¡Ay, Dios mío! Qué bronca nos da tener que estar hablando de esto otra vez… Pero aquí estamos, frente a la tragedia de Ricardo González Rivera, un jovencito de Heredia que decidió marcharse de este mundo, aparentemente huyendo del infierno del bullying que vivía en el Liceo Samuel Sáenz Flores. Un caso que, como dice mi abuela, 'nos pone el vello de punta', porque parece que nunca aprendemos en este país.
La cosa explotó hace unos días, cuando la noticia llegó a oídos de todos nosotros. Parece que el pobre Ricardo estaba aguantando un montón de cosas por parte de algunos compañeros, y las cosas llegaron a tal punto que… bueno, ya saben. Ahora, el ambiente en el liceo está que arde, entre tristeza, rabia y una desesperación enorme. Lo he visto yo mismo, caminando por Heredia; hay carteles por todas partes pidiendo justicia para Ricardo y exigiendo que se haga algo al respecto. Que no quede esto en la nada, vamos.
Y claro, la gente está preguntándose qué demonios está pasando en ese colegio. Resulta que, según dicen muchos estudiantes, este no es el primer caso de bullying en el Liceo Sáenz. Siempre ha habido problemas, siempre ha habido chicos sufriendo acoso, pero parece que nadie quería ver ni escuchar. La Vara es seria, ¿verdad?
Pero lo que realmente enfureció a todos es que, pese a las denuncias y a la presión social, los responsables todavía andan campantes. Dicen que no han ido a clase, sí, pero no hay ninguna sanción formal en su contra. ¡Un despiche! ¿Cómo es posible que alguien que haya causado tanto dolor siga impune? Esto demuestra, una vez más, que tenemos un problema serio con cómo manejamos estos temas en nuestras escuelas. Se hacen comunicados, se dan discursos bonitos, pero luego… nada.
El Ministerio de Educación Pública (MEP), ante la avalancha de críticas, tuvo que moverse. Ya activaron a la Contraloría de Derechos Estudiantiles para investigar el caso a fondo. Están pidiendo informes al colegio, quieren saber qué pasó exactamente y si hubo alguna negligencia por parte de las autoridades. Esperemos que esta vez sí hagan las cosas bien, que no se queden solo en trámites burocráticos. La verdad, con el MEP a veces uno no sabe qué esperar, diay.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) también está metido hasta el cuello, tratando de esclarecer las circunstancias de la muerte de Ricardo. Quieren saber si hubo alguna participación externa, si alguien lo empujó al límite. Mientras tanto, la comunidad educativa pide a gritos justicia y un compromiso REAL por parte del MEP para prevenir y atender el acoso escolar. No queremos más tragedias como esta, señores. Necesitamos soluciones concretas, no solo promesas vacías.
Algunos incluso comentan que esto es un reflejo de la sociedad en general. Que somos violentos, intolerantes, que no sabemos convivir pacíficamente. Una vara difícil de digerir, ¿eh? Y es cierto, hay mucho que mejorar en nuestra cultura. Desde casa, desde la escuela, desde todos lados. Tenemos que enseñarle a nuestros hijos a respetar a los demás, a defender a los débiles, a construir un mundo mejor. Porque si no, seguiremos viendo estas historias desgarradoras repetirse una y otra vez. Por supuesto, queda pedirle respeto a la familia de Ricardo en estos momentos tan difíciles; un abrazo grande para ellos.
Ahora les pregunto a ustedes, mis queridos lectores del Foro: ¿Qué medidas concretas deberían tomar el MEP y los colegios para combatir el bullying y proteger a los estudiantes? ¿Creen que las sanciones actuales son suficientes, o necesitamos leyes más estrictas? Díganme qué piensan, vamos a armar una buena vaina en el foro.
La cosa explotó hace unos días, cuando la noticia llegó a oídos de todos nosotros. Parece que el pobre Ricardo estaba aguantando un montón de cosas por parte de algunos compañeros, y las cosas llegaron a tal punto que… bueno, ya saben. Ahora, el ambiente en el liceo está que arde, entre tristeza, rabia y una desesperación enorme. Lo he visto yo mismo, caminando por Heredia; hay carteles por todas partes pidiendo justicia para Ricardo y exigiendo que se haga algo al respecto. Que no quede esto en la nada, vamos.
Y claro, la gente está preguntándose qué demonios está pasando en ese colegio. Resulta que, según dicen muchos estudiantes, este no es el primer caso de bullying en el Liceo Sáenz. Siempre ha habido problemas, siempre ha habido chicos sufriendo acoso, pero parece que nadie quería ver ni escuchar. La Vara es seria, ¿verdad?
Pero lo que realmente enfureció a todos es que, pese a las denuncias y a la presión social, los responsables todavía andan campantes. Dicen que no han ido a clase, sí, pero no hay ninguna sanción formal en su contra. ¡Un despiche! ¿Cómo es posible que alguien que haya causado tanto dolor siga impune? Esto demuestra, una vez más, que tenemos un problema serio con cómo manejamos estos temas en nuestras escuelas. Se hacen comunicados, se dan discursos bonitos, pero luego… nada.
El Ministerio de Educación Pública (MEP), ante la avalancha de críticas, tuvo que moverse. Ya activaron a la Contraloría de Derechos Estudiantiles para investigar el caso a fondo. Están pidiendo informes al colegio, quieren saber qué pasó exactamente y si hubo alguna negligencia por parte de las autoridades. Esperemos que esta vez sí hagan las cosas bien, que no se queden solo en trámites burocráticos. La verdad, con el MEP a veces uno no sabe qué esperar, diay.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) también está metido hasta el cuello, tratando de esclarecer las circunstancias de la muerte de Ricardo. Quieren saber si hubo alguna participación externa, si alguien lo empujó al límite. Mientras tanto, la comunidad educativa pide a gritos justicia y un compromiso REAL por parte del MEP para prevenir y atender el acoso escolar. No queremos más tragedias como esta, señores. Necesitamos soluciones concretas, no solo promesas vacías.
Algunos incluso comentan que esto es un reflejo de la sociedad en general. Que somos violentos, intolerantes, que no sabemos convivir pacíficamente. Una vara difícil de digerir, ¿eh? Y es cierto, hay mucho que mejorar en nuestra cultura. Desde casa, desde la escuela, desde todos lados. Tenemos que enseñarle a nuestros hijos a respetar a los demás, a defender a los débiles, a construir un mundo mejor. Porque si no, seguiremos viendo estas historias desgarradoras repetirse una y otra vez. Por supuesto, queda pedirle respeto a la familia de Ricardo en estos momentos tan difíciles; un abrazo grande para ellos.
Ahora les pregunto a ustedes, mis queridos lectores del Foro: ¿Qué medidas concretas deberían tomar el MEP y los colegios para combatir el bullying y proteger a los estudiantes? ¿Creen que las sanciones actuales son suficientes, o necesitamos leyes más estrictas? Díganme qué piensan, vamos a armar una buena vaina en el foro.