¡Ay, Dios mío! Matina amaneció con una noticia que nos dejó a todos pelándose la crisma. Un tipo, al parecer tranquilamenteyendo camino al brete, recibió una ráfaga de bala que acabó con su vida. Lo encontraron dentro de su carro, justo en la entrada de Lomas del Toro, y créeme, la cosa estaba feísima. Parece que alguien decidió que quería acabar con él, y vaya manera de hacerlo.
Según Cruz Roja, llegaron rápido, pasadas las nueve y media de la mañana, pero ya era demasiado tarde. El pobre hombre, unos 35 años, tenía varias heridas y ahí no había quien le devolviera la vida. La Fuerza Pública acordonó toda la zona como si estuvieran preparando un partido de la selección, esperando a que el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) llegara para hacer su magia y tratar de descubrir qué demonios pasó aquí.
Y ahora viene la vaina que nadie sabe: ¿quién le hizo esto al mántaro? De momento, ni siquiera han revelado su nombre, aunque corren rumores por los cantones. Algunos dicen que andaba metido en cosas turbias, otros que simplemente se equivocaron de persona. Lo cierto es que Matina está consternada, porque esto nunca habíamos visto por acá. Siempre hemos sido tranquilos, un pueblito sencillo, pero esto… esto sí que te quita las ganas de salir a la calle.
Lo que sí sabemos es que el carro, un Chunche viejo pero bien conservado, tenía varias balas perforándolo. Imagínate la fuerza que tuvieron que tener para hacer eso. Dicen que el tipo iba solo, sin escolta ni nada de eso, lo que hace pensar que quizás no lo vieron venir. Se especula con venganza, con negocios que salieron mal, incluso con alguna disputa familiar. Pero todo son conjeturas, porque el OIJ todavía está juntando las piezas del rompecabezas.
Esta tragedia nos recuerda que la delincuencia sigue golpeando fuerte, incluso en lugares donde pensábamos que estábamos seguros. Nos acordamos de lo que pasó en Hatillo hace poco, otra balacera que dejó gente herida. Y ahora esto... ¡Qué sal! Uno no sabe cuándo va a caerle encima. Ya estamos pensando en reforzar la vigilancia, pedirle al gobierno que nos mande más patrullas, que haga algo para proteger a nuestra gente.
Algunos vecinos comentan que últimamente han visto movimientos extraños en la zona, carros sospechosos rondando por Lomas del Toro. Otros dicen que han escuchado discusiones fuertes, pero nadie le dio importancia. Ahora resulta que esos detalles podrían haber ayudado a prevenir esta tragedia. ¡Qué torta! Por no prestar atención a esas pequeñas señales, ahora tenemos que lamentar la pérdida de un vecino.
El director del OIJ, José Pablo Badenes, salió a declarar que están trabajando a full en el caso, que tienen pistas sólidas y que van a llevar a los responsables ante la justicia. Eso esperamos todos, claro, porque la familia de la víctima necesita respuestas. Necesitan saber quiénes fueron los cobardes que le quitaron la vida a ese hombre y por qué. Esperemos que el OIJ no se jale una torta y encuentre pronto a los culpables.
Ahora, dime tú: ¿crees que estos ataques violentos seguirán aumentando en zonas rurales como Matina, o es solo una ola pasajera? ¿Qué medidas crees que debería tomar el gobierno para garantizar la seguridad de todos los ciudadanos costarricenses, especialmente aquellos que viven alejados de los centros urbanos?
Según Cruz Roja, llegaron rápido, pasadas las nueve y media de la mañana, pero ya era demasiado tarde. El pobre hombre, unos 35 años, tenía varias heridas y ahí no había quien le devolviera la vida. La Fuerza Pública acordonó toda la zona como si estuvieran preparando un partido de la selección, esperando a que el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) llegara para hacer su magia y tratar de descubrir qué demonios pasó aquí.
Y ahora viene la vaina que nadie sabe: ¿quién le hizo esto al mántaro? De momento, ni siquiera han revelado su nombre, aunque corren rumores por los cantones. Algunos dicen que andaba metido en cosas turbias, otros que simplemente se equivocaron de persona. Lo cierto es que Matina está consternada, porque esto nunca habíamos visto por acá. Siempre hemos sido tranquilos, un pueblito sencillo, pero esto… esto sí que te quita las ganas de salir a la calle.
Lo que sí sabemos es que el carro, un Chunche viejo pero bien conservado, tenía varias balas perforándolo. Imagínate la fuerza que tuvieron que tener para hacer eso. Dicen que el tipo iba solo, sin escolta ni nada de eso, lo que hace pensar que quizás no lo vieron venir. Se especula con venganza, con negocios que salieron mal, incluso con alguna disputa familiar. Pero todo son conjeturas, porque el OIJ todavía está juntando las piezas del rompecabezas.
Esta tragedia nos recuerda que la delincuencia sigue golpeando fuerte, incluso en lugares donde pensábamos que estábamos seguros. Nos acordamos de lo que pasó en Hatillo hace poco, otra balacera que dejó gente herida. Y ahora esto... ¡Qué sal! Uno no sabe cuándo va a caerle encima. Ya estamos pensando en reforzar la vigilancia, pedirle al gobierno que nos mande más patrullas, que haga algo para proteger a nuestra gente.
Algunos vecinos comentan que últimamente han visto movimientos extraños en la zona, carros sospechosos rondando por Lomas del Toro. Otros dicen que han escuchado discusiones fuertes, pero nadie le dio importancia. Ahora resulta que esos detalles podrían haber ayudado a prevenir esta tragedia. ¡Qué torta! Por no prestar atención a esas pequeñas señales, ahora tenemos que lamentar la pérdida de un vecino.
El director del OIJ, José Pablo Badenes, salió a declarar que están trabajando a full en el caso, que tienen pistas sólidas y que van a llevar a los responsables ante la justicia. Eso esperamos todos, claro, porque la familia de la víctima necesita respuestas. Necesitan saber quiénes fueron los cobardes que le quitaron la vida a ese hombre y por qué. Esperemos que el OIJ no se jale una torta y encuentre pronto a los culpables.
Ahora, dime tú: ¿crees que estos ataques violentos seguirán aumentando en zonas rurales como Matina, o es solo una ola pasajera? ¿Qué medidas crees que debería tomar el gobierno para garantizar la seguridad de todos los ciudadanos costarricenses, especialmente aquellos que viven alejados de los centros urbanos?