¡Aguante, pura vida! Resulta que la inflación sigue dando patadas al aire, pero ahora en sentido contrario. Sí, así como lo leíste, por QUINTO mes consecutivo, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se mantiene en rojo, aunque positivo, cerrando setiembre con un -1%. ¿Esto significa que nos vamos recuperando de los tiempos difíciles o hay algo más oscuro debajo de la mesa?
Nelson Castillo, el vocero del INE, soltó la bomba hace unos días. Según sus números, el IPC tuvo una caída mensual del -0,40% en septiembre. No es pa’ hacer copetes, pero tampoco pa' llorar a moco tendido. Lo importante es entender qué está pasando realmente. En los últimos tres meses hemos visto cómo los precios bajan, acumulando ya un -1,95% en el tercer trimestre y manteniendo esa misma cifra interanual.
Ahora bien, no todo es miel sobre hojuelas, ¿eh? Aunque el panorama general parezca mejorar, algunos productos siguen pegándose un “sal”. Un 47% de los bienes y servicios vieron aumentado su precio. Ahí nomás, tortas de pollo (¡qué carga!), filete de pescado, papas, aceite… hasta el diésel se apuntó a subir. ¡Unas cositas! Imagínate la bronca para la gente que vive día a día, tratando de llegar a fin de mes.
Pero bueno, también hay luces al final del túnel. Un 37% de los productos bajaron de precio, y el tomate, ese señor, fue el rey de la rebaja. Pasó de costar ¢1.709 a ¢1.227 por kilo. Eso sí es un respiro para nuestros bolsillos, máxime considerando cuánto necesitamos ese chunche para preparar la gallina asada dominical. Pura dicha!
Y no solo el tomate; también la telefonía móvil (-8,92%), la cebolla (-5,98%), las lavadoras de ropa (-5,79%) y la posta de cerdo (-5,60%) se dejaron caer. Menos mal que algo está funcionando, porque la cosa andaba apretadita. El Consejo Nacional de Producción (CNP) ha estado monitoreando la situación de cerca, buscando maneras de estabilizar los precios y apoyar a los productores locales.
Ahora, muchos analistas dicen que esto es señal de que la economía se está enfriando, y que eso podría ser positivo a largo plazo. Otros, más pesimistas, advierten que esta baja en la inflación podría ser temporal, y que podríamos encontrarnos con sorpresas desagradables en los próximos meses. La verdad, nadie tiene la bola de cristal, y dependeremos de cómo se muevan los mercados internacionales y las políticas económicas del gobierno. Que se preparen los economistas, que brete tenemos por delante.
Lo cierto es que la situación económica de nuestro país es como un juego de tejo: a veces metes justo en la raya, a veces te sales por completo. Hay que mantener la calma, seguir trabajando duro y confiar en que las cosas van a mejorar. Porque si somos ticos, sabemos salir adelante, ¿verdad? Ya hemos pasado peores, y siempre encontramos la manera de reinventarnos y seguirle dando al tute.
En fin, ¿será que esta tendencia a la baja en la inflación continuará, o estamos ante un espejismo que desaparecerá pronto? ¿Cómo creen que impactará esta situación en el bolsillo de los costarricenses a corto y mediano plazo? Déjenme sus opiniones en los comentarios, ¡quiero saber qué piensan mis compas del foro sobre este tema!
Nelson Castillo, el vocero del INE, soltó la bomba hace unos días. Según sus números, el IPC tuvo una caída mensual del -0,40% en septiembre. No es pa’ hacer copetes, pero tampoco pa' llorar a moco tendido. Lo importante es entender qué está pasando realmente. En los últimos tres meses hemos visto cómo los precios bajan, acumulando ya un -1,95% en el tercer trimestre y manteniendo esa misma cifra interanual.
Ahora bien, no todo es miel sobre hojuelas, ¿eh? Aunque el panorama general parezca mejorar, algunos productos siguen pegándose un “sal”. Un 47% de los bienes y servicios vieron aumentado su precio. Ahí nomás, tortas de pollo (¡qué carga!), filete de pescado, papas, aceite… hasta el diésel se apuntó a subir. ¡Unas cositas! Imagínate la bronca para la gente que vive día a día, tratando de llegar a fin de mes.
Pero bueno, también hay luces al final del túnel. Un 37% de los productos bajaron de precio, y el tomate, ese señor, fue el rey de la rebaja. Pasó de costar ¢1.709 a ¢1.227 por kilo. Eso sí es un respiro para nuestros bolsillos, máxime considerando cuánto necesitamos ese chunche para preparar la gallina asada dominical. Pura dicha!
Y no solo el tomate; también la telefonía móvil (-8,92%), la cebolla (-5,98%), las lavadoras de ropa (-5,79%) y la posta de cerdo (-5,60%) se dejaron caer. Menos mal que algo está funcionando, porque la cosa andaba apretadita. El Consejo Nacional de Producción (CNP) ha estado monitoreando la situación de cerca, buscando maneras de estabilizar los precios y apoyar a los productores locales.
Ahora, muchos analistas dicen que esto es señal de que la economía se está enfriando, y que eso podría ser positivo a largo plazo. Otros, más pesimistas, advierten que esta baja en la inflación podría ser temporal, y que podríamos encontrarnos con sorpresas desagradables en los próximos meses. La verdad, nadie tiene la bola de cristal, y dependeremos de cómo se muevan los mercados internacionales y las políticas económicas del gobierno. Que se preparen los economistas, que brete tenemos por delante.
Lo cierto es que la situación económica de nuestro país es como un juego de tejo: a veces metes justo en la raya, a veces te sales por completo. Hay que mantener la calma, seguir trabajando duro y confiar en que las cosas van a mejorar. Porque si somos ticos, sabemos salir adelante, ¿verdad? Ya hemos pasado peores, y siempre encontramos la manera de reinventarnos y seguirle dando al tute.
En fin, ¿será que esta tendencia a la baja en la inflación continuará, o estamos ante un espejismo que desaparecerá pronto? ¿Cómo creen que impactará esta situación en el bolsillo de los costarricenses a corto y mediano plazo? Déjenme sus opiniones en los comentarios, ¡quiero saber qué piensan mis compas del foro sobre este tema!