial que les permitió seguirle la pista a estos tipos. Parece que alguien ahí adentro soltó la sopa, diay.
Cuando llegaron los agentes, encontraron un verdadero tinglado: 1.250 litros de combustible guardados en seis estañones y tres pichingas. ¡Una barbaridad! Uno se pregunta qué hacían con tanta gasofa, si era para alimentar una flota de carros deportivos o qué... Pero bueno, eso ya lo dirá el juez.
Pero lo que realmente sacudió la olla fue saber que una de las detenidas es hija directa de 'Macho Coca'. Recordaremos que este señor ya había sido señalado como sospechoso de robo de combustible hace apenas unos meses, allá por octubre del año pasado. ¡Parece que el negocio familiar va de generación en generación, chévere!
Las autoridades ya tienen todo el combustible decomisado bajo llave, en manos de Recope. Mientras tanto, los tres detenidos están a disposición del Ministerio Público, esperando que les determinen su situación legal. Ya saben, abogados, pruebas, todo el rollo. Veremos qué sale de esto, porque la cosa pinta complicada.
Este caso nos recuerda que el problema del robo de combustible sigue siendo una espina clavada en nuestro país. No importa cuánta vigilancia pongan, siempre hay algún maquina que busca meter pata y llenarle los bolsillos a costa del erario público. ¡Qué pena ajena!
Algunos analistas señalan que este tipo de delitos suelen estar relacionados con redes organizadas muy bien estructuradas. Claro, no es que un par de tipos se levanten de la cama y decidan robar gasolina a gran escala. Detrás de esto hay gente poderosa, con contactos y dinero suficiente para seguir operando incluso tras caer algunos miembros. Un brete, diay.
Ahora, la pregunta que queda flotando en el aire es: ¿Estamos ante un simple incidente aislado o es evidencia de una red mucho mayor que opera impune en nuestras costas? ¿Deberíamos reforzar las medidas de seguridad en las plantas de Recope o enfocarnos en combatir la corrupción interna que facilita estas actividades ilícitas? ¡Den su opinión en el foro, a ver qué piensa la gente!
La detención, que ocurrió el lunes pasado, fue producto de una operación coordinada entre el OIJ y Recope, nuestra querida refinadora. Al parecer, tenían información confidencial que les permitió seguirle la pista a estos tipos. Parece que alguien ahí adentro soltó la sopa, diay.
Cuando llegaron los agentes, encontraron un verdadero tinglado: 1.250 litros de combustible guardados en seis estañones y tres pichingas. ¡Una barbaridad! Uno se pregunta qué hacían con tanta gasofa, si era para alimentar una flota de carros deportivos o qué... Pero bueno, eso ya lo dirá el juez.
Pero lo que realmente sacudió la olla fue saber que una de las detenidas es hija directa de 'Macho Coca'. Recordaremos que este señor ya había sido señalado como sospechoso de robo de combustible hace apenas unos meses, allá por octubre del año pasado. ¡Parece que el negocio familiar va de generación en generación, chévere!
Las autoridades ya tienen todo el combustible decomisado bajo llave, en manos de Recope. Mientras tanto, los tres detenidos están a disposición del Ministerio Público, esperando que les determinen su situación legal. Ya saben, abogados, pruebas, todo el rollo. Veremos qué sale de esto, porque la cosa pinta complicada.
Este caso nos recuerda que el problema del robo de combustible sigue siendo una espina clavada en nuestro país. No importa cuánta vigilancia pongan, siempre hay algún maquina que busca meter pata y llenarle los bolsillos a costa del erario público. ¡Qué pena ajena!
Algunos analistas señalan que este tipo de delitos suelen estar relacionados con redes organizadas muy bien estructuradas. Claro, no es que un par de tipos se levanten de la cama y decidan robar gasolina a gran escala. Detrás de esto hay gente poderosa, con contactos y dinero suficiente para seguir operando incluso tras caer algunos miembros. Un brete, diay.
Ahora, la pregunta que queda flotando en el aire es: ¿Estamos ante un simple incidente aislado o es evidencia de una red mucho mayor que opera impune en nuestras costas? ¿Deberíamos reforzar las medidas de seguridad en las plantas de Recope o enfocarnos en combatir la corrupción interna que facilita estas actividades ilícitas? ¡Den su opinión en el foro, a ver qué piensa la gente!
