Diay, maes, se acabó el misterio. Después de semanas de especulaciones y quinielas políticas que ya parecían telenovela, el Partido Pueblo Soberano (PPSO) finalmente soltó el humo blanco. Y la elegida, como ya muchos se olían, es Laura Fernández. La exministra de la Presidencia de Chaves ahora es la cara oficial del partido para las elecciones que vienen. La vara se pone interesante desde ya, porque el anuncio no fue un simple evento protocolario; fue una declaración de intenciones en toda regla, con madrina de lujo y todo.
Lo primero que salta a la vista es el rol de Pilar Cisneros. Que fuera ella, y no otra persona, la encargada de presentar a Fernández es una jugada maestra de comunicación política. Con esto matan dos pájaros de un tiro: por un lado, silencian cualquier rumor de división interna o de que doña Pilar quisiera pulsearla por su cuenta. Por otro, le dan a Laura F. la bendición de la figura más mediática y, para muchos, el verdadero motor del "rodriguismo". El mensaje es clarísimo: esto no es una ruptura, es una secuela. Cuando Cisneros dice que está "totalmente comprometida con la continuidad del rodriguismo", lo que está diciendo es que el show debe continuar, y que Fernández es la actriz principal que eligieron para esta nueva temporada.
Ahora, hablemos del elefante en la sala: esa frase de "fundar la tercera república". ¡Qué nivel de eslogan! Suena épico, casi como de película. Es una de esas frases que pegan, que se quedan en la cabeza y que definen una campaña entera. Pero, ¿qué significa en la práctica? Por ahora, es un concepto tan grande como ambiguo. Es un lienzo en blanco que les permite proyectar la idea de un cambio radical, de una refundación del Estado, sin tener que entrar, todavía, en los detalles incómodos. Es una estrategia brillante para movilizar a una base que ya está convencida de que el sistema actual "no sirve" y que necesita un reseteo total. El verdadero brete para ellos será llenar esa frase de contenido real y creíble, más allá de la retórica.
Y para demostrar que la cosa va en serio, sacaron la billetera... o más bien, la guardaron. El anuncio de que renunciarán al menos al 25% de la deuda política es otro movimiento sacado del manual del populismo efectivo. "La política no es un negocio", dijo Fernández. Es una frase que conecta directamente con el hartazgo de la gente hacia la clase política tradicional. Y si a eso le sumamos la meta, nada humilde, de conseguir 40 diputados en la Asamblea Legislativa, queda claro que no se andan por las ramas. Quieren el paquete completo: Presidencia y un control casi absoluto del Congreso. Se pusieron la meta altísima, y ahora tendrán que demostrar que tienen la estructura y el músculo para un reto de ese calibre.
Al final, lo que vimos este domingo fue el banderazo de salida para una campaña que, desde ya, se perfila como una de las más intensas de los últimos años. Tenemos a la heredera designada, Laura Fernández; al mentor e inspirador, Rodrigo Chaves; y a la "dama de hierro", Pilar Cisneros, como la garante de la continuidad. Es un tridente poderoso que apuesta por capitalizar el apoyo y también el descontento que los llevó al poder en primer lugar. La mesa está servida y las fichas están sobre ella.
Pero bueno, maes, ahora la pregunta del millón es para ustedes: ¿Les convence esta fórmula? ¿Es Laura Fernández la heredera natural del Chaves-ismo o es solo la figura para mantener el barco a flote? Y esa vara de la "tercera república", ¿puro marketing o de verdad creen que hay un plan detrás? ¡Los leo en los comentarios!
Lo primero que salta a la vista es el rol de Pilar Cisneros. Que fuera ella, y no otra persona, la encargada de presentar a Fernández es una jugada maestra de comunicación política. Con esto matan dos pájaros de un tiro: por un lado, silencian cualquier rumor de división interna o de que doña Pilar quisiera pulsearla por su cuenta. Por otro, le dan a Laura F. la bendición de la figura más mediática y, para muchos, el verdadero motor del "rodriguismo". El mensaje es clarísimo: esto no es una ruptura, es una secuela. Cuando Cisneros dice que está "totalmente comprometida con la continuidad del rodriguismo", lo que está diciendo es que el show debe continuar, y que Fernández es la actriz principal que eligieron para esta nueva temporada.
Ahora, hablemos del elefante en la sala: esa frase de "fundar la tercera república". ¡Qué nivel de eslogan! Suena épico, casi como de película. Es una de esas frases que pegan, que se quedan en la cabeza y que definen una campaña entera. Pero, ¿qué significa en la práctica? Por ahora, es un concepto tan grande como ambiguo. Es un lienzo en blanco que les permite proyectar la idea de un cambio radical, de una refundación del Estado, sin tener que entrar, todavía, en los detalles incómodos. Es una estrategia brillante para movilizar a una base que ya está convencida de que el sistema actual "no sirve" y que necesita un reseteo total. El verdadero brete para ellos será llenar esa frase de contenido real y creíble, más allá de la retórica.
Y para demostrar que la cosa va en serio, sacaron la billetera... o más bien, la guardaron. El anuncio de que renunciarán al menos al 25% de la deuda política es otro movimiento sacado del manual del populismo efectivo. "La política no es un negocio", dijo Fernández. Es una frase que conecta directamente con el hartazgo de la gente hacia la clase política tradicional. Y si a eso le sumamos la meta, nada humilde, de conseguir 40 diputados en la Asamblea Legislativa, queda claro que no se andan por las ramas. Quieren el paquete completo: Presidencia y un control casi absoluto del Congreso. Se pusieron la meta altísima, y ahora tendrán que demostrar que tienen la estructura y el músculo para un reto de ese calibre.
Al final, lo que vimos este domingo fue el banderazo de salida para una campaña que, desde ya, se perfila como una de las más intensas de los últimos años. Tenemos a la heredera designada, Laura Fernández; al mentor e inspirador, Rodrigo Chaves; y a la "dama de hierro", Pilar Cisneros, como la garante de la continuidad. Es un tridente poderoso que apuesta por capitalizar el apoyo y también el descontento que los llevó al poder en primer lugar. La mesa está servida y las fichas están sobre ella.
Pero bueno, maes, ahora la pregunta del millón es para ustedes: ¿Les convence esta fórmula? ¿Es Laura Fernández la heredera natural del Chaves-ismo o es solo la figura para mantener el barco a flote? Y esa vara de la "tercera república", ¿puro marketing o de verdad creen que hay un plan detrás? ¡Los leo en los comentarios!