¡Ay, Dios mío! La cosa está que arde en el ambiente político, mi gente. Resulta que Carlos Vásquez Landergreen, el tesorero de campaña de Laura Fernández, le echó mano a la renuncia, dejando a todos con la boca abierta. Esto llegó como un baldazo de agua fría justo cuando la campaña estaba intentando agarrarle la onda después de algunos tropiezos iniciales.
Para ponerlos en el contexto, Vásquez no era un fulano cualquiera. Él era el mismo que dirigió el fideicomiso Costa Rica Próspero, esa vaina que recolectó billetes para financiar los gastos de campaña de Don Rodri Chaves allá por el 2021. Un pasado bastante relevante, diríamos, y ahora este movimiento repentino ha levantado muchas cejas y generado un buen revuelo en la esfera pública. Se dice que la relación entre él y el círculo cercano de Laura no andaba muy animada hace rato.
Según la nota que mandó a volar Vásquez –y que La Nación recogió, pa’ que les quede claro–, él se sentía limitado y distraído dentro de la estructura del partido. Dijo textualmente que eso “le estorbaba” y lo alejaba de “las cosas que realmente importan para el verdadero progreso de nuestra patria”. ¡Uy!, qué fuerte el mae, eh. Parece que el pobre hombre ya se cansó de estar corriendo detrás del viento.
Pero la jugada no termina ahí. Vásquez también dio paso a la puerta corrediza como delegado de la Asamblea Nacional del Pueblo Soberano, e incluso renunció a su militancia. Aunque aclara que sigue apoyando a Rodrigo Chaves, esto pinta feo para Laura Fernández. Ya saben, cuando se va un jugador importante del equipo, la moral baja y las cosas se complican.
Ahora, el episodio de la visita a la Basílica de los Ángeles complicó aún más el panorama. Al principio, el equipo de Laura trató de minimizarlo diciendo que era un acto personal y privado, pero Vásquez lo puso en evidencia compartiéndolo en sus redes sociales. Eso encendió todas las alarmas y generó críticas por todos lados, acusándola de querer disfrazar actividades políticas bajo la apariencia de devoción religiosa. ¡Qué bronca!
Fernández, tratando de apagar el incendio, soltó un video defendiendo su libertad religiosa. Pero hasta ahora, ni una sola palabra sobre la renuncia de su tesorero. Ese silencio, mis queridos lectores, habla por sí solo. Parece que ella anda más preocupada por defender su imagen que por aclarar qué pasó realmente con Vásquez y cómo afectará esto a su campaña.
Este asunto tiene varias vueltas, y seguramente veremos más sorpresas en los próximos días. Algunos analistas políticos aseguran que la salida de Vásquez podría ser un indicio de divisiones internas dentro del partido, mientras que otros creen que simplemente se trata de un ajuste de cuentas personal. Lo cierto es que la campaña de Laura Fernández necesita urgentemente respirar hondo y tomar cartas en el asunto para evitar que esta crisis se convierta en un problema mayor.
En fin, este brete nos deja pensando: ¿será que la presión política y las acusaciones están pasando factura a la campaña de Laura Fernández, o estamos ante una estrategia cuidadosamente planificada para limpiar filas? ¿Ustedes creen que Laura debería salir al frente y aclarar públicamente el motivo de la renuncia de Vásquez, o seguirá guardándose silencio esperando que la tormenta pase?
Para ponerlos en el contexto, Vásquez no era un fulano cualquiera. Él era el mismo que dirigió el fideicomiso Costa Rica Próspero, esa vaina que recolectó billetes para financiar los gastos de campaña de Don Rodri Chaves allá por el 2021. Un pasado bastante relevante, diríamos, y ahora este movimiento repentino ha levantado muchas cejas y generado un buen revuelo en la esfera pública. Se dice que la relación entre él y el círculo cercano de Laura no andaba muy animada hace rato.
Según la nota que mandó a volar Vásquez –y que La Nación recogió, pa’ que les quede claro–, él se sentía limitado y distraído dentro de la estructura del partido. Dijo textualmente que eso “le estorbaba” y lo alejaba de “las cosas que realmente importan para el verdadero progreso de nuestra patria”. ¡Uy!, qué fuerte el mae, eh. Parece que el pobre hombre ya se cansó de estar corriendo detrás del viento.
Pero la jugada no termina ahí. Vásquez también dio paso a la puerta corrediza como delegado de la Asamblea Nacional del Pueblo Soberano, e incluso renunció a su militancia. Aunque aclara que sigue apoyando a Rodrigo Chaves, esto pinta feo para Laura Fernández. Ya saben, cuando se va un jugador importante del equipo, la moral baja y las cosas se complican.
Ahora, el episodio de la visita a la Basílica de los Ángeles complicó aún más el panorama. Al principio, el equipo de Laura trató de minimizarlo diciendo que era un acto personal y privado, pero Vásquez lo puso en evidencia compartiéndolo en sus redes sociales. Eso encendió todas las alarmas y generó críticas por todos lados, acusándola de querer disfrazar actividades políticas bajo la apariencia de devoción religiosa. ¡Qué bronca!
Fernández, tratando de apagar el incendio, soltó un video defendiendo su libertad religiosa. Pero hasta ahora, ni una sola palabra sobre la renuncia de su tesorero. Ese silencio, mis queridos lectores, habla por sí solo. Parece que ella anda más preocupada por defender su imagen que por aclarar qué pasó realmente con Vásquez y cómo afectará esto a su campaña.
Este asunto tiene varias vueltas, y seguramente veremos más sorpresas en los próximos días. Algunos analistas políticos aseguran que la salida de Vásquez podría ser un indicio de divisiones internas dentro del partido, mientras que otros creen que simplemente se trata de un ajuste de cuentas personal. Lo cierto es que la campaña de Laura Fernández necesita urgentemente respirar hondo y tomar cartas en el asunto para evitar que esta crisis se convierta en un problema mayor.
En fin, este brete nos deja pensando: ¿será que la presión política y las acusaciones están pasando factura a la campaña de Laura Fernández, o estamos ante una estrategia cuidadosamente planificada para limpiar filas? ¿Ustedes creen que Laura debería salir al frente y aclarar públicamente el motivo de la renuncia de Vásquez, o seguirá guardándose silencio esperando que la tormenta pase?