¡Ay, bendito! Se rifan a lo grande los preparativos para La Ruta de los Conquistadores 2025. Ya les digo, este año pinta para estar a toda madre. Después del maje Coto Cover nos largó la primicia, parece que vamos a tener una competencia que va a dejar a todos boquiabiertos. Un desafío que pone a prueba hasta al ciclista más aguerrido, ¿eh?
Para los que no estén enterados, La Ruta es esa carrera de mountain bike que cruza el país, desde el Caribe hasta el Pacífico. Imagínense: tres días pedaleando contra terrenos salvajes, subidas que te dejan sin aire y bajadas que te hacen sentir vivo. Es un brete, ¡pero qué brete!
Este año, la edición número… bueno, ya perdí la cuenta de cuántas hay, pero digamos que unas cuantas, tendrá lugar entre el 6 y el 8 de noviembre. Más de 300 kilómetros y ¡casi 10 mil metros de ascenso! Eso sí que es darle palo al pedaleo, mi pana. Van a pasar por selvas, volcanes, cafetales… el paquete completo pa’ sufrir y disfrutar al mismo tiempo.
Y la cereza del pastel, mae: ¡llega Natalia Fisher! La española, que anda metiéndose en carreras de resistencia como si fueran chuches. Dicen que es fortachona, y no me extraña, porque aguantar esas etapas requiere de unos huevos de acero. Vienen a romperla y demostrar que las mujeres también saben pedalear, ¡y bien!
La primera etapa arranca en Florida de Siquirres, una zona que conozco bien, llena de grava y single tracks técnicos. Ahí van a tener que apretar los dientes desde el primer momento, porque el calor y la humedad del Caribe no perdonan. Se termina en Casa Turire, en Turrialba, un lugar tranquilo para recuperarse después de tanto sufrimiento... aunque dicen que el ritmo va a ser intenso, igual.
Luego, viene la segunda etapa, la que realmente va a poner a prueba sus límites físicos y mentales. 80 kilómetros con más de 3200 metros de ascenso. Van a salir desde los 600 metros sobre el nivel del mar y subir hasta casi 3000. ¡Un cambio de clima brutal! De repente están sudando como cerdos en el Caribe y al rato tienen que vestirse como exploradores polares en las montañas de Cartago. Requiere mucha estrategia, maquina.
Pero la etapa final… ay, la final. Esa es la verdadera tortura. 115 kilómetros y más de 3000 metros de ascenso. Barro, ríos, pendientes imposibles, y encima tienen que cargar la bici en algunos tramos. Lo peor de todo es Bijagual, a solo 20 kilómetros de la meta en Jacó Walk. Ese ascenso es un verdadero demonio, dicen que te deja sin fuerzas. Pero ahí, en la meta, los conquistadores van a celebrar haber recorrido todo el país, ¡y eso no tiene precio!
En fin, La Ruta promete ser un espectáculo, un reto épico para los ciclistas y un orgullo para Costa Rica. ¿Será suficiente la preparación de nuestros pedalistas para enfrentar a Fisher y los demás internacionales? ¿Crees que alguien podrá vencer al gigante de Bijagual?
Para los que no estén enterados, La Ruta es esa carrera de mountain bike que cruza el país, desde el Caribe hasta el Pacífico. Imagínense: tres días pedaleando contra terrenos salvajes, subidas que te dejan sin aire y bajadas que te hacen sentir vivo. Es un brete, ¡pero qué brete!
Este año, la edición número… bueno, ya perdí la cuenta de cuántas hay, pero digamos que unas cuantas, tendrá lugar entre el 6 y el 8 de noviembre. Más de 300 kilómetros y ¡casi 10 mil metros de ascenso! Eso sí que es darle palo al pedaleo, mi pana. Van a pasar por selvas, volcanes, cafetales… el paquete completo pa’ sufrir y disfrutar al mismo tiempo.
Y la cereza del pastel, mae: ¡llega Natalia Fisher! La española, que anda metiéndose en carreras de resistencia como si fueran chuches. Dicen que es fortachona, y no me extraña, porque aguantar esas etapas requiere de unos huevos de acero. Vienen a romperla y demostrar que las mujeres también saben pedalear, ¡y bien!
La primera etapa arranca en Florida de Siquirres, una zona que conozco bien, llena de grava y single tracks técnicos. Ahí van a tener que apretar los dientes desde el primer momento, porque el calor y la humedad del Caribe no perdonan. Se termina en Casa Turire, en Turrialba, un lugar tranquilo para recuperarse después de tanto sufrimiento... aunque dicen que el ritmo va a ser intenso, igual.
Luego, viene la segunda etapa, la que realmente va a poner a prueba sus límites físicos y mentales. 80 kilómetros con más de 3200 metros de ascenso. Van a salir desde los 600 metros sobre el nivel del mar y subir hasta casi 3000. ¡Un cambio de clima brutal! De repente están sudando como cerdos en el Caribe y al rato tienen que vestirse como exploradores polares en las montañas de Cartago. Requiere mucha estrategia, maquina.
Pero la etapa final… ay, la final. Esa es la verdadera tortura. 115 kilómetros y más de 3000 metros de ascenso. Barro, ríos, pendientes imposibles, y encima tienen que cargar la bici en algunos tramos. Lo peor de todo es Bijagual, a solo 20 kilómetros de la meta en Jacó Walk. Ese ascenso es un verdadero demonio, dicen que te deja sin fuerzas. Pero ahí, en la meta, los conquistadores van a celebrar haber recorrido todo el país, ¡y eso no tiene precio!
En fin, La Ruta promete ser un espectáculo, un reto épico para los ciclistas y un orgullo para Costa Rica. ¿Será suficiente la preparación de nuestros pedalistas para enfrentar a Fisher y los demás internacionales? ¿Crees que alguien podrá vencer al gigante de Bijagual?