¡Aguante ahí, mamis y papis nuevos! Resulta que los primeros meses de nuestros cachorritos y gaticitos son pura aventura... y preocupación, seamos sinceros. No es solo alimentarles y darles cariño, hay un montón de cositas que pueden salir torcidas si no les prestamos mucha atención. De repente te encuentras con un chunche en casa llorando y no sabes bien qué le pasa.
Según la doctora Junibeth González, médica veterinaria de pura cepa, esos peques son como esponjas, absorbiendo todo tipo de bichos y enfermedades. Su sistemita inmune está aprendiendo a defenderlos y eso los hace súper vulnerables. “Lo más común que vemos en consulta son problemillas en la panza: diarrea por gusanos, cambio brusco de comida, o simplemente porque se comieron algo que no debieron,” nos explica la doctora. ¡Imagínate el mareo!
Y ni hablar de los resfriados. Con este clima impredecible, entre lluvia y sol, los pendejos andan pasando frío y agarrando moquitos, toses y hasta dificultad para respirar. Es como si quisieran ponernos a prueba desde pequeños, mándales un abrazo virtual lleno de calorcito.
Pero lo más serio, amigos, es la posibilidad de contraer enfermedades como el parvovirus. Esa es de esas que te deja helado, porque te puede llevar al hospital y hasta quitarles la vida. Por eso, ¡ojo con las vacunas! Completar el esquema es vital para darle a nuestros peluditos una armadura contra estas amenazas. Una amiga mía casi pierde a su perrito por eso, ¡qué susto se dio!
Además, la piel de los bebitos es como papel de seda, super sensible a pulgas, hongos y sarna. Un picoteo aquí, otra ronchita allá... ¡y estás buscando remedios pa' toda la noche! Hay que estar pendientes y mantener limpios sus areneros y camitas. La limpieza, como dicen por mi tierra, es la mitad del tratamiento.
Otro detalle importante es el tamaño y la raza. Parece mentira, pero cada perro o gato viene con sus propias predisposiciones. “Algunas razas son más propensas a ciertos problemas óseos, otras a alergias… es un tema genético y anatómico,” aclara la doctora González. Entonces, antes de escoger un bebé peludo, infórmate bien sobre sus posibles achaques.
Y ojo con la comida, que también juega un papel crucial. Una dieta pobre en nutrientes puede causarles problemas de crecimiento a largo plazo. “Ellos crecen rapidísimo, así que necesitan todos los elementos necesarios para desarrollarse bien. Si no comen sano ahora, pueden tener dolores de huesos y articulaciones cuando sean mayores,” advierte la especialista. ¡Una buena nutrición es inversión en salud futura!
Así que ya saben, cuidemos a nuestros cachorritos y gaticitos como si fueran tesoros. Ellos nos dan tanto amor y compañía, merecen lo mejor. Pero dime, ¿cuáles han sido los desafíos más grandes que han enfrentado durante los primeros meses de vida de sus mascotas?
Según la doctora Junibeth González, médica veterinaria de pura cepa, esos peques son como esponjas, absorbiendo todo tipo de bichos y enfermedades. Su sistemita inmune está aprendiendo a defenderlos y eso los hace súper vulnerables. “Lo más común que vemos en consulta son problemillas en la panza: diarrea por gusanos, cambio brusco de comida, o simplemente porque se comieron algo que no debieron,” nos explica la doctora. ¡Imagínate el mareo!
Y ni hablar de los resfriados. Con este clima impredecible, entre lluvia y sol, los pendejos andan pasando frío y agarrando moquitos, toses y hasta dificultad para respirar. Es como si quisieran ponernos a prueba desde pequeños, mándales un abrazo virtual lleno de calorcito.
Pero lo más serio, amigos, es la posibilidad de contraer enfermedades como el parvovirus. Esa es de esas que te deja helado, porque te puede llevar al hospital y hasta quitarles la vida. Por eso, ¡ojo con las vacunas! Completar el esquema es vital para darle a nuestros peluditos una armadura contra estas amenazas. Una amiga mía casi pierde a su perrito por eso, ¡qué susto se dio!
Además, la piel de los bebitos es como papel de seda, super sensible a pulgas, hongos y sarna. Un picoteo aquí, otra ronchita allá... ¡y estás buscando remedios pa' toda la noche! Hay que estar pendientes y mantener limpios sus areneros y camitas. La limpieza, como dicen por mi tierra, es la mitad del tratamiento.
Otro detalle importante es el tamaño y la raza. Parece mentira, pero cada perro o gato viene con sus propias predisposiciones. “Algunas razas son más propensas a ciertos problemas óseos, otras a alergias… es un tema genético y anatómico,” aclara la doctora González. Entonces, antes de escoger un bebé peludo, infórmate bien sobre sus posibles achaques.
Y ojo con la comida, que también juega un papel crucial. Una dieta pobre en nutrientes puede causarles problemas de crecimiento a largo plazo. “Ellos crecen rapidísimo, así que necesitan todos los elementos necesarios para desarrollarse bien. Si no comen sano ahora, pueden tener dolores de huesos y articulaciones cuando sean mayores,” advierte la especialista. ¡Una buena nutrición es inversión en salud futura!
Así que ya saben, cuidemos a nuestros cachorritos y gaticitos como si fueran tesoros. Ellos nos dan tanto amor y compañía, merecen lo mejor. Pero dime, ¿cuáles han sido los desafíos más grandes que han enfrentado durante los primeros meses de vida de sus mascotas?