¡Ay, Dios mío! Se armó la vaca acá en el fútbol nacional. Resulta que Liberia, esos luchadores de siempre, recibieron otro balde de agua fría por parte de Unafut. Ya habíamos visto esto venir, pero bueno, aquí estamos, con la jugada más amarga que un café frío en pleno diciembre. Después de tanto alboroto y reclamaciones, parece que la pelota ya no está en su cancha, sino en manos de la federación.
Todo empezó con la molestia pampera porque aseguran que Saprissa metió a un jugador con sanción pendiente. Un Johnny Myrie, dicen, que andaba arrastrando una suspensión por acumulación de amarillas en la categoría Sub-21. Liberia creyó tener todos los argumentos para llevarse los tres puntos a casa, así como para pedir que se pospusiera la jornada 18. Pero el Comité de Competición les dijo 'no vas', y ahora el Consejo Directivo también les echó arena a los pies.
La reacción de los directivos liberianos no se hizo esperar. Decían que si Herediano fuera el afectado, la decisión sería totalmente diferente. ¡Y vaya que tienen razón! Acá en Costa Rica, a veces parece que la justicia funciona a dos velocidades, dependiendo del color del uniforme. Se escucharon quejas por doquier, acusaciones de favoritismo y promesas de ir hasta las últimas consecuencias. ¡Un bronca monumental, diay!
El comunicado de Unafut, como sacado de un libro de manual, decía textualmente: “Tras analizar la documentación presentada, acordó rechazar el recurso de Revocatoria con Apelación...”. Básico, sin florituras, directo al grano. Le dieron la patada al reclamo liberiano sin pensarlo dos veces, reafirmando que la resolución del Comité de Competición se mantenía firme e inamovible. ¡Eso sí que duele, mae!”. Es como decir: 'Lo intentaron, pero aquí no hay jabón'.
Ahora, con este revés, la última esperanza de clasificar a semifinales recae en otros equipos. Herediano, Pérez Zeledón y Liberia tendrán que darle duro esta semana para asegurar su pase a la siguiente ronda. La pelea está servida, y la tensión se siente en el ambiente. Todo el mundo sabe que estos partidos pueden definir el futuro de un campeonato entero. ¡Qué brasa!
Herediano visita a los Generaleños, mientras que Liberia tendrá que enfrentarse al Cartaginés. Dos duelos cruciales que prometen emociones fuertes y sorpresas inesperadas. Los aficionados esperan ver un fútbol de alto nivel, con goles, gritos y pasión desenfrenada. Que no falte nada, porque el fútbol tico necesita momentos así para mantener viva la llama. Ni hablar de la presión que van a estar sintiendo los jugadores, cada partido es como una final, mi pana.
Este caso de Liberia y Saprissa abre un debate importante sobre la transparencia y la imparcialidad en el arbitraje y las decisiones de Unafut. Muchos cuestionan si realmente se aplican las mismas reglas para todos los equipos, o si existen intereses ocultos que influyen en las resoluciones finales. Una vara doble es difícil de tragar, y más aún cuando se trata de nuestro deporte rey. ¿Será que necesitamos urgentemente una reforma profunda en la federación?
Con todo esto, me pregunto: ¿Crees que Unafut debería revisar sus procedimientos internos para evitar futuras controversias y garantizar un trato justo para todos los clubes, o será que la persistencia de Liberia demuestra simplemente la dificultad de desafiar al poder establecido en el fútbol costarricense? Déjanos tus opiniones en los comentarios, ¡queremos saber qué piensas tú!
Todo empezó con la molestia pampera porque aseguran que Saprissa metió a un jugador con sanción pendiente. Un Johnny Myrie, dicen, que andaba arrastrando una suspensión por acumulación de amarillas en la categoría Sub-21. Liberia creyó tener todos los argumentos para llevarse los tres puntos a casa, así como para pedir que se pospusiera la jornada 18. Pero el Comité de Competición les dijo 'no vas', y ahora el Consejo Directivo también les echó arena a los pies.
La reacción de los directivos liberianos no se hizo esperar. Decían que si Herediano fuera el afectado, la decisión sería totalmente diferente. ¡Y vaya que tienen razón! Acá en Costa Rica, a veces parece que la justicia funciona a dos velocidades, dependiendo del color del uniforme. Se escucharon quejas por doquier, acusaciones de favoritismo y promesas de ir hasta las últimas consecuencias. ¡Un bronca monumental, diay!
El comunicado de Unafut, como sacado de un libro de manual, decía textualmente: “Tras analizar la documentación presentada, acordó rechazar el recurso de Revocatoria con Apelación...”. Básico, sin florituras, directo al grano. Le dieron la patada al reclamo liberiano sin pensarlo dos veces, reafirmando que la resolución del Comité de Competición se mantenía firme e inamovible. ¡Eso sí que duele, mae!”. Es como decir: 'Lo intentaron, pero aquí no hay jabón'.
Ahora, con este revés, la última esperanza de clasificar a semifinales recae en otros equipos. Herediano, Pérez Zeledón y Liberia tendrán que darle duro esta semana para asegurar su pase a la siguiente ronda. La pelea está servida, y la tensión se siente en el ambiente. Todo el mundo sabe que estos partidos pueden definir el futuro de un campeonato entero. ¡Qué brasa!
Herediano visita a los Generaleños, mientras que Liberia tendrá que enfrentarse al Cartaginés. Dos duelos cruciales que prometen emociones fuertes y sorpresas inesperadas. Los aficionados esperan ver un fútbol de alto nivel, con goles, gritos y pasión desenfrenada. Que no falte nada, porque el fútbol tico necesita momentos así para mantener viva la llama. Ni hablar de la presión que van a estar sintiendo los jugadores, cada partido es como una final, mi pana.
Este caso de Liberia y Saprissa abre un debate importante sobre la transparencia y la imparcialidad en el arbitraje y las decisiones de Unafut. Muchos cuestionan si realmente se aplican las mismas reglas para todos los equipos, o si existen intereses ocultos que influyen en las resoluciones finales. Una vara doble es difícil de tragar, y más aún cuando se trata de nuestro deporte rey. ¿Será que necesitamos urgentemente una reforma profunda en la federación?
Con todo esto, me pregunto: ¿Crees que Unafut debería revisar sus procedimientos internos para evitar futuras controversias y garantizar un trato justo para todos los clubes, o será que la persistencia de Liberia demuestra simplemente la dificultad de desafiar al poder establecido en el fútbol costarricense? Déjanos tus opiniones en los comentarios, ¡queremos saber qué piensas tú!