¡Ay, papá! Si hay algo que le sabe a Navidad en Costa Rica, es ver cómo se ilumina la capital. Este martes, la Municipalidad de San José y la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) dieron el puntapié inicial a la temporada festiva con una exhibición de luces que, díganlo en voz alta, ¡estuvo a cachete! Más de 400 elementos luminosos transformaron la ciudad, dejando a propios y extrajeros boquiabiertos, tratando de capturar cada destello con el celular.
La tradición ya es parte del calendario tico y este año no decepcionó. El Parque Nacional fue el escenario principal, donde miles se congregaron para disfrutar del espectáculo inaugural. Un coro entonaba villancicos mientras las luces parpadeaban creando un ambiente mágico. Lo más impresionante, sin duda, fue el árbol de Navidad de 15 metros adornado con figuras de nuestra fauna silvestre: monos, perezosos, tucanes… ¡un verdadero homenaje a la biodiversidad!
Desde el Paseo Colón hasta la Avenida Segunda, pasando por parques emblemáticos como Okayama y el Parque Central, la iluminación inundó cada rincón. Se nota que le pusieron mucho cariño a esto, mae. Las autoridades realmente se esforzaron para crear una experiencia inolvidable para toda la familia. Pero eso sí, ¡hay que ir temprano si quieren encontrar buen lugar para apreciar la vista! Porque con tanta gente buscando el ángulo perfecto para Instagram, puede ser una torta llegar tarde.
Luis Fernando André Jácome, gerente de la CNFL, expresó que esta iniciativa va más allá de simplemente encender bombillas. Según él, buscan inspirar ilusión y fortalecer el espíritu familiar, algo que, con estos tiempos que corren, le cae bien a cualquiera. “Queremos que la magia de la Navidad ilumine los corazones de todos los costarricenses”, declaró con una sonrisa. ¡Y vaya que lo lograron!
El alcalde Diego Miranda también se sumó a las felicitaciones, invitando a los ciudadanos a disfrutar de la ciudad y a reencontrarse en sus espacios públicos. Esperemos que aprovechen la oportunidad, porque con tanto brete que tenemos encima, echarnos unas risas y disfrutar del paisaje nunca viene mal. Además, es una excelente excusa para tomarle unas fotos originales y presumirlas en redes sociales. ¡Vamos, que esto es un regalo!
Pero la diversión no termina ahí. Seis parques adicionales se han integrado a la ruta navideña: La Merced, el Parque de las Garantías Sociales y nuevamente el Parque Nacional. Y atención a esto, el Parque Morazán cuenta con más de 50 mil luces. ¡Imaginen la postal! Definitivamente, habrá material suficiente para alimentar nuestros feeds de Instagram durante toda la temporada. Siendo honestos, el esfuerzo que han hecho para iluminar esos parques es tremendo, ¡qué carga de cables y de trabajo!
Las autoridades municipales aseguran que varios espacios se mantienen iluminados gracias al apoyo de diversas empresas públicas y privadas. Esto demuestra que, a pesar de los desafíos económicos, aún hay espacio para la colaboración y para celebrar juntos. En fin, aunque algunos puedan decir que es un gasto innecesario, yo creo que momentos así nos ayudan a olvidar los problemas y a reconectar con nuestro sentido de comunidad. Además, ¡quién no quiere darse un chuche visual después de un día largo de chamba?
Ahora bien, después de haber recorrido estos maravillosos lugares llenos de luz y alegría, me pregunto: ¿creen que la inversión en la iluminación navideña es prioritario considerando los retos socioeconómicos que enfrenta nuestro país, o creen que es un elemento importante para el bienestar emocional de la población y promover el turismo interno? ¡Déjenme leer sus opiniones en los comentarios!
La tradición ya es parte del calendario tico y este año no decepcionó. El Parque Nacional fue el escenario principal, donde miles se congregaron para disfrutar del espectáculo inaugural. Un coro entonaba villancicos mientras las luces parpadeaban creando un ambiente mágico. Lo más impresionante, sin duda, fue el árbol de Navidad de 15 metros adornado con figuras de nuestra fauna silvestre: monos, perezosos, tucanes… ¡un verdadero homenaje a la biodiversidad!
Desde el Paseo Colón hasta la Avenida Segunda, pasando por parques emblemáticos como Okayama y el Parque Central, la iluminación inundó cada rincón. Se nota que le pusieron mucho cariño a esto, mae. Las autoridades realmente se esforzaron para crear una experiencia inolvidable para toda la familia. Pero eso sí, ¡hay que ir temprano si quieren encontrar buen lugar para apreciar la vista! Porque con tanta gente buscando el ángulo perfecto para Instagram, puede ser una torta llegar tarde.
Luis Fernando André Jácome, gerente de la CNFL, expresó que esta iniciativa va más allá de simplemente encender bombillas. Según él, buscan inspirar ilusión y fortalecer el espíritu familiar, algo que, con estos tiempos que corren, le cae bien a cualquiera. “Queremos que la magia de la Navidad ilumine los corazones de todos los costarricenses”, declaró con una sonrisa. ¡Y vaya que lo lograron!
El alcalde Diego Miranda también se sumó a las felicitaciones, invitando a los ciudadanos a disfrutar de la ciudad y a reencontrarse en sus espacios públicos. Esperemos que aprovechen la oportunidad, porque con tanto brete que tenemos encima, echarnos unas risas y disfrutar del paisaje nunca viene mal. Además, es una excelente excusa para tomarle unas fotos originales y presumirlas en redes sociales. ¡Vamos, que esto es un regalo!
Pero la diversión no termina ahí. Seis parques adicionales se han integrado a la ruta navideña: La Merced, el Parque de las Garantías Sociales y nuevamente el Parque Nacional. Y atención a esto, el Parque Morazán cuenta con más de 50 mil luces. ¡Imaginen la postal! Definitivamente, habrá material suficiente para alimentar nuestros feeds de Instagram durante toda la temporada. Siendo honestos, el esfuerzo que han hecho para iluminar esos parques es tremendo, ¡qué carga de cables y de trabajo!
Las autoridades municipales aseguran que varios espacios se mantienen iluminados gracias al apoyo de diversas empresas públicas y privadas. Esto demuestra que, a pesar de los desafíos económicos, aún hay espacio para la colaboración y para celebrar juntos. En fin, aunque algunos puedan decir que es un gasto innecesario, yo creo que momentos así nos ayudan a olvidar los problemas y a reconectar con nuestro sentido de comunidad. Además, ¡quién no quiere darse un chuche visual después de un día largo de chamba?
Ahora bien, después de haber recorrido estos maravillosos lugares llenos de luz y alegría, me pregunto: ¿creen que la inversión en la iluminación navideña es prioritario considerando los retos socioeconómicos que enfrenta nuestro país, o creen que es un elemento importante para el bienestar emocional de la población y promover el turismo interno? ¡Déjenme leer sus opiniones en los comentarios!
