¡Ay, pata! Aquí seguimos viendo cómo se preparan los gallitos para la pelea política del 2026. Esta vez, la candidata Laura Fernández, del Pueblo Soberano, soltó unas 15 promesas pa' dejar claro qué piensa hacer si llega a Abuelita. Vamos a ver si estos planes tienen sustancia o si son puro humo, como tantos otros que hemos escuchado.
La señora Fernández, buscando ganarse el cariño del pueblo, está apostando fuerte por la estabilidad fiscal, buscando que nos den el grado de inversión internacionalmente. Eso, dicen, nos sacará del apuro financiero y atraerá inversionistas. Suena lindo, pero sabemos que conseguir eso no es pan comido, y hay muchos factores externos que escapan a nuestro control. Después de todo, estamos hablando de economía global, ¡y ahí no somos dueños del balón!
Pero no todo es números y finanzas. Fernández también prometió echarle ganas al tema del agua potable, especialmente en esas zonas rurales e indígenas donde la gente lleva años sufriendo por la falta de este líquido sagrado. Propone medidas para acelerar proyectos y construir más infraestructura, ¡eso sí sería un cambio significativo! Imaginen tener agua corriente en cada hogar, sin necesidad de jalarla a kilómetros… sería una bendición.
Y hablando de infraestructura, la lista sigue larga. Nos prometen arreglar la Barranca-Limonal, la Ruta 32 (¡qué alivio!), ampliar la Florencio del Castillo, mejorar la Ruta 1, la carretera a San Carlos... ¡parece que van a poner el país patas arriba! Que no les falte la vara a los constructores, porque si se mandan una torta, nos vamos pa’ atrás en lugar de avanzar. ¡Que todo quede bien hecho y duradero!
Otro punto importante es el arreglo del Poder Judicial. La señora dice que quiere “recuperarlo” y garantizar justicia pronta y cumplida. ¡Ay, Dios mío, cuánto necesitamos eso! Este país ha sido un paraíso de la impuridad por mucho tiempo, y la corrupción está royendo hasta los cimientos de nuestras instituciones. Esperemos que realmente tenga un plan sólido para cambiar esto, y no sea solo campaña.
También prometió echarle más pilas a la policía, dándoles mejores equipos, becas para sus hijos y construyendo ese centro de mando C7i con inteligencia artificial y toda la onda. Ahora, si eso ayuda a bajar la delincuencia, ¡bienvenido sea! Pero que no sea solamente para lucirse, sino para proteger realmente a la ciudadanía. La seguridad es un derecho básico, y nadie debería vivir con miedo en su propia casa.
La educación tampoco quedó fuera de la ecuación. Fernández propone transformar el sistema educativo desde primaria hasta el INA, incorporando robótica, ciencia, tecnología y fortaleciendo los Colegios Técnicos y Científicos. ¡Eso suena muy bien! Una buena educación es la base para el futuro del país, y tenemos que invertir en ella como si no hubiera mañana. Un pueblo educado es un pueblo libre y capaz de tomar sus propias decisiones.
Para cerrar, la candidata también tocó temas como rescatar la CCSS, impulsar el sector turístico en el Caribe y Brunca, combatir el comercio ilícito y modernizar el mercado eléctrico. Bastante ambicioso, ¿verdad? Ahora la gran pregunta es: ¿serán capaces de cumplir todo esto si llegan a gobernar? ¿O se quedarán cortos como tantos otros que prometieron la luna y luego se fueron al traste? ¿Creen que estas propuestas realmente pueden transformar Costa Rica para bien, o son solo puros anuncios vacíos? ¡Déjenme sus opiniones en el foro!
La señora Fernández, buscando ganarse el cariño del pueblo, está apostando fuerte por la estabilidad fiscal, buscando que nos den el grado de inversión internacionalmente. Eso, dicen, nos sacará del apuro financiero y atraerá inversionistas. Suena lindo, pero sabemos que conseguir eso no es pan comido, y hay muchos factores externos que escapan a nuestro control. Después de todo, estamos hablando de economía global, ¡y ahí no somos dueños del balón!
Pero no todo es números y finanzas. Fernández también prometió echarle ganas al tema del agua potable, especialmente en esas zonas rurales e indígenas donde la gente lleva años sufriendo por la falta de este líquido sagrado. Propone medidas para acelerar proyectos y construir más infraestructura, ¡eso sí sería un cambio significativo! Imaginen tener agua corriente en cada hogar, sin necesidad de jalarla a kilómetros… sería una bendición.
Y hablando de infraestructura, la lista sigue larga. Nos prometen arreglar la Barranca-Limonal, la Ruta 32 (¡qué alivio!), ampliar la Florencio del Castillo, mejorar la Ruta 1, la carretera a San Carlos... ¡parece que van a poner el país patas arriba! Que no les falte la vara a los constructores, porque si se mandan una torta, nos vamos pa’ atrás en lugar de avanzar. ¡Que todo quede bien hecho y duradero!
Otro punto importante es el arreglo del Poder Judicial. La señora dice que quiere “recuperarlo” y garantizar justicia pronta y cumplida. ¡Ay, Dios mío, cuánto necesitamos eso! Este país ha sido un paraíso de la impuridad por mucho tiempo, y la corrupción está royendo hasta los cimientos de nuestras instituciones. Esperemos que realmente tenga un plan sólido para cambiar esto, y no sea solo campaña.
También prometió echarle más pilas a la policía, dándoles mejores equipos, becas para sus hijos y construyendo ese centro de mando C7i con inteligencia artificial y toda la onda. Ahora, si eso ayuda a bajar la delincuencia, ¡bienvenido sea! Pero que no sea solamente para lucirse, sino para proteger realmente a la ciudadanía. La seguridad es un derecho básico, y nadie debería vivir con miedo en su propia casa.
La educación tampoco quedó fuera de la ecuación. Fernández propone transformar el sistema educativo desde primaria hasta el INA, incorporando robótica, ciencia, tecnología y fortaleciendo los Colegios Técnicos y Científicos. ¡Eso suena muy bien! Una buena educación es la base para el futuro del país, y tenemos que invertir en ella como si no hubiera mañana. Un pueblo educado es un pueblo libre y capaz de tomar sus propias decisiones.
Para cerrar, la candidata también tocó temas como rescatar la CCSS, impulsar el sector turístico en el Caribe y Brunca, combatir el comercio ilícito y modernizar el mercado eléctrico. Bastante ambicioso, ¿verdad? Ahora la gran pregunta es: ¿serán capaces de cumplir todo esto si llegan a gobernar? ¿O se quedarán cortos como tantos otros que prometieron la luna y luego se fueron al traste? ¿Creen que estas propuestas realmente pueden transformar Costa Rica para bien, o son solo puros anuncios vacíos? ¡Déjenme sus opiniones en el foro!