¡Ay, Dios mío! Pues resulta que el Ministerio de Educación Pública (MEP) le dio un volantazo al calendario escolar del 2026. Ya no vamos a empezar tranquilos en febrero, sino unos días después. La excusa, dicen, es porque van a darle un empujón a la capacitación de los maestros. ¿Y nosotros qué?, nos preguntamos desde el Foro de Costa Rica. Porque esto suena bien en teoría, pero en la práctica… bueno, ya veremos.
La movida es así: el curso lectivo ahora arranca el lunes 23 de febrero de 2026, una semanita más tarde de como estamos acostumbrados. Esto significa que, si te acuerdas, antes solíamos ir a la escuela dos semanas después de Año Nuevo. Ahora, tendremos más tiempo para recuperarnos de las fiestas y prepararnos mentalmente para otro año de estudio. Pero ojo, porque hay un costo, y ese costo recae principalmente en nuestros dedicados profes.
Para poder lograr este cambio, el MEP ha planeado una capacitación nacional obligatoria que durará 10 días, del 9 al 20 de febrero. Imagínate, justo cuando deberíamos estar listos para recibir a los alumnos. Este brete, según explican desde Zapote, busca fortalecer las habilidades de los más de 90 mil funcionarios del sistema educativo. Hablan de “transformación estructural” y “mejores herramientas pedagógicas”. Suena a mucho tecnicismo, ¿verdad?
La responsabilidad de organizar este masivo entrenamiento recae en el IDP-UGS, que trabajará junto con las direcciones regionales, universidades públicas, sindicatos e incluso el INA. Se supone que todo esto está hecho en consenso con los sindicatos – SEC, ANDE, APSE y SITRACOME – para evitar que surjan problemas laborales. Pero a ver, ¿realmente todos están contentos con esta idea o hay algunos que se sienten un poco… picaditos?
Las autoridades del MEP aseguran que este esfuerzo va dirigido a “actualizar los conocimientos de los educadores y reforzar la calidad del sistema público costarricense”. Dicen que quieren que los maestros inicien el ciclo lectivo con “mejores herramientas pedagógicas y mayor capacidad de respuesta ante los retos del aula”. Eso suena bonito, pero la realidad es que ya tienen bastante con lidiar con las problemáticas cotidianas del colegio, los alumnos difíciles, la falta de recursos y la burocracia.
Pero no solo los maestros son quienes sentirán este cambio. Las familias también tendrán que reorganizar sus planes. Padres y madres deberán buscar actividades para los niños durante esos días extra de vacaciones, lo cual puede representar un gasto adicional y una complicación logística. Aunque el MEP insiste en que la cantidad total de días lectivos no se verá afectada, la alteración del calendario podría generar cierta incertidumbre y desorganización.
Este ajuste al calendario escolar es parte de una estrategia más amplia del MEP, que incluye revisar programas educativos, fortalecer el bienestar docente y mejorar la infraestructura de las escuelas. Parece que realmente quieren darle un giro al sistema educativo, aunque aún queda por ver si estas medidas serán suficientes para resolver los problemas que aquejan a nuestro país en materia de educación. Algunos expertos señalan que la clave está en invertir más recursos en la formación continua de los docentes y en dotar a las escuelas de los materiales y equipos necesarios.
En fin, esta nueva fecha de inicio de clases trae consigo un montón de preguntas. ¿Será suficiente la capacitación para mejorar la calidad de la educación? ¿Cómo impactará este cambio en las familias costarrricenses? ¿No estaremos simplemente trasladando el problema en lugar de solucionarlo? Y lo más importante... ¿cree usted que este cambio en el calendario escolar beneficiará o perjudicará a los estudiantes y a los docentes de Costa Rica? ¡Deje su opinión en el foro!
La movida es así: el curso lectivo ahora arranca el lunes 23 de febrero de 2026, una semanita más tarde de como estamos acostumbrados. Esto significa que, si te acuerdas, antes solíamos ir a la escuela dos semanas después de Año Nuevo. Ahora, tendremos más tiempo para recuperarnos de las fiestas y prepararnos mentalmente para otro año de estudio. Pero ojo, porque hay un costo, y ese costo recae principalmente en nuestros dedicados profes.
Para poder lograr este cambio, el MEP ha planeado una capacitación nacional obligatoria que durará 10 días, del 9 al 20 de febrero. Imagínate, justo cuando deberíamos estar listos para recibir a los alumnos. Este brete, según explican desde Zapote, busca fortalecer las habilidades de los más de 90 mil funcionarios del sistema educativo. Hablan de “transformación estructural” y “mejores herramientas pedagógicas”. Suena a mucho tecnicismo, ¿verdad?
La responsabilidad de organizar este masivo entrenamiento recae en el IDP-UGS, que trabajará junto con las direcciones regionales, universidades públicas, sindicatos e incluso el INA. Se supone que todo esto está hecho en consenso con los sindicatos – SEC, ANDE, APSE y SITRACOME – para evitar que surjan problemas laborales. Pero a ver, ¿realmente todos están contentos con esta idea o hay algunos que se sienten un poco… picaditos?
Las autoridades del MEP aseguran que este esfuerzo va dirigido a “actualizar los conocimientos de los educadores y reforzar la calidad del sistema público costarricense”. Dicen que quieren que los maestros inicien el ciclo lectivo con “mejores herramientas pedagógicas y mayor capacidad de respuesta ante los retos del aula”. Eso suena bonito, pero la realidad es que ya tienen bastante con lidiar con las problemáticas cotidianas del colegio, los alumnos difíciles, la falta de recursos y la burocracia.
Pero no solo los maestros son quienes sentirán este cambio. Las familias también tendrán que reorganizar sus planes. Padres y madres deberán buscar actividades para los niños durante esos días extra de vacaciones, lo cual puede representar un gasto adicional y una complicación logística. Aunque el MEP insiste en que la cantidad total de días lectivos no se verá afectada, la alteración del calendario podría generar cierta incertidumbre y desorganización.
Este ajuste al calendario escolar es parte de una estrategia más amplia del MEP, que incluye revisar programas educativos, fortalecer el bienestar docente y mejorar la infraestructura de las escuelas. Parece que realmente quieren darle un giro al sistema educativo, aunque aún queda por ver si estas medidas serán suficientes para resolver los problemas que aquejan a nuestro país en materia de educación. Algunos expertos señalan que la clave está en invertir más recursos en la formación continua de los docentes y en dotar a las escuelas de los materiales y equipos necesarios.
En fin, esta nueva fecha de inicio de clases trae consigo un montón de preguntas. ¿Será suficiente la capacitación para mejorar la calidad de la educación? ¿Cómo impactará este cambio en las familias costarrricenses? ¿No estaremos simplemente trasladando el problema en lugar de solucionarlo? Y lo más importante... ¿cree usted que este cambio en el calendario escolar beneficiará o perjudicará a los estudiantes y a los docentes de Costa Rica? ¡Deje su opinión en el foro!