¡Ay, Dios mío! Quién iba a decir que la campaña estaría dando estos giros, eh. Resulta que Laura Fernández, de Pueblo Soberano, está pegándole duro a las encuestas y ahorita mismo anda liderando la carrera a la Presidencia. El CIEP soltó sus últimos números y la cosa está interesante, porque parece que la señora se agarró la vara con fuerza.
Para refrescarle la memoria a algunos, la última vez que midieron, la cosa estaba más parecida a una langosta hervida: todos revoloteando buscando su lugar. Había mucha incertidumbre y nadie parecía salir del chapoteo. Pero mira vos, ahora Fernández va caminando segura, con 30% de intención de voto. Un buen aumento, diay, para darle sustento a su brete.
Ahora, claro, la gran mayoría todavía está varada en la indecisión. Casi el 45% dice “no sé” o prefiere no decir, lo cual deja abierta la puerta a cualquier imprevisto. Esto quiere decir que la raza todavía no se ha decidido totalmente, y eso le da esperanza a los otros candidatos, aunque estén bastante rezagados en comparación. Álvaro Ramos, del PLN, anda ahí, con un 8%, luchando por hacerse notar, pero parece que le falta chispa para encender la candela.
Y ni hablar de Ariel Robles, de Frente Amplio, que va gateando con un 5%. La ex Primera Dama, Claudia Dobles, tampoco anda muy bien, con solo un 4%. Los demás – Natalia Díaz, Eli Feinzaig, Fabricio Alvarado y Juan Carlos Hidalgo – están tan abajo que parece que están jugando a las canicas en la arena. Luz Mary Alpízar, José Aguilar y Fernando Zamora, bueno, esos ya casi ni se ven en el radar político. ¡Qué sal!
Pero ojo, el CIEP nos explica que este estudio es diferente. No es la típica encuesta de ‘preguntarle a cualquiera en la calle’. Ellos volvieron a entrevistar a las mismas personas que les dieron su opinión en octubre. Eso sí que te da datos reales, mae, porque ves cómo cambian las cosas de verdad. Descubrieron que un montón de gente cambió de opinión o se quedó en la indecisión, así que la cosa sigue moviéndose como olas en el mar. Además, han visto que un 22% de quienes tenían preferencia por alguien en octubre ya andan buscando otra vara.
Fernández no es novedad, eh. Desde septiembre que viene escalando, poquito a poco, pero seguro. Al principio tenía un 12%, luego subió a 24% en octubre, y ahora anda por los 30%. Los demás, Ramos y Dobles, van más lentitos, como tortugas en la autopista. Robles, por su parte, está tratando de ganar terreno desde el Frente Amplio, pero todavía le falta mucho camino por recorrer. Parece que este mae se jaló una torta al no tener un respaldo más sólido.
Sin embargo, hay que recordar que estamos a dos meses de las elecciones, y en Costa Rica, ¡todo puede pasar! Ya hemos visto campañas que se incendian a pocos días del día de la votación. El voto indeciso, que representa la mitad de la población, será determinante. Si logran convencerlos, la cosa estará servida; si no, pues seguirán esperando milagros. Las próximas tertulias, los debates y las estrategias digitales serán cruciales para ver quién se lleva la victoria… o quién se queda con las manos vacías. La política es como jugar a las bolas, mae, ¡hay que estar atento y saber reaccionar rápido!
Con todo esto, me surge una pregunta para ustedes: ¿creen que Laura Fernández realmente tiene lo que se necesita para gobernar Costa Rica, o es solo un fenómeno momentáneo impulsado por la oportunidad? ¿Cuál es el factor decisivo que podría hacerla perder o ganar estas elecciones?
Para refrescarle la memoria a algunos, la última vez que midieron, la cosa estaba más parecida a una langosta hervida: todos revoloteando buscando su lugar. Había mucha incertidumbre y nadie parecía salir del chapoteo. Pero mira vos, ahora Fernández va caminando segura, con 30% de intención de voto. Un buen aumento, diay, para darle sustento a su brete.
Ahora, claro, la gran mayoría todavía está varada en la indecisión. Casi el 45% dice “no sé” o prefiere no decir, lo cual deja abierta la puerta a cualquier imprevisto. Esto quiere decir que la raza todavía no se ha decidido totalmente, y eso le da esperanza a los otros candidatos, aunque estén bastante rezagados en comparación. Álvaro Ramos, del PLN, anda ahí, con un 8%, luchando por hacerse notar, pero parece que le falta chispa para encender la candela.
Y ni hablar de Ariel Robles, de Frente Amplio, que va gateando con un 5%. La ex Primera Dama, Claudia Dobles, tampoco anda muy bien, con solo un 4%. Los demás – Natalia Díaz, Eli Feinzaig, Fabricio Alvarado y Juan Carlos Hidalgo – están tan abajo que parece que están jugando a las canicas en la arena. Luz Mary Alpízar, José Aguilar y Fernando Zamora, bueno, esos ya casi ni se ven en el radar político. ¡Qué sal!
Pero ojo, el CIEP nos explica que este estudio es diferente. No es la típica encuesta de ‘preguntarle a cualquiera en la calle’. Ellos volvieron a entrevistar a las mismas personas que les dieron su opinión en octubre. Eso sí que te da datos reales, mae, porque ves cómo cambian las cosas de verdad. Descubrieron que un montón de gente cambió de opinión o se quedó en la indecisión, así que la cosa sigue moviéndose como olas en el mar. Además, han visto que un 22% de quienes tenían preferencia por alguien en octubre ya andan buscando otra vara.
Fernández no es novedad, eh. Desde septiembre que viene escalando, poquito a poco, pero seguro. Al principio tenía un 12%, luego subió a 24% en octubre, y ahora anda por los 30%. Los demás, Ramos y Dobles, van más lentitos, como tortugas en la autopista. Robles, por su parte, está tratando de ganar terreno desde el Frente Amplio, pero todavía le falta mucho camino por recorrer. Parece que este mae se jaló una torta al no tener un respaldo más sólido.
Sin embargo, hay que recordar que estamos a dos meses de las elecciones, y en Costa Rica, ¡todo puede pasar! Ya hemos visto campañas que se incendian a pocos días del día de la votación. El voto indeciso, que representa la mitad de la población, será determinante. Si logran convencerlos, la cosa estará servida; si no, pues seguirán esperando milagros. Las próximas tertulias, los debates y las estrategias digitales serán cruciales para ver quién se lleva la victoria… o quién se queda con las manos vacías. La política es como jugar a las bolas, mae, ¡hay que estar atento y saber reaccionar rápido!
Con todo esto, me surge una pregunta para ustedes: ¿creen que Laura Fernández realmente tiene lo que se necesita para gobernar Costa Rica, o es solo un fenómeno momentáneo impulsado por la oportunidad? ¿Cuál es el factor decisivo que podría hacerla perder o ganar estas elecciones?